Iván Zulueta

Nacido en San Sebastián en 1943, Juan Ricardo Miguel Zulueta Vergarajauregui, conocido artísticamente como Iván Zulueta, desarrolló una trayectoria singular que lo convirtió en una figura de culto dentro de la cinematografía española. Su formación comenzó en la Escuela Oficial de Cine de Madrid, donde coincidió con destacados nombres de su generación, complementando sus estudios con una estancia en Nueva York que influyó decisivamente en su sensibilidad estética, acercándolo al Pop Art y a las vanguardias norteamericanas. Esta influencia plástica se hizo patente desde sus primeros trabajos profesionales en el ámbito del diseño y la imagen.

En 1968, comenzó a dirigir para Televisión Española el programa Último grito, un espacio que sirvió de plataforma para introducir las tendencias musicales y artísticas internacionales en la España del momento, destacando por un estilo visual innovador y desenfadado. Un año más tarde, estrenó su primer largometraje, Un, dos, tres, al escondite inglés (1969), una película producida por José Luis Borau que parodiaba los festivales de la canción y rompía con la narrativa convencional del cine español de la época mediante el uso de una estética fragmentada y musical. Durante la década de los setenta, Zulueta centró gran parte de su actividad creativa en el formato cortometraje, rodando en Super 8 obras experimentales como A mal gam A o Leo es pardo, piezas que anticipaban las obsesiones temáticas y formales de su cine posterior.

Su consolidación en la historia del cine llegó con el estreno de Arrebato en 1979. Protagonizada por Eusebio Poncela, Cecilia Roth y Will More, la cinta abordó la relación metafílmica y vampírica entre el cineasta y su obra, explorando los límites de la imagen y la adicción. Aunque su recepción inicial en taquilla fue discreta, Arrebato acabó erigiéndose como una obra fundamental y vanguardista, considerada hoy un título imprescindible que prefiguró la estética de la Movida madrileña. Paralelamente a su labor como director, Zulueta desarrolló una prolífica y reconocida carrera como diseñador gráfico y cartelista. Fue el autor de la cartelería de películas emblemáticas de directores como José Luis Borau, para quien diseñó el cartel de Furtivos, y Pedro Almodóvar, creando la imagen gráfica de cintas como Laberinto de pasiones o Entre tinieblas.

Tras el estreno de su segundo largometraje, su producción cinematográfica se detuvo durante años, retirándose de la industria activa. Su regreso a la dirección fue puntual, destacando su participación en la serie de televisión Crónicas del mal con el episodio titulado Ritmo lento en 1992. En los años posteriores, su figura fue objeto de reivindicación a través de retrospectivas y documentales que pusieron en valor su legado visual. Iván Zulueta falleció en San Sebastián en diciembre de 2009, dejando una filmografía breve pero de gran impacto estético que transformó el lenguaje audiovisual en España.