Una familia de Santiago de Chile decide marcharse cuatro meses a Francia a pasar el verano. Al no lograr que nadie les alquile su casa ni tampoco a nadie que la cuide, encomiendan esta labor a Martín, un pariente lejano, que residirá en el inmueble y ejercerá de "guarda" durante su ausencia. Martín tiene cuarenta años y se puede decir que ha fracasado a fondo, tanto es así que este tipo de trabajos le sirven para subsistir. Por ello, cuando se acomoda en esa casa familiar, cree saborear una existencia ideal y empieza a creerse de verdad el dueño de esa casa. Trasladará esta fantasía a Paz, una vecina, frente quien fingirá ser un hombre separado.
El 13 de Diciembre, dos semanas antes del estreno oficial, se celebró un pre-estreno oficial con motivo benéfico. La recaudación se destinó a Jorge Becker, el actor protagonista de la cinta, quien se vio afectado por una leucoencefalopatía grave y necesitaba un buen número de terapias de rehabilitación.