¡Cómo hay gente sinvergüenza!

Enrique es un ladrón. Su principal objetivo son otros ladrones, a los que suele embaucar de las formas más diversas, dando el cambiazo en el momento oportuno o simplemente dando información falsa sobre los lugares dónde se ocultan los botines. Su eficaz método de trabajo será puesto a prueba cuando conozca a Silvia, una ladrona de bancos cuyo atractivo aspecto y gran inteligencia le harán un hueso duro de roer.
Silvia se ha propuesto realizar el robo de su vida y después retirarse, pues recientemente ha pasado por muchos problemas. Cuando cree que ya se ha hecho con unas valiosas joyas, se da cuenta que el agente de seguros le ha engañado. Ese agente, no es otro que Enrique. Silvia, decidida a llevarse el gato al agua, no cederá fácilmente y buscará la forma de recuperar el botín.