Elena Anaya nació en Palencia. Le encanta el kárate, remar y el submarinismo. Sus películas favoritas son "Memórias de África" y "Léolo", y odia "La Guerra de las Galaxias". Para relajarse tiene dos trucos: Hacer deporte y la siesta después de comer. Una de sus manías son las palomas: "Son ratas voladores" según ella. Dice que nunca presentará un programa de televisión y sus colores favoritos son el naranja y el azul.
Sus padres se separaron durante su infancia lo que quizás influyó en sus estudios ya que repitió sexto de EGB y posteriormente COU; lo que no le impidió marcharse en el verano de 1996 hacia Cádiz para hacer un curso de interpretación e intentar entrar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, cumpliendo así su sueño de ser actriz.
Acudió al cásting de "África" mintiendo sobre su edad y se lo tragaron. Consiguió entrar en la RESAD, pero más tarde fue explusada porque Fernando León la fichó para la película "Família" y casi no pisaba las aulas; sin embargo continuó haciendo cursos y estudiando por su cuenta.
Su explosión como actriz llegó cuando aceptó el difícil papel de Belén en "Lucía y el Sexo" que fue recompensado incluso con una candidatura para los goyas. A partir de aquí directores de la talla de Agustín Díaz Yanes para "Sin Noticias de Dios" o de Almodóvar para un cameo en "Hable con Ella" empezaron a contar con ella.
-Creo en la preparación diaria del actor, en tener conciencia de que este trabajo es muy difícil. Creo en dar lo mejor de ti. Y en que hay temporadas fantásticas y otras que no lo son tanto.
-No creo que mi situación sea fruto de un efecto dominó ni que cuando se te abre una puerta se te abran todas, porque igual que se abren se cierran.
-Pedro (Almodóvar), yo para ti hago hasta de un jarrón en una película.
-Me parece que el mundo no es tan grande y veo muy bien que tanto actores como directores busquen trabajo fuera, porque las historias son universales.
-Llevo año y medio diciendo no a muchos proyectos de Hollywood. Quizá luego pudiera comprarme dos casas en Madrid y una en Los Ángeles... pero no (2004).
- Durante un tiempo salió con el director y actor Gustavo Salmerón.
- Una de sus manías es que no soporta ver los zapatos vueltos del revés. En alguna ocasión, al pasar al lado del escaparate de una zapatería, cuando ha visto zapatos vueltos del revés ha entrado a pedir que los pusieran derechos.
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