Killing the Devil

Ella (Jirina Bohdalová) tiene unos cuarenta años, es inteligente y atractiva, pero, lamentablemente, su soledad es absoluta. Aunque lleva su vida con bastante destreza, cada vez que la nostalgia la invade, comienza a anhelar la compañía de un hombre. Por eso, cuando recibe la llamada de Bohous Cert (Vladimír Mensík), un ingeniero y amigo de su juventud que aún la recuerda tan esbelta como una joven doncella, se emociona. La voz persuasiva de Cert la convence, y decide invitarlo a cenar. Prepara la comida con esmero y cuida meticulosamente su apariencia para la ocasión. Sin embargo, tras todos esos años, el ingeniero Cert ha cambiado mucho: ya no es delgado, y está bastante desgastado. Durante la cena, devora la comida entre palmadas y sorbos ruidosos, vaciando todo lo que encuentra en la nevera. Su comportamiento es grosero e incluso arrogante, pero él es un hombre, y ella, en su desesperada soledad, está dispuesta a perdonarlo todo.