Salvando las distancias

La ironía y la franqueza sin rodeos de Erin cautivan al recién declarado soltero Garrett con unas cervezas, una conversación trivial de bar y un desayuno a la mañana siguiente de por medio. La química existente entre ellos origina una aventura de verano en toda regla, pero ninguno de los dos cree que vaya a durar una vez que Erin vuelva a casa a San Francisco y Garrett se quede en Nueva York, donde trabaja. Sin embargo, cuando seis semanas dándose revolcones por la ciudad se convierten sin querer en algo significativo, ninguno de los dos está seguro de querer que eso acabe. Aunque los amigos de Garrett, Box y Dan, hagan bromas sobre su método para perder calorías y su relación a tiempo completo con el teléfono móvil, no les hace gracia la idea de perder a su mejor compañero de juergas por culpa de otra incierta historia de amor. Al mismo tiempo, Corrine, la nerviosa y sobreprotectora hermana casada de Erin, quiere evitar que recorra otra vez un camino de sobras conocido.
No obstante, a pesar de vivir cada uno en un extremo del país, de las reticencias de los amigos y la familia y de algunas tentaciones inesperadas, la pareja podría haber encontrado algo parecido al amor y, con la ayuda de mucho SMS, algunos de ellos subidos de tono, y llamadas a deshora podrían acortar las distancias.