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Preview: Mi mujer es una actriz

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delbruck, 07/05/2003

Ficha
Director: Yvan Attal
Guión: Yvan Attal
Productores: Pierre Grunstein
Reparto: Charlotte Gainsbourg (Charlotte), Yva Attal (Yvan), Terence Stamp (John), Noémie Lvovsky (Nathalie), Laurent Bateau (Vincent)
Estreno el 9 de Mayo del 2003
Sinopsis
Mi mujer es una actriz cuenta la historia de Yvan, un periodista deportivo que comparte su vida con Charlotte, una actriz de la que está algo celoso. Cuando pasas todo el día en la cama con una actriz, desnudo, besándola y acariciándola, resulta extraño volver a casa por la noche y cenar con tu mujer. Aunque todo es un montaje, todo –o casi todo- es real.
Crítica
Interesante película del director y actor Yvan Attal, que nos presenta una historia mezcla de reflejo de experiencias personales, mezcla de ficción. Yvan se interpreta a si mismo (o al menos eso hace creer al espectador) para contar una historia de celos con muchos toques de humor. La cinta, una comedia romántica francesa, deja buen sabor de boca, pero de haber mantenido el ritmo inicial estaríamos hablando de una muy buena película. La idea es buena, y la forma de contarla también, pero el final de la historia se hubiera hecho más ameno, si el director hubiera ido más al grano en lugar de perderse en planos que a pesar de contar con una gran belleza artística, aportan poco a la comprensión del guión.
Mi mujer es una actriz se basa en la relación que existe entre Yvan (Yvan Attal) y su mujer Charlotte (Charlotte Gainsbourg). Yvan es un comentarista deportivo casado con una famosa actriz, y la fama de su mujer le causa celos e incomodidad. La relación que se establece entre John (Terence Stamp) y Charlotte mientras ruedan una película en Londres, llevará a Yvan al extremo de la descofianza. Los sentimientos que vemos en la pantalla son sinceros y por momentos parecen reales (Yvan y Charlotte son pareja en la vida real), director y actriz parecen estar contándonos una etapa de su vida personal y real.
Todo este embrollo de pasiones y celos se ve aliviado por las constantes situaciones cómicas que nos propone el director, que consiguen una primera mitad de metraje muy dinámica. Este argumento se mezcla durante toda la película con la historia de la hermana de Yvan, Nathalie (Noémie Lvovsky) y su marido Vincent (Laurent Bateau) en la cual ambos luchan denodadamente por la circuncisión de su futuro hijo. Nathalie, orgullosa de ser judía desea ver a su hijo convertido en un buen descendiente de Abraham, mientras que Vincent ateo confeso se niega sobre manera. Con esta historia corta que se entremezcla con la principal el director consigue desviar la atención cuando es necesario y meter constantes toques de humor a la trama.
En definitiva, Mi mujer es una actriz es una película recomendable, que nos hará pasar un buen rato y que además nos mostrará lo difícil que pueden llegar a ser las relaciones de pareja en el mundo del séptimo arte. Unas buenas interpretaciones, diálogos bien trabajados y humor en su justa medida hacen que el trabajo del director galo merezca la pena. Quizás el exceso de metraje desluce el resultado final, cuando ya has contado una historia, alargarla sólo puede empeorarla.
Dar desde aquí nuestro agradecimiento a Wanda Vision y a Nirvana por invitarnos al pase de prensa.