El Astillero

Santa María, un pueblo melancólico de la costa rioplatense, en los años 50. Larsen, un empecinado rufián, quien en su día fue expulsado cuando intentó levantar un prostíbulo en la localidad, regresa a Santa María cinco años después, dispuesto a vengarse de quienes lo expulsaron y arruinaron su proyecto. La fachada que escogerá para guardar las apariencias será la de dirigir un astillero en recuperación.