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ZINEMALDIA 2011. Día 3. Aparecen las primeras joyas
Carlos Fernández, 19/09/2011
Como habéis podido leer en el artículo de Inés, hoy era el día de Glenn Close, que presentaba Albert Nobbs y recibía el premio Donostia por toda su carrera. La película no la he podido ver, ya que al estar fuera de concurso y viendo su inminente estreno de cara a la temporada pre-oscar preferí acercarme a otras propuestas que un principio tienen menos posibilidades de estrenarse en España. Lo que si he podido presenciar es lo maravillosa que es Glenn Close, que ha conseguido calmar el enfado de la prensa por un retraso de más de 20 minutos, con su buen hacer, su amabilidad y su predisposición a complacer a todo el mundo, hasta el punto de arrancarse a cantar en la rueda de prensa provocando uno de los momentos más emocionantes que yo he visto en el festival en los años que llevo. La rueda de prensa la podéis ver aquí
Entrando en materia y antes de enfrentarme a Take this waltz, la segunda película como directora de Sarah Polley y tercera cinta en entrar en competición vamos con lo prometido en el artículo anterior, un repaso por las dos películas más valoradas en las sección de Zabaltegui.
En el día de ayer pudimos disfrutar a primera hora de la mañana de la americana Silver tongues. Una película que gira en torno a una pareja que viaja de ciudad en ciudad adoptando nuevas identidades en cada lugar. Impulsados por un insaciable apetito de cambio y sin que les importen las consecuencias. Un juego en el que se verán implicados de una forma que no esperaban.

La cinta es un continuo giro de guión construido magníficamente para tener al espectador engañado mientras dura la proyección. El engaño además consigue mantener al espectador completamente pegado a la pantalla.
Seleccionada para competir en la sección Zabaltegui-Nuevos directores estamos ante una película que no parece una ópera prima, no solo por lo bien construida que está la historia, sino porque la dirección y la fotografía es impecable. Y si la parte técnica es para enmarcar no lo es menos la parte actoral, donde destaca sobretodo Lee Tergesen con un papel de actor manipulador muy repulsivo. Uno de esos papeles que enemistan al público con el personaje pero son una autentica maravilla para el lucimiento de quien los interpreta.
La película consiguió arrancar muchos aplausos a los pocos miembros de la crítica que se dieron cita para visionarla después de la resaca post-fiesta de inauguración. Pero su buen hacer se ha visto recompensado al conseguir colocarse primera en las votaciones del jurado joven, con una nota de 8,45 sobre 10, lo que la colocan en una puntuación magnifica para acabar llevándose el premio.
Un consejo por si alguna vez se estrena la película y para que sorprenda igual que está sorprendiendo en aquí es recomendable NO leer la sinopsis de la película que hay en la web del festival de San Sebastián donde se encuentra un spoiler de los gordos.

La otra película que está recopilando solo críticas positivas y buenos comentarios al finalizar sus proyecciones es la segunda película como directora de Nadine Labaki que con Et maintenant, on va où? Nos cuenta una fábula sobre la rivalidad entre cristianos y musulmanes en el Líbano, una historia muy dramática a la que la directora libanesa arropa con un manto de comedia y algunos números musicales.
La historia se desarrolla en un pequeño pueblo de Líbano aislado de la ciudad e incomunicado por estar rodeado de minas anti-personas y donde conviven en paz musulmanes y cristianos hasta que empiezan a llegar noticias de que la guerra entre ellos en las ciudades ha vuelto a comenzar. Para evitar que sus maridos e hijos se maten, las mujeres cristianas y musulmanas trazan un plan para tener a sus maridos entretenidos.
La película trata durante casi todo el metraje el problema religioso con muchos elementos cómicos, impagable es la escena de la conversación con la virgen o la fantástica escena que cierra el film cargada de emoción pero que acaba consiguiendo una carcajada del público, pero además Nadine Labaki consigue que la comedia combine perfectamente con escenas más dramáticas que acaban por sacar alguna lágrima a los espectadores.
Como ya sucedió con Caramel, Labaki, ha conseguido la formula de conectar con el público, desde su llegada a Donosti ha demostrado su simpatía por la ciudad en la que con esta ya suma tres visitas y bromeo con la posibilidad de que esta vez también le diesen el premio del público. Posibilidad que al final será una realidad pues la película ha conseguido más de un 9 sobre 10 en las votaciones del público.
Como curiosidad os dejo un video con la ovación que recibió la película en cuanto empezaron a salir los títulos de crédito. El video corresponde a los segundos finales de los mismos y como a pesar de haber terminado los créditos el público siguió en pie aplaudiendo hasta que la directora se fue de la sala.

Como comentaba al principio la única película que entraba hoy (por ayer) en la sección oficial a concurso ha sido Take this waltz, segunda incursión tras las cámaras de la actriz canadiense Sarah Polley. Si en su primer film Polley dirigía un drama sobre el amor y el Alzheimer en esta ocasión nos encontramos con una película romántica que empieza cuando Margot, interpretada de forma excelente por Michelle Williams, conoce a Daniel y surge de inmediato entre ellos una intensa química. Pero Margot intenta sofocar esa atracción ya que está felizmente casada con Lou.
La cinta, con claras influencias de Isabel Coixet, en ciertos momentos y sobretodo en la estética de determinadas escenas y sobre todo por el cine independiente americano actual, sobretodo más en el guión que en la forma de rodar la historia, arranca de manera magistral, pero a medida que pasan los minutos esa sensación de genialidad se va diluyendo y solo vuelve aparecer en momentos puntuales y el desarrollo se hace algo lento y dramatizado en exceso en comparación con el tono con el que la película arranca. En el último tercio consigue remontar el interés y cerrar la historia de forma más que notable.
Probablemente y para la historia que cuenta se podría haber cortado 20 minutos de metraje para dar más dinamismo y eliminar algún bajón de ritmo a lo largo de la cinta. A pesar de todo, la película tiene momentos realmente brillantes y Polley demuestra que con un guión más redondo puede hacer grandes cosas tras las cámaras. Al empezar los créditos el público ha recibido la película con aplausos y también se ha podido escuchar algún tímido silbido.
Como anécdota la proyección de la película se ha retrasado más de 10 minutos por que los miembros del jurado no han llegado a tiempo a la sala y al entrar han sido recibidos por una sonora pitada de los espectadores que estaban esperando que empezase la película.
También he podido disfrutar de Shame y Martha Marcy May Marlene pero todavía estoy digiriéndolas, así que en el próximo articulo hablaremos de ellas, de las dos películas que entran mañana en competición The deep blue sea, Los pasos dobles y estaremos atentos por si aparece alguna otra película revelación. Hasta entonces disfrutad del cine.
Carlos Fernández
Twitter: @charlyr2d2
Entrando en materia y antes de enfrentarme a Take this waltz, la segunda película como directora de Sarah Polley y tercera cinta en entrar en competición vamos con lo prometido en el artículo anterior, un repaso por las dos películas más valoradas en las sección de Zabaltegui.
En el día de ayer pudimos disfrutar a primera hora de la mañana de la americana Silver tongues. Una película que gira en torno a una pareja que viaja de ciudad en ciudad adoptando nuevas identidades en cada lugar. Impulsados por un insaciable apetito de cambio y sin que les importen las consecuencias. Un juego en el que se verán implicados de una forma que no esperaban.

La cinta es un continuo giro de guión construido magníficamente para tener al espectador engañado mientras dura la proyección. El engaño además consigue mantener al espectador completamente pegado a la pantalla.
Seleccionada para competir en la sección Zabaltegui-Nuevos directores estamos ante una película que no parece una ópera prima, no solo por lo bien construida que está la historia, sino porque la dirección y la fotografía es impecable. Y si la parte técnica es para enmarcar no lo es menos la parte actoral, donde destaca sobretodo Lee Tergesen con un papel de actor manipulador muy repulsivo. Uno de esos papeles que enemistan al público con el personaje pero son una autentica maravilla para el lucimiento de quien los interpreta.
La película consiguió arrancar muchos aplausos a los pocos miembros de la crítica que se dieron cita para visionarla después de la resaca post-fiesta de inauguración. Pero su buen hacer se ha visto recompensado al conseguir colocarse primera en las votaciones del jurado joven, con una nota de 8,45 sobre 10, lo que la colocan en una puntuación magnifica para acabar llevándose el premio.
Un consejo por si alguna vez se estrena la película y para que sorprenda igual que está sorprendiendo en aquí es recomendable NO leer la sinopsis de la película que hay en la web del festival de San Sebastián donde se encuentra un spoiler de los gordos.

La otra película que está recopilando solo críticas positivas y buenos comentarios al finalizar sus proyecciones es la segunda película como directora de Nadine Labaki que con Et maintenant, on va où? Nos cuenta una fábula sobre la rivalidad entre cristianos y musulmanes en el Líbano, una historia muy dramática a la que la directora libanesa arropa con un manto de comedia y algunos números musicales.
La historia se desarrolla en un pequeño pueblo de Líbano aislado de la ciudad e incomunicado por estar rodeado de minas anti-personas y donde conviven en paz musulmanes y cristianos hasta que empiezan a llegar noticias de que la guerra entre ellos en las ciudades ha vuelto a comenzar. Para evitar que sus maridos e hijos se maten, las mujeres cristianas y musulmanas trazan un plan para tener a sus maridos entretenidos.
La película trata durante casi todo el metraje el problema religioso con muchos elementos cómicos, impagable es la escena de la conversación con la virgen o la fantástica escena que cierra el film cargada de emoción pero que acaba consiguiendo una carcajada del público, pero además Nadine Labaki consigue que la comedia combine perfectamente con escenas más dramáticas que acaban por sacar alguna lágrima a los espectadores.
Como ya sucedió con Caramel, Labaki, ha conseguido la formula de conectar con el público, desde su llegada a Donosti ha demostrado su simpatía por la ciudad en la que con esta ya suma tres visitas y bromeo con la posibilidad de que esta vez también le diesen el premio del público. Posibilidad que al final será una realidad pues la película ha conseguido más de un 9 sobre 10 en las votaciones del público.
Como curiosidad os dejo un video con la ovación que recibió la película en cuanto empezaron a salir los títulos de crédito. El video corresponde a los segundos finales de los mismos y como a pesar de haber terminado los créditos el público siguió en pie aplaudiendo hasta que la directora se fue de la sala.

Como comentaba al principio la única película que entraba hoy (por ayer) en la sección oficial a concurso ha sido Take this waltz, segunda incursión tras las cámaras de la actriz canadiense Sarah Polley. Si en su primer film Polley dirigía un drama sobre el amor y el Alzheimer en esta ocasión nos encontramos con una película romántica que empieza cuando Margot, interpretada de forma excelente por Michelle Williams, conoce a Daniel y surge de inmediato entre ellos una intensa química. Pero Margot intenta sofocar esa atracción ya que está felizmente casada con Lou.
La cinta, con claras influencias de Isabel Coixet, en ciertos momentos y sobretodo en la estética de determinadas escenas y sobre todo por el cine independiente americano actual, sobretodo más en el guión que en la forma de rodar la historia, arranca de manera magistral, pero a medida que pasan los minutos esa sensación de genialidad se va diluyendo y solo vuelve aparecer en momentos puntuales y el desarrollo se hace algo lento y dramatizado en exceso en comparación con el tono con el que la película arranca. En el último tercio consigue remontar el interés y cerrar la historia de forma más que notable.
Probablemente y para la historia que cuenta se podría haber cortado 20 minutos de metraje para dar más dinamismo y eliminar algún bajón de ritmo a lo largo de la cinta. A pesar de todo, la película tiene momentos realmente brillantes y Polley demuestra que con un guión más redondo puede hacer grandes cosas tras las cámaras. Al empezar los créditos el público ha recibido la película con aplausos y también se ha podido escuchar algún tímido silbido.
Como anécdota la proyección de la película se ha retrasado más de 10 minutos por que los miembros del jurado no han llegado a tiempo a la sala y al entrar han sido recibidos por una sonora pitada de los espectadores que estaban esperando que empezase la película.
También he podido disfrutar de Shame y Martha Marcy May Marlene pero todavía estoy digiriéndolas, así que en el próximo articulo hablaremos de ellas, de las dos películas que entran mañana en competición The deep blue sea, Los pasos dobles y estaremos atentos por si aparece alguna otra película revelación. Hasta entonces disfrutad del cine.
Carlos Fernández
Twitter: @charlyr2d2