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Black Phillip, King of All: Resumen de Sitges 2015

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Ya son tres años los que llevo cubriendo el Festival de Sitges, y en lugar de ser cada vez más sencillo, este artículo para poner el broche final a mi cobertura es cada vez más difícil. ¿Qué más se puede aportar a todo lo dicho durante estos nueve días de festival? ¿No es suficiente con haber comentado 56 películas (y media)? ¿No basta con los detalles, curiosidades y anécdotas que he ido compartiendo cada día? ¿Hace falta que os cuente más cosas sobre Carlos Pumares, ese hombre cascarrabias que odia el cine de género pero no se pierde un Sitges porque viene a gastos pagados y hay un señor que le escribe las críticas que él solo tiene que dictar como el que cuenta una batallita? ¿Es posible que me haya callado alguna cosa después de haber escrito más de 28.300 palabras en 11 artículos?

Quizá no haya nada nuevo que decir, pero viene bien reagrupar los pensamientos, ordenarlos, encontrar un hueco en la apretada agenda que le espera a uno a la vuelta a casa para escribir, y ofrecer una imagen global de lo que ha dado la 48 edición del Festival de Sitges.



LO MEJOR Y LO PEOR DE SITGES 2015


No soy el único en pensarlo: esta ha sido una edición con un nivel medio muy alto, sin duda mejor que el de los dos años anteriores. Puede que no haya habido tantos clásicos instantáneos, pero en cambio sí que hemos disfrutado más en cada película. Otros años era frecuente comentar la última basura que se había visto, mientras que este año todos los debates se centraban en las virtudes de la última cinta proyectada. Como mucho, un silencio alrededor de alguna película que no había entusiasmado. Pero ninguna Asmodexia, ninguna La Otra Frontera, ninguna La Jungla, ninguna The Damned que ponga a todo el mundo en su contra. O al menos, no entre las cintas más vistas.

Precisamente por este consenso sobre la calidad de esta edición, y porque al fin y al cabo mi opinión personal ya la habéis leído durante 10 días, he reclutado a un puñado de compañeros de otros medios con los que he compartido debates (presenciales o virtuales) y, por qué no decirlo, también alguna caña. Entre todos hemos elegido las mejores películas de Sitges 2015.

Los 12 hombres (y mujer) sin piedad que han votado en esta lista son: María Abad (La Princesa Prometida blog), Álex Baldoví (Baldovi.net), David Buendía (Popular TV), Fernando Cano (Popular TV), Álex P. Lascort (Cine Maldito), Daniel Lasmarías (Radio Sobrarbe), Alejandro Perea (CINeol), Óscar Sueiro (El Pájaro Burlón), Xavier Torrents (FilmHistoria Online), Javier J. Valencia (Cine Fantástico), Iván Valle (Tierras de Cinefagia) y, por supuesto, yo.

Podéis consultar las listas individuales en Google Drive.



Nuestro TOP10 DE SITGES 2015 es el que sigue:




10. VICTORIA / EL NIÑO Y LA BESTIA
(empate)





9. THE INVITATION





8. THE FINAL GIRLS





7. LOVE





6. LA JUVENTUD





5. EL NUEVO NUEVO TESTAMENTO





4. ANOMALISA / HIGH-RISE
(empate)





3. MEN AND CHICKEN





2. LA BRUJA





1. GREEN ROOM



Hay que decir que entre los dos primeros puestos de la lista y las demás media un abismo.

Como menciones especiales habría que destacar a Veteran, Macbeth, Southbound, Bone Tomahawk, Slow West, El Regalo y Demon, aunque algunas de ellas habrían logrado más votos de haberlas visto más gente. También han despertado entusiasmos, aunque por cuestiones de pases y horarios se han visto bastante menos: The Survivalist, Partisan, The Salvation, Tangerine, The Frame y dos clásicos rescatados como Belladonna of Sadness y El Ladrón de Bagdad.

Se puede comprobar de esta forma que el palmarés, sin resultar malo ni inadecuado, sí que se ha dejado fuera muchas de las mejores cintas del festival. Cierto que algunas no entraban a competición, pero aun así había mejores opciones en casi todas las categorías respecto a las que finalmente fueron premiadas. Especialmente sangrante resulta que una película como Green Room, adorada por todos, se haya tenido que ir de vacío.




Por otro lado, para destacar lo peor del festival no he querido manchar a nadie y la lista la he confeccionado con mi propia opinión (que en algún caso, como la cinta de Eli Roth, está sujeto a debate con quienes extrañamente la defienden):


5. THE DEMOLISHER
4. NIGHT FARE
3. TOC TOC
2. CONTRACTED: PHASE II
1. BRAND NEW-U



Otras películas generalmente denostadas en el festival fueron las dos entregas de Ataque a los Titanes, Cooties, Hellions, Me quedo contigo, The Pack, Ludo, The Girl in the Photographs y Some Kind of Hate.

Por su parte, las cintas que causaron división de opiniones entre los que las amaron y los que las odiaron incluyen Anabel, Goddess of Love, Mr. Right, Baskin, Vulcania, The Assassin, The Mind's Eye y February.





GÉNEROS Y TENDENCIAS


Todos los años hay varios temas o estilos narrativos que se repiten entre las películas proyectadas. Que eso tenga que ver con la sagacidad del equipo de Ángel Sala es algo que pongo en duda, ya que de ser así tendrían que coincidir con los temas escogidos para vertebrar la imagen y homenajes del festival, algo que normalmente no sucede. No hay más que recordar el año donde La Semilla del Diablo era el icono de Sitges y sus anuncios promocionaban el satanismo, pero entre las obras programadas había que escarbar mucho para encontrar alguna referencia demoníaca.

Este año la imagen del festival ha sido Seven, y para variar el policíaco y el thriller sí que han estado muy presentes. Pese a ello, el género que más ha predominado ha sido el terror, lo que supone un cambio sobre los dos años anteriores, en los que las cintas puras de miedo eran pocas y muy olvidables. En el lado opuesto está la ciencia ficción, que casi ha brillado por su ausencia, y solo ha estado presente en formas híbridas.

Lo que sí que se confirma es la voluntad de hacer del festival un cajón de sastre para cualquier tipo de género siempre que el film tengo espíritu alternativo, regresando a la idea de hace unos años de que el certamen no sea exclusivamente fantástico. Porque costaría justificar de otra forma la presencia en la Sección Oficial (que no olvidemos, lleva la coletilla de ‘Fantàstic’) a westerns como Bone Tomahawk, neonoirs como Coche policial, dramas como Victoria, biopics como Miss Hokusai o cintas de época como Macbeth. Y eso si levantamos la mano y aceptamos como fantástico películas de suspense sin ese tipo de elementos, como El Regalo, The Boy, Green Room, Toc Toc o la ganadora, The Invitation.

Por su parte, en otra secciones nos hemos cruzado con películas que nada tienen que ver con el público de Sitges: biopics como Life o Experimenter, romances como La Novia, dramas de autor como La Juventud o El rostro de un ángel, wuxias realistas como The Assassin, comedias urbanas como Tangerine o The Comedy, cintas del oeste como Slow West o The Salvation



Sin duda, el tema preferido de este año han sido los microcosmos. Por eso muchas de las cintas, las que más indagaban en la destrucción de la sociedad o de la persona con este enfoque, podían recordar a la obra de Luis Buñuel, en especial a El Ángel Exterminador. Así, hemos tenido una boda retorcida por una posesión fantasmal (Demon), un edificio de clases sociales que deriva en el caos (High-Rise), un grupo musical encerrado en una habitación ante el acoso de neonazis (Green Room), un hombre torturado en su casa por sus violadoras (Toc Toc), unos atracadores que huyen en un coche con sus rehenes (Rabid Dogs), una cena de amigos que oculta un secreto perturbador (The Invitation), un grupo de personas en su retiro de verano (La Juventud), unos amigos encerrados en el mundo limitado de un slasher (The Final Girls), una familia con su drama doméstico (Maggie), un grupo de gente que no puede salir de una estación de autobuses (Los parecidos), un edificio lleno de gente marciana (Free Fall), personas en medio del bosque (La Bruja, Into the Forest), personas encerradas en un lugar pequeño mientras fuera amenazan monstruos (Cooties, Stung, The Hallow)…

Normalmente en estos mundos reducidos se introducen elementos extraños, que pueden venir de dentro de los personajes (como en el caso de Goddess of Love) o de fuera de ellos, normalmente en la forma de intrusos que amenazan la estabilidad física (El Regalo), sexual (Angelica) o mental (February) de los personajes. A veces son los propios protagonistas los que se introducen en un microcosmos establecido en el que su presencia produce la buscada disrupción narrativa, como en el caso de Baskin, The Hallow, Men & Chicken o El niño y la bestia.

También ha sido un año de paranoias absolutas, donde las películas más convencionales han sufrido en comparación. Desde comedias surrealistas o con elementos irreverentes (Free Fall, Men & Chicken, El nuevo Nuevo Testamento), hasta juegos con la linealidad de la narrativa (Endorphine, Experimenter), pasando por cintas cuya historia bebe más de la metáfora conceptual que de la realidad visible (Evolution, Anomalisa, High-Rise, Belladonna of Sadness) o por otras que introducen elementos oníricos en su historia que actúan como simbología adicional (Baskin, Goddess of Love, La Juventud, La Novia), o incluso por películas con vocación delirante (Los parecidos, As the Gods Will, Assassination Classroom), ha sido una edición donde el cerebro ha trabajado de lo lindo para aceptar mundos distintos o asimilar conceptos unas veces muy complejos, otras veces sencillos pero juguetones.



En esta edición también se ha certificado la muerte del fenómeno Drive, con películas que buscan su misma poesía urbana con luces duras y ritmo de sintetizador, con elementos varoniles y recursos de videoclip, pero con resultados ínfimos y vacíos que demuestran que Nicolas Winding Refn puede no gustar, pero tiene un talento innegable. Desde luego, más que el de directores como los de Night Fare o The Demolisher.

En este sentido, el placer de la estética ha estado muy presente durante todo el festival, algo que no suele ser frecuente. Películas como La Juventud, The Assassin o La Novia son eminentemente estéticas, mientras que High-Rise, Victoria, Macbeth, Anomalisa, El nuevo Nuevo Testamento, Experimenter o Slow West cuentan con numerosos recursos visuales como herramienta pura para transmitir su discurso. Otras cintas como La Bruja, Mr. Right, Los parecidos, Baskin, Evolution, Goddess of Love, Coche policial, Demon, El Regalo, Tangerine, The Visit o la lamentable Brand New-U también tienen una personalidad visual propia.

Para terminar esta sección, reseñar que continuamos con la ola de revivals de los 80 y 90. The Mind's Eye bebe de Scanners hasta emborracharse, Mr. Right quiere ser Amor a Quemarropa con piruletas, We Are Still Here se debate entre Lucio Fulci y Al Final de la Escalera, The Final Girls es una parodia de la saga Viernes 13 y derivados, El Regalo cuenta con que recordemos cintas como De repente, un extraño, Stung es pura serie B que se encuentra en VHS en un videoclub, Southbound recupera el espíritu Creepshow, Baskin podría haber sido la Hellraiser de esta generación, Coche policial recuerda a Cuenta Conmigo en versión noir… En este contexto, que Los parecidos eche la vista más atrás, a la ciencia ficción de los 50 y 60, es casi bienvenido porque la hace única.





LAS ESCENAS DE SITGES 2015

Los mejores inicios:

- La violación de Belladonna of Sadness.
- Pasando lista en Assassination Classroom.
- El escondite inglés con canicas rojas de As the Gods Will.
- La batalla en la niebla de Macbeth.
- El experimento de Milgram en Experimenter.
- El callejón que cambia a cada paso en Endorphine.


Los mejores finales:

- Los fantasmas atacan mientras el pueblo asalta la casa de We Are Still Here.
- Los aspersores de Summer Camp.
- El triple regalo de El Regalo.
- Un momento íntimo en la lavandería en Tangerine.
- La ascensión de La Bruja.
- Las lámparas rojas de The Invitation.



Las demás escenas:

- El flashback del pistolero que quería ser famoso en Slow West.
- Las amenazas de muerte de Shea Whigham a los niños en Coche policial.
- El suicidio (y los eventos paralelos) de High-Rise.
- Los niños zombies juegan con sus cosas en Cooties.
- Los sueños/visiones de Baskin.
- La orgía en la playa de Evolution.
- Dios entra en la piscina en La Juventud.
- El desfile de borrachos junto a un entierro en Demon.
- Las peleas entre hermanos de Men & Chicken.
- Big Justin debe morir en Green Room.
- La pareja aséptica de Free Fall.
- Dios se burla del sacerdote en El nuevo Nuevo Testamento.
- Victoria toca el piano en la cafetería.
- La redada en el puerto de Veteran.
- La epifanía de Caleb en La Bruja.
- La operación en el hospital abandonado de Southbound.
- Los flashbacks de The Final Girls.
- La pérdida del amor en Anomalisa.
- El cuervo alimentándose en La Bruja.





ACTORES Y ACTRICES


Según el jurado de esta edición, la mejor actriz del festival fue Pili Groyne, la niña de El nuevo Nuevo Testamentoo. La chica lo hace bien, cierto. Sobre todo hay que reconocerle que es una de las pocas crías que son capaces de poner cara triste sin necesidad de hacer pucheros. Pero ni siquiera era la mejor actuación femenina de su película, honor que le corresponde a la emotiva Laura Verlinden como la joven que perdió un brazo.

Había mejores opciones que ella en la Sección Oficial, la principal de ellas Laia Costa, de lejos la mejor interpretación de todo el festival, que comanda la pantalla durante 140 minutos ininterrumpidos en Victoria. Otras buenas opciones eran Imogen Poots por su inesperada heroína de Green Room; Marion Cotillard por su manipuladora pero sensible Lady Macbeth; Agnieszka Zulewska por su sufridora novia de Demon; Malin Akerman o Taissa Farmiga por su química madre-hija en The Final Girls; o Rebecca Hall por su fragilidad en El Regalo.

Si hubiesen entrado a competición, tanto la película inaugural como la de clausura podrían haber dado guerra. Por un lado, Anya Taylor-Joy es una revelación en La Bruja, pero su madre en la ficción, Kate Dickie, no se le queda atrás. Por otro, Ellen Page y Evan Rachel Wood están a su nivel más alto en unos personajes que podrían haber sido planos sin ellas en Into the Forest.

En el resto de secciones tuvimos a Inma Cuesta y Luisa Gavasa dando un recital de intensidad en La Novia; a Alexis Kendra oscilando entre el erotismo y la psicopatía en Goddess of Love; a Kiernan Shipka dando mal rollo por los cuatro costados en February; a Rachel Weisz mostrando amor y sufrimiento en La Juventud; a Anna Kendrick tan encantadora como siempre en Mr. Right; a Jena Malone esforzándose por encontrar los matices de un personaje inestable en la fallida Angelica; y a las que deberían haber ganado de haber estado en la SOF, Kitana Kiki Rodriguez y Mya Taylor, haciendo gala de descaro, desparpajo y corazón en Tangerine.



Por lo que respecta a los actores, merecido el premio a Joel Edgerton por su gran trabajo en El Regalo, donde pivota entre la debilidad y la oscuridad de forma tan sutil que cualquier interpretación es válida. Sin embargo, su galardón está obviamente influido por el hecho de que también sea guionista y director de la película, siendo un reconocimiento al paquete entero más que a su mera labor delante de la cámara. De hecho, su compañero Jason Bateman está mejor que él. Bateman aprovecha su imagen de Michael Bluth para que veamos en él al tipo normal por antonomasia, pero acaba construyendo un personaje lleno de aristas y lados oscuros realmente cautivador.

Otras buenas opciones en la Sección Oficial: el Dios despreciable y cerril de Benoît Poelvoorde en El nuevo Nuevo Testamento; el novio poseído y epiléptico de Itay Tiran en Demon; la calma amenazadora de Patrick Stewart en Green Room (y aquí hay que romper una lanza también por los siempre eficaces Anton Yelchin y Mark Webber); la imponencia de Michael Fassbender en Macbeth (aunque su mejor interpretación del festival sea en Slow West); la mezcla de amenaza y patetismo de Kevin Bacon en Coche policial (ojo también a la breve pero intensa aparición de Shea Whigham); la humanidad de Frederick Lau en Victoria; o incluso el bueno de Arnold Schwarzenegger en su mejor interpretación, en Maggie.

En las secciones paralelas tuvimos trifectas tan inmensas como la formada por Michael Caine, Harvey Keitel y Paul Dano en La Juventud; y dúos explosivos como los formados por Mads Mikkelsen y David Dencik (hilarantes y tiernos en Men & Chicken), Robert Pattinson y Dane DeHaan (el primero mejor que el segundo en Life, aunque con un personaje menos vistoso), Jeong-min Hwang y Ah In Yoo (las dos caras de Veteran, una cómica y otra psicótica) o Ralph Ineson y Harvey Scrimshaw (el padre imponente y el hijo atormentado en La Bruja, ambos soberbios).

Otros actores estuvieron muy por encima del nivel de sus películas, como Simon Pegg (Absolutamente todo) o Sam Rockwell (Mr. Right), pero lo que realmente destaca es cuando un actor ES la película. Y en este caso tenemos dos monstruos que componen dos personajes inolvidables, ambos doctores: el Stanley Milgram de Peter Sarsgaard en Experimenter, un cicerone de dudosa moralidad que parece engañarnos cuando nos habla; y el Robert Laing de Tom Hiddleston en High-Rise, hombre imperturbable en medio del caos que guarda su propia turbulencia interior.





EL FESTIVAL DESDE DENTRO


Las quejas sobre los fallos de organización han ocupado más espacio en los artículos de anteriores años que algunas películas. El festival siempre ha resultado caótico, al menos en las tres veces anteriores que he ido, y había montones de sugerencias de mejora que se han hecho desde esta página y miles de otros medios. Eran fallos muy obvios y, en la mayoría de los casos, fácilmente evitables.

Este año parece que finalmente han oído las quejas y han trabajado para solucionarlas. El resultado ha sido realmente fluido. Ha habido algún fallo de proyección, pero ha sido puntual y rápidamente solucionado. Ha habido solo un apagón de generadores, al parecer por circunstancias ajenas al festival, y por tanto solo un día que se retrasaron las sesiones una hora. La entrada a las salas se ha hecho con rapidez y sin problemas a la hora de leer los códigos de entradas o acreditaciones.

Pero ha habido dos ideas que han supuesto toda la diferencia del mundo. La primera han sido los tickets electrónicos. En años anteriores había que sacar entradas en la web del festival a las 7 de la mañana para las películas sin pase de prensa (un minuto más tarde y muchas habían volado), y al día siguiente recogerlas en la sala de prensa, cruzando los dedos para no encontrarse cola por casi todo el mundo iba a por ellas entre pase y pase de la mañana. Este año no hacía falta recoger las entradas, quedaban registradas de forma electrónica y solo tenían que leer el código del pase de prensa. Todos nos temíamos que los aparatos fallasen y que alguna vez nos quedásemos en la puerta tras haber sacado entrada, pero no ha sido así: el sistema ha funcionado perfectamente y nos ha facilitado la vida.

La otra idea ha sido la de habilitar una nueva sala, Tramuntana, con las comodidades de una sala de cine y proyección digital de alta definición (aunque con pantalla pequeña para las dimensiones de la sala, y sin inclinación en el suelo, por lo que si te pillaba delante un cabezón, un flequillo o un moño de los que había demasiados rondando, estabas perdido). Este cuarto espacio no se ha aprovechado para poner más películas de las habituales, gracias a dios, sino para permitir más pases de cada una, muchos de los cuales eran para prensa. Esto ha permitido que los medios tuviésemos más flexibilidad para hacer nuestros horarios y rutas cinéfilas sin depender de los tickets, y de hecho ha sido raro el día que alguien comentaba haberse quedado sin la película que quería, cuando otros años pasaba todos los días.



No todo han sido aciertos, claro. Aunque han retocado un poco los cines viejos (Prado y Retiro) para dejar más espacio entre filas, por ejemplo, o reemplazar algunas butacas, no ha sido la reforma en profundidad que necesitan. De hecho, en pleno festival se produjo algún incidente de caerse alguien en el Retiro en plena proyección porque su butaca se había roto. La tapicería también está desgastada, y alguna fila de asientos te la puedes llevar a casa porque ya no está sujeta al suelo. Por no hablar de las goteras: solo llovió un día y no mucho, pero en el Retiro caía el agua a chorro sobre el palco. Y no es exageración. Lo grave es que el Auditori está empezando a mostrar los mismos signos. Hay filas que se bambolean y butacas gastadas.

Otro tema: los aseos de estos cines no están preparados para el aluvión de gente que tienen que asumir. Los peores eran los del Retiro, donde se olía a Trainspotting, pero incluso en el Auditori hubo orinales embozados desde el primer fin de semana. No es una visión agradable.

Luego está la comida. En el pueblo no había pega ninguna, porque raro era el sitio al que ibas donde no te ponían algo sabroso y a precio asequible (destaco de este año tres descubrimientos: las hamburguesas de Big Al’s American Kitchen, las tapas del café-bar Roy y la pasta del restaurante-bar Galicia). Pero los bocadillos del puesto frente al Auditori eran infames. No los puedo llamar repugnantes porque para eso tendrían que saber a algo. Eran una especie de gomaespuma endurecida que solo sirve de argamasa para el estómago, porque alimentar no puede: no lleva nutrientes, si acaso serrín.

Y lo de poner food trucks de alta cocina en un lateral del hotel fue de risa: precios astronómicos y tapas pequeñas, justo lo contrario de lo que se busca en este lugar. Cuando uno tiene que comer aquí es porque no tiene tiempo para otra cosa antes de la siguiente sesión y necesita llenarse el estómago rápido. No me extraña que nunca hubiese nadie en esos puestos. Literalmente: no vi a una sola persona allí en 10 días.



Por cierto, nota dedicada a los dueños de bares de Sitges y, por extensión en caso de que sea necesario, a los concejales responsables de esta área: eso de cerrar los locales de cerveceo a la 1 o como mucho a las 2 de la mañana de un sábado en pleno festival, que es el momento de más afluencia de turistas fuera de la temporada de verano, es una idea lamentable.

Por acabar el artículo con una nota positiva: en el hotel (El Xalet) fue todo perfecto, la gente de la localidad nos trató muy bien (excepto algún cenutrio de los que siempre hay en todos lados y que seguramente, y aquí estoy mirando a una tipa de pelo rosa con malas pulgas, ni siquiera es de Sitges), y cuando uno sale de estar encerrado en una sala de cine durante horas y horas, da un placer inmenso poder pasear tranquilamente por la playa mirando al horizonte y sintiendo la brisa marina y el sol de la Costa Daurada.

Y, por qué no decirlo: hay que celebrar otro año más que no necesito pasaporte para ir a uno de los festivales que más disfrutan los frikis de todo el mundo. Entre los que me incluyo con orgullo, claro.

Hasta el año que viene, y mientras tanto, recordad: ¡Larga vida a Black Phillip!

 

Fuente: CINeol | Visitada: 2941 veces


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Comentarios (4)

13:28 - 26/10/2015

DeppNiro

Enhorabuena por el pedazo de gran angular sobre el festival.

¿Cómo es posible que en tu borrador posteado en twitter figure Veteran como la mejor del festival, Green Room en mención especial, y aquí hayas permutado sus posiciones? ¿Fue un lapsus lo de la libreta? ¿En frío has cambiado de opinión? [cinecito]

15:30 - 26/10/2015

caren103

DeppNiro escribió:¿Cómo es posible que en tu borrador posteado en twitter figure Veteran como la mejor del festival, Green Room en mención especial, y aquí hayas permutado sus posiciones? ¿Fue un lapsus lo de la libreta? ¿En frío has cambiado de opinión? [cinecito]


Entiendo según se relata que la lista de las mejores es fruto del consenso del grupo de cinéfilos (y cinéfila) mentados, y no sólo de Damned.

Como sea, alguna de esa lista por algún motivo no me interesa, otras de ella me interesan muchísimo y varias de las que se han quedado fuera también.

En fin, todos los artículos sobre Sitges han resultado un estupendo y elaborado trabajo de Damned.

16:16 - 26/10/2015

Damned Martian

caren103 escribió:
DeppNiro escribió:¿Cómo es posible que en tu borrador posteado en twitter figure Veteran como la mejor del festival, Green Room en mención especial, y aquí hayas permutado sus posiciones? ¿Fue un lapsus lo de la libreta? ¿En frío has cambiado de opinión? [cinecito]


Entiendo según se relata que la lista de las mejores es fruto del consenso del grupo de cinéfilos (y cinéfila) mentados, y no sólo de Damned.

Exacto, el top10 del artículo es el votado por 12 personas que acudimos al festival, para los top10 individuales hay un enlace al documento de Google Drive donde aparecen ;)

11:18 - 29/10/2015

Xixar

No soy mucho de compartir mis comentarios por aquí, pero quería decir que he seguido todas las publicaciones relacionadas con el festival de Sitges con entusiasmo. Enhorabuena, un placer leerte. ¡Que dure muchos años!


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