Perejil. La Guerra que no fue

El 11 de julio de 2002, un grupo de gendarmes marroquíes desembarcó en el islote de Perejil, hasta entonces un territorio deshabitado y prácticamente desconocido, apenas más grande que un campo de fútbol. Allí izaron la bandera de Marruecos, en un gesto que alteraría el equilibrio de una soberanía compartida tácitamente con España. Días después, el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, ordenó una intervención militar conjunta por tierra, mar y aire para desalojar a los soldados marroquíes.

Con el paso del tiempo, el llamado "incidente de Perejil" ha quedado en el imaginario colectivo como una curiosa anécdota: una respuesta desproporcionada de España ante la ocupación de una simple roca deshabitada. Pero bajo esa aparente nimiedad se escondía una compleja crisis internacional en la que participaron actores clave como la Unión Europea, la ONU, la Liga Árabe, Francia, la OTAN y Estados Unidos.

¿Por qué un islote tan insignificante generó un conflicto de tal calibre? ¿Qué simbolizaba realmente Perejil para que España movilizara, por primera vez en democracia, sus tres ejércitos? ¿Qué implicaciones tuvo aquella crisis? ¿Estuvieron en riesgo la soberanía de Ceuta y Melilla? Y sobre todo, más de dos décadas después, ¿qué hemos aprendido del incidente de Perejil?