¡Ay amor... cómo me has puesto!

Tin Tan es un repartidor de pan que un día, mientras va en su bicicleta, se ve forzado a realizar una brusca maniobra para evitar ser atropellado por un coche. A consecuencia, derriba un puesto de periódicos, dónde se hallaba una joven llamada Margarita. Al socorrerla y tomar contacto con la familia, descubre que Margarita ha vivido excesivamente protegida y, tal y como recomienda el doctor que la atiende, en verdad lo que necesita es un poco de alegría y diversión. En se sentido, Tin Tan, dado su carácter dicharachero y festivo, puede ser de gran ayuda. Esta idea no cae demasiado bien a don Manuel, el padre de Margarita, un hombre muy conservador, siempre sobreprotector con su muchacha, sin embargo deberá acceder y permitir las visitas de Tin Tan... quien además se ha enamorado por primera vez en su vida.