Un beau dimanche

Entre sus compañeros de trabajo Baptiste es visto como una figura singular. Es un profesor que itinerante, ocupa cualquier puesto temporal que le ofrezcan, por muy remoto que sea, y no parece aspirar a asentarse en ningún lugar concreto. Tampoco parece importarle llevar una existencia solitaria. Ahora trabaja en una pequeña escuela situada en una comarca del sur de Francia.
Durante una festividad Baptiste se encontrará que un alumno, proveniente de un hogar desestructurado, se ha quedado sólo. Le tocaba estar en casa de su padre, pero éste ha olvidado que era esa semana. Sin otra opción, Baptiste decide llevar el chico ante su madre. Ella se llama Sandra y trabaja en un chiringuito de playa en una localidad no muy lejana a Montpellier y por lo tanto al Mediterráneo.
En la toma de contacto, entre uno y otros, se despertará la curiosidad. Cómo ha llegado cada uno ante esa situación? Aparecerán diferentes visiones de vivir la experiencia familiar y de como manejar los problemas con nuestros allegados y las situaciones que chocan contra la propia visión existencial.