En una época en la que hechos sobrenaturales invadían la vida diaria, en la que los cuentos suplían razones imaginativas para lo inexplicable y en la que criaturas míticas se deslizaban entre las sombras nocturnas... en esa época vivía un hombre que se enfrentaba solo a los misterios que se escondían en la creciente oscuridad: Van Helsing. Gabriel Van Helsing tiene un pasado maldito que no consigue recordar y una misión a la que no puede negarse. Una sociedad secreta le encarga que busque y venza a la Maldad que impera en el mundo, pero sus esfuerzos para liberar a la Tierra le han valido el título que le sigue a todas partes, el de asesino. Van Helsing recorre el globo rechazado y huyendo de todos, una figura solitaria a la que persiguen los que no entienden su vocación. Cuando sus patronos le mandan a Transilvania, descubre una oscura región anclada en el pasado donde legendarias criaturas de las sombras regresan a la vida, un lugar dominado por el malvado, eterno seductor e invencible vampiro, conde Drácula. He aquí la misión de Van Helsing: destruir a Drácula. Anna Valerious es casi la última descendiente de una poderosa familia de sangre real a la que Drácula ha ido exterminando. Anna, cazadora intrépida, ha decidido vengar a sus antepasados y acabar de una vez con la vieja maldición matando al vampiro. Van Helsing y Anna unen sus fuerzas para vencer al enemigo común y aniquilar el imperio del terror. Van Helsing, al retar al enemigo que nunca muere, descubrirá un secreto inimaginable y deberá enfrentarse a los misterios aún sin resolver que disimulan su oscuro pasado.
Cuando Van Helsing (Hugh Jackman) se dirije hacia el baile dispuesto a rescatar a Anna (Kate Beckinsale), el lugar está lleno de vampiros, y en un plano general se ven varios de ellos reflejados en un espejo, cuando más tarde se enfoca un espejo y no se ve a nadie en la sala excepto a Anna.