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Preview: "El furgón"
delbruck, 27/04/2003
Ficha
Director: Benito Rabal
Productor: Julio Fernández y Félix Rodríguez
Reparto: Sancho Gracia, Pablo Carbonell, Carlos Fuentes, Elsa Pataky y Aitor Mazo
Fotografía: Ángel Alderete
Música: Juan Pablo Muñoz Zielinski
Guión: Benito Rabal
Montaje: José María Biurrun
Sinópsis
Como consecuencia de un accidente de tráfico, tres delincuentes de poca monta (un carterista manco, un pobre hombre nacido en la cárcel y un joven con mala suerte que aspira a tener un taller mecánico) logran escapar del furgón policial que les conduce a la cárcel. En su huida se encuentran con Nina y se verán involucrados en una historia de mafias y tráfico de plutonio.
Crítica
La desilusión que uno experimenta tras ver esta película deja en muy mal lugar al cine español, pero no generalicemos que si no nos pueden acusar de oportunistas. Lo que es cierto, y esto muy poca gente lo negará, es que El furgón es una película muy floja, sin un argumento sólido, donde los sucesos se van encajando sobre la marcha, metidos con calzador y sin ninguna explicación ni coherencia. Tras ver la película el espectador puede pensar dos cosas, el director y guionista es bueno y he visto una buena comedia, o por el contrario el director y guionista ha rodado una película "seria" y nos ha tomado el pelo. Los ejemplos de falta de claridad en la historia son muchos, desde la clásica escena ya repetida del accidente del furgón de los presos, a la escena en la cual Pablo Carbonell, ataca la puerta de un juez con un hacha que casualmente encuentra en la papelera del magistrado. Esta falta de ritmo hace que la película no sea para nada creible, y las interpretaciones de los actores tampoco ayudan mucho, empezando por el papel de Elsa Pataky, que de rusa tiene más bien poco y su acento inglés es cuanto menos gracioso (eso si su aparición en escena, emulando a Úrsula Andrews, con un bikini blanco dejará a muchos prendados). Otro papel poco creible es el de Aitor Mazo, que exagera hasta la saciedad su papel de macarra resentido con la sociedad.
Punto y a parte para hablar de Sancho Gracia, que aunque personalmente no me ha gustado, he de reconocer que tablas le sobran y mantiene a flote este Titanic. Por último Pablo Carbonell, pone el punto de humor que salva ciertas escenas, haciendo de lo que sabe hacer, un tipo con un gran sentido del humor, que consigue con su papel del "tonto" Santos sacarnos alguna sonrisa.
Tiempo ahora para las colaboraciones especiales, que son unas cuantas. Como casi siempre magnífico en su papel de abogado, un Luis Cuenca que mejora con los años como el buen vino. La aparición de Luis Galiana como Juez tampoco pasa desapercibida y es de agradecer aunque sea corta. Rafael Álvarez "El brujo" tiene un papel demasiado corto y sin contenido como para decir algo más de su paso por la película. Otro de los que lleva ya muchos años en esto os resultará familiar en El furgón, y si os fijáis reconoceréis a Oscar Ladoire sentado como cajero en el banco, su intervención no pasa de ser un pequeño cameo.
Poco más que decir de esta decepcionante película. Por momentos provoca una sonrisa pero su falta de sentido dejará frío hasta al espectador más voluntarioso.
Director: Benito Rabal
Productor: Julio Fernández y Félix Rodríguez
Reparto: Sancho Gracia, Pablo Carbonell, Carlos Fuentes, Elsa Pataky y Aitor Mazo
Fotografía: Ángel Alderete
Música: Juan Pablo Muñoz Zielinski
Guión: Benito Rabal
Montaje: José María Biurrun
Sinópsis
Como consecuencia de un accidente de tráfico, tres delincuentes de poca monta (un carterista manco, un pobre hombre nacido en la cárcel y un joven con mala suerte que aspira a tener un taller mecánico) logran escapar del furgón policial que les conduce a la cárcel. En su huida se encuentran con Nina y se verán involucrados en una historia de mafias y tráfico de plutonio.
Crítica
La desilusión que uno experimenta tras ver esta película deja en muy mal lugar al cine español, pero no generalicemos que si no nos pueden acusar de oportunistas. Lo que es cierto, y esto muy poca gente lo negará, es que El furgón es una película muy floja, sin un argumento sólido, donde los sucesos se van encajando sobre la marcha, metidos con calzador y sin ninguna explicación ni coherencia. Tras ver la película el espectador puede pensar dos cosas, el director y guionista es bueno y he visto una buena comedia, o por el contrario el director y guionista ha rodado una película "seria" y nos ha tomado el pelo. Los ejemplos de falta de claridad en la historia son muchos, desde la clásica escena ya repetida del accidente del furgón de los presos, a la escena en la cual Pablo Carbonell, ataca la puerta de un juez con un hacha que casualmente encuentra en la papelera del magistrado. Esta falta de ritmo hace que la película no sea para nada creible, y las interpretaciones de los actores tampoco ayudan mucho, empezando por el papel de Elsa Pataky, que de rusa tiene más bien poco y su acento inglés es cuanto menos gracioso (eso si su aparición en escena, emulando a Úrsula Andrews, con un bikini blanco dejará a muchos prendados). Otro papel poco creible es el de Aitor Mazo, que exagera hasta la saciedad su papel de macarra resentido con la sociedad.
Punto y a parte para hablar de Sancho Gracia, que aunque personalmente no me ha gustado, he de reconocer que tablas le sobran y mantiene a flote este Titanic. Por último Pablo Carbonell, pone el punto de humor que salva ciertas escenas, haciendo de lo que sabe hacer, un tipo con un gran sentido del humor, que consigue con su papel del "tonto" Santos sacarnos alguna sonrisa.
Tiempo ahora para las colaboraciones especiales, que son unas cuantas. Como casi siempre magnífico en su papel de abogado, un Luis Cuenca que mejora con los años como el buen vino. La aparición de Luis Galiana como Juez tampoco pasa desapercibida y es de agradecer aunque sea corta. Rafael Álvarez "El brujo" tiene un papel demasiado corto y sin contenido como para decir algo más de su paso por la película. Otro de los que lleva ya muchos años en esto os resultará familiar en El furgón, y si os fijáis reconoceréis a Oscar Ladoire sentado como cajero en el banco, su intervención no pasa de ser un pequeño cameo.
Poco más que decir de esta decepcionante película. Por momentos provoca una sonrisa pero su falta de sentido dejará frío hasta al espectador más voluntarioso.