'Mea culpa'

Suele ser habitual que cuando las notas de las críticas vertidas en esta web no son del agrado general, se alcen voces clamando lo injusto y/o desproporcionado del criterio del autor. Razón no les falta. Una crítica no es más que la opinión de una sola persona y pocas veces el visionado de una película deja sensaciones unánimes

Estreno 28 de Marzo de 2014
CRÍTICA
Suele ser habitual que cuando las notas de las críticas vertidas en esta web no son del agrado general, se alcen voces clamando lo injusto y/o desproporcionado del criterio del autor. Razón no les falta. Una crítica no es más que la opinión de una sola persona y pocas veces el visionado de una película deja sensaciones unánimes. Si hasta las grandes obras maestras de la historia del cine tienen sus detractores cómo no van a tener disparidad de calificativos cintas más cuestionables según el ojo del consumidor. Digo todo esto porque la nueva película del canadiense Denis Villeneuve, director que ya convenciera con Incendies y sorprendiera con Prisioneros, no es una película precisamente fácil de asumir. La tan recurrida etiqueta de película no apta para todos los estómagos le viene que ni pintado. Sin ir más lejos, está va a ser la tercera valoración de la misma en esta página tras sus pasos por los festivales de San Sebastián y Sitges. Los dos compañeros que pudieron verla hace unos meses se mostraron fascinados con ella. A mí me ha dejado tan descolocado que no sé ni cómo expresar las sensaciones que me ha dejado.

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Reconozco mi parte de culpa, o al menos creo que la tengo. Si el cine de David Cronenberg ya me cuesta y el de David Lynch me hace sentir como si la película estuviera en un idioma desconocido, cuando una película se mueve entre ambos estilos mi cabeza se embota y sufre un bloqueo que activa algún tipo de cortafuegos cerebral para evitar posibles lesiones neurológicas. Enemy juega en ese terreno. Con una fuerza visual apabullante y un clima latente de desasosiego y cierta angustia, explora el viejo concepto de la dualidad, de los reversos oscuros de la mente, de la paranoia malsana, funcionando dentro del terreno del thriller psicológico. Pero el guión del español Javier Gullón (en su haber cosas tan dispares como Hierro y Al Final Del Camino) quiere ir un paso más allá. O diez. O cientos. Porque toda la historia se muestra tan cargada de simbolismos y metáforas visuales que la cosa da para muchas interpretaciones. O para ninguna, si como en mi caso te enteras de más bien poco.
Insisto, la película tiene tal fuerza visual que con toda seguridad tendrá sus adeptos que la disfruten sin entender a ciencia cierta lo que acaban de ver. Por las mismas, también seremos multitud los que por quedarnos a cuadros (no es para menos, en eso coincidiremos la mayoría) no saquemos nada positivo del visionado. Al menos en mi caso, cosas que otras veces en situaciones similares queda descartado automáticamente, ha conseguido motivarme a darle un revisionado para buscarle algo más de sentido a lo que no he sabido encontrárselo. Una cosa está clara, tanto para los que se posicionen en el primer grupo como en el segundo. Si algo tiene Enemy es que es una película imposible de recomendar. El que quiera verla que lo haga por su cuenta y riesgo. Las reacciones pueden ser extremas.

Evelio Barbero

26/03/2014

Valoración

4.00

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