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Venezia 2024. Bitelchús Bitelchús: Inauguración entre costuras
Immaculada Pilar, 29/08/2024
Damos por inaugurada la Mostra de Cinema de este año. Una Mostra que premiará a Peter Weir y a Sigourney Weaver; que ha sustituido a Netflix por Warner Bros en la mayor parte de la cartelería y que tiene a Isabelle Huppert de Presidenta del Jurado. Como ya comentamos, ha comenzado con una película que no aspira ni siquiera a resultar memorable. Inicio a medio gas a la espera de que mañana Pablo Larraín y Angelina Jolie comiencen con la competición.
Bitelchús Bitelchús: todo dentro de la batidora y ya veremos.
En 1988, un joven director, Tim Burton, con experiencia en televisión y en cintas de animación presentó Bitelchús. Una obra que le situaba en el panorama cinematográfico y le abría las puertas a dirigir proyectos como Batman (1989) y Eduardo Manostijeras (1990). Reconocido como uno de los realizadores que marcaron el final del siglo XX, su repercusión y el interés por su cine han ido disminuyendo según avanza el siglo XXI. De esta forma llegamos a 2024, año en que presenta al mundo Bitelchús Bitelchús.
La cinta es, por un lado, la revisión de unos personajes analógicos en tiempos de redes sociales y culto a la fama. Por otro lado, puede interpretarse como un cierre en muchos sentidos, de lo que podríamos llamar “Círculo Bitelchús”. Vuelven Winona Ryder, Catherine O’hara y algunos secundarios de la película del 88. Por supuesto está Michael Keaton. Llegan Willem Dafoe y Justin Theroux. También Monica Bellucci. Y se les une Jenna Ortega como el enlace con el Tim Burton más reciente. Con personajes caricaturescos, Ryder y Keaton tienen la que posiblemente sea la mejor escena de la película, mientras Ortega demuestra que tiene el carisma que se necesita para afrontar un personaje con tan pocos matices como el suyo. Claro que, ni Bitelchús Bitelchús ni su predecesora son películas de personajes. La esposa despechada a la que da vida Monica Bellucci nos da pistas desde el principio de cómo funcionará la película: recompuesta desde sus propios pedazos, luce sus costuras y las grapas que las unen con la presencia de diva de la actriz italiana. Pero el guión no deja de ser una serie de escenas que no desentonan vistas en conjunto, pero cuyo hilo conductor se antoja caprichoso y hasta forzado. Los secundarios nos dan buenas escenas, pero sus historias no acaban de encajar en la trama de los protagonistas. Y estos, en algunos momentos, parecen estrellas invitadas.
En el apartado artístico, Danny Elfman vuelve a ser el responsable de la banda sonora. Sin ser particularmente cautivadora, deja algunos momentos que sin duda elevan a la película. En cualquier caso, la versión del Banana Boat (Day-O) de Harry Belafonte que ha utilizado Burton se queda, a modo de concesión melancólica, como el momento musical más emotivo de la película. Haris Zambarloukos, responsable de fotografía habitual de las películas de Kenneth Branagh, tiene un trabajo que resulta poco memorable, cediendo bajo el peso del uso de efectos visuales. En conjunto, la película tiene una factura que luce bien en pantalla grande, pero no resulta sorprendente en ningún apartado.
Al contrario que otras películas que recuperan personajes de finales de los ochenta o algo posteriores, esta Bitelchús Bitelchús no juega la baza de la melancolía, ni la de la revisión desde los códigos de la sociedad actual. Tim Burton parece tan poco interesado en celebrar a sus personajes como en deshacerse de ellos. En conjunto, la película es entretenida, a ratos divertida y poco atrevida. Alborotada a ratos, acusa el querer dar voz a demasiados personajes que, a la hora de la verdad, aportan poco a la película, pero que nos dibujan una sonrisa sin demasiado esfuerzo.
Inauguradas también Orizzonti y la sección paralela Giornate degli Autori
El año pasado coincidieron en Cannes Bellocchio, Moretti y Rohrwacher. Cuando llegó la Mostra, el comentario repetido tras cada pase de una película italiana era que “el cine italiano bueno se había visto en Francia”. Desconocemos si este año será igual, pero si las películas inaugurales nos marcan el camino, sospechamos que no será el italiano el cine que más nos convenza. Ni Nonostante (Valerio Mastandrea), ni Coppia aperta quasi spalancata (Federica Di Giacomo) han entusiasmado en una jornada inicial bastante descafeinada. Ambas van de más a menos y no dejan momentos particularmente destacables, salvo el ver a la siempre resolutiva Dolores Fonzi en una buena interpretación en la película de Mastrandrea.