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Antes de convertirse en un asesino a sueldo, Tul fue inspector de policía. Al negarse a aceptar un soborno para que hiciera la vista gorda en un asunto turbio que involucraba al hermano de un ministro una trampa le fue tendida y eso le hizo ser encerrado en la cárcel, sin embargo un tiempo después fue liberado por el misterioso Demon, quien a cambio le reclutó como sicario.
Durante un accidentada operación, Tul recibe un tiro en la cabeza y milagrosamente consigue sobrevivir. Un caso entre un millón, según le cuenta el doctor que le ha salvado. El tiro, eso sí, le ha dejado una peculiar secuela: lo ve todo del revés. Y ahora vuelven a ir a por él.