En el año 1828, Ambroise, un sacerdote desencantado, salva en el último instante a un muchacho de 12 años que iba a suicidarse saltando por un precipicio. El chico se llama Max y su desesperada situación, pues no tiene ni familia ni hogar, le hicieron caer en la desesperación. Por tal de desviar su atención de la melancolía, Ambroise le enseña a jugar al ajedrez. Para su sorpresa, todo y que se trata de su primera partida, Max demuestra una comprensión genial del juego. A partir de ese momento, ambos recorrerán juntos los caminos, buscando contrincantes a los que Max derrota sin esfuerzos. Gracias a su talento, en los siguientes años, Max se labrará gran prestigio como jugador y eso le conducirá hasta el palacio de la Marquesa de Theux, apasionada del ajedrez, quien desea organizar una importante partida contra con Lord Staunton, un aristócrata inglés, consumado campeón.