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Sam Bellamy es un treintañero agente de policía judicial que presencia el asesinato a sangre fría de un anciano turista alemán. El autor del asesinato es bien conocido por Sam, se trata del anticuario Joseph Katz, a quien conoce desde hace veinte años y por el cual profesa un gran afecto, siendo para él prácticamente como un padre.
Katz es superviviente de los campos de concentración, fue el único de su familia que salió de ahí con vida y por eso ha aguardado tantos años para cobrarse la venganza. Sam se siente incapaz de proceder al arresto. Permite su huida. Horas después encuentran el cadáver de Katz. Para resolver este último crimen, Sam deberá ir de París a Berlín, de Hamburgo a Jerusalén, para encontrar respuestas.