En la Hacienda de la Flor

Después del trágico desenlace relatado en Juan Charrasqueado, María decidió marcharse de su pueblo natal y retirarse junto a Juan, su hijo recién nacido, a unas tierras que sus hermanos habían adquirido lejos de la hacienda La Flor. Han transcurrido veinte años. Juan se ha convertido en un buen mozo y aprendido como trabajar las tierras y el ganado. Su madre siempre le ha hablado de su padre, Juan Robledo el 'charrasqueado', de quien no sólo ha heredado el nombre, también sus carácter temperamental y arrollador.
Un desengaño amoroso hace que Juan desee regresar a la tierra dónde nació y trabajar la hacienda familiar La Flor, abandonada desde entonces, que con el tiempo se ha granjeado cierta reputación de lugar maldito. Se da la circunstancia que esas tierras colindan con las de Luis Coronado, quien en tiempos también cortejó a María y fue quién disparó la bala mortal que acabó con Juan Robledo padre. Pero Juan ignora todo eso y además se ha enamorado perdidamente de Isabel, la hermosa hija de Luis Coronado.