Cinco jóvenes se comprometen a vivir juntos en una casa durante seis meses; numerosas cámaras filman cada uno de sus movimientos, que luego se retransmiten a todo el país. El premio es de un millón de dólares. Cada uno de ellos se ha apuntado movido por una razón diferente: la fama, el dinero, la aventura. Pero existe una regla en la casa que hace que este juego sea diferente del formato televisivo habitual: si un jugador deja la casa, todos pierden. El juego se convierte en un test moral. Cuando muere el abuelo de Danny, al que éste adora, ¿podrá su codicia vencer al amor que sentía por él? Cuando la asustadiza Emma encuentra sangre en su almohada, ¿qué es lo que le hace quedarse? ¿Y qué oscuro secreto esconde la casa que hace que todos ellos sientan que les observa algo más que un millón de ojos?
Por exigencias del proyecto, los cinco protagonistas debían trabajar siguiendo un método de rodaje inédito. No había marcas para los actores ni posiciones de cámara de las que debieran estar pendientes; de hecho, la mayor parte del tiempo no había cámaras visibles en absoluto.
