Los gigantes no existen

En los peores días de la guerra cívil en Guatemala, Andrés, un niño de 9 años, convive con Pedro, uno de los autores de la masacre que exterminó con todas las mujeres del pueblo. Tanto horror le ha dejado en estado de pánico, cosa que también le ocurre a María, la esposa de Pedro, quien desea marcharse de ahí lo más pronto posible. A la vez, como también ha desarrollado gran afecto por el pequeño Andrés, no desea perderle. El clima de violencia es tan brutal que el mismo Pedro se siente atemorizado de las órdenes que le llegarán desde el alto mando y que le empujen a cometer nuevos horrores.
Por muy grandes que son sus deseos de abandonar el escenario del horror, tampoco acierta a emprender el camino, pues también desea tener alguien que cuide de él y no se atreve a verse sólo en el mundo. La situación permanecerá en punto muerto... que aparece la hermana de Andrés.