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Ya no habrá Goyas para los niños

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José Hernández, 21/06/2011

La Academia de Cine española ha anunciado varios cambios en sus reglas para la próxima edición de los Premios Goya. Hay dos alteraciones sustanciales. La primera es que la categoría de Mejor Película Hispanoamericana pasa a llamarse Mejor Película Iberoamericana, de forma que puedan integrarse en ella las producciones de países como Portugal y Brasil. La otra es bastante más mediática: los jóvenes menores de 16 años no podrán optar a los Premios Goya en cualquiera de sus categorías, algo que afecta principalmente a las de Mejor Actor y Actriz Revelación.
Según la Academia, la justificación para esta decisión es la "mera protección al menor, dado que el hecho de obtener el citado galardón implica una serie de circunstancias legales y civiles que la institución considera no recomendables para los menores de esa edad. Los galardonados con el Goya asumen automáticamente los derechos, pero también las obligaciones de todos los académicos, como el voto en las elecciones y el pago de las correspondientes cuotas a la Academia". Y añade que "este premio puede provocar a los menores de 16 años una serie de factores externos que condicionen su desarrollo profesional y personal sin el criterio y la responsabilidad que se le debe exigir a un profesional con la madurez deseable".
La realidad es muy distinta y mucho menos políticamente correcta. Según los mentideros cinematográficos, la decisión está motivada por las continuas quejas de los miembros de la Academia por el hecho de que el galardón de la categoría antes mencionada vaya a parar casi por defecto para algún niño actor. Esto no sienta nada bien entre los sectores más experimentados, que ven cómo un crío sin experiencia, sin estudios y quizás incluso sin intención de seguir su carrera obtiene un Goya cuando actores más veteranos, trabajadores y pagadores de sus cuotas no han visto uno ni en pintura. Vamos, que exigen que se tenga una cierta madurez o experiencia antes de darles un premio que quizá más adelante demuestren que no merecían.