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Presentación Menina Casilda en New York
Álvaro de Paz, 24/06/2022
Aprovechando la presentación de la película Menina Casilda en Nueva York, CINeol tuvo la oportunidad de entrevistar a su director Eric du Bellay y a su protagonista Álvaro de Paz.
Durante el confinamiento en Madrid, Diego, un actor de 35 años, secuestra a Sarah, de 20. El quiere que ella sea su publico, que le de la replica... Menina Casilda es una comedia de autor sobre la soledad y el arte del actor.
Podéis ver el trailer aquí
Entrevista a Eric du Bellay
Éric du Bellay, el autor, director y productor, en el set.
¿Dígame a qué películas se podría parecer Menina Casilda?
Creo que Menina Casilda no tiene ningún equivalente, al menos que yo conozca. Hay películas de secuestros, pero nunca son comedias. Excepto quizás Átame (1989), de Pedro Almodóvar.
Intenté cada vez frustrar y sorprender las expectativas del espectador. También está el homenaje al cine, con las escenas reinterpretadas de clásicos como Kramer contra Kramer (1979) o El Guardaespaldas (1992) (1992). Me pregunté por qué ninguna película (o casi ninguna) citaba expresamente a otra. No he encontrado ninguna ley que lo prohíba, siempre y cuando se mencione a los autores del guion en la película y sea un homenaje voluntario y, por tanto, no un plagio. Esta es una de las muchas apuestas de la película. Me imagino que si un estudio importante me demanda por no pedir permiso, Menina Casilda habrá tenido el suficiente éxito como para llegar hasta los grandes de Hollywood. ¡Sería una buena noticia en mi desgracia!
¿Cómo definirías tu cine?
Me considero más un cineasta de drama. Sin embargo, mis dos últimas películas, Menina Casilda y mi cortometraje, Padre e hija, son comedias dramáticas. Disfruté torciendo situaciones para sacar el humor y oír risas en la sala de cine. Siempre trato de mantener la risa cercana a las lágrimas o de sentimientos contradictorios. Me gusta emocionar a la gente. La comedia nunca es el único género para mí. De manera general, tras seis cortos y un largometraje, diría que intento, con los medios que tengo, de hacer un cine estético y sensual. Siempre hay un tema sobre las relaciones hombre-mujer, las relaciones amorosas y el poder. Como espectador me gustan todos los géneros. Como cineasta, me gustaría poder hacer un poco de todo.
¿Para qué tipo de público o espectador crees que está hecha tu película?
Creo que es un público más bien adulto y amante del cine. Para que el humor de la película funcione es necesario haber visto al menos alguna de las películas de referencia. Es posible que la película guste más a los hombres que a las mujeres, pero he recibido comentarios muy positivos de ambos sexos. Tiene que gustarle el cine un poco fuera de lo común. Para mí, el cine debe salirse de lo común, hacerte viajar, soñar, llorar, reír, sorprenderte. Veo demasiadas películas que se limitan a desplegar un tema social como si fuera una tesis a defender. Una tesis políticamente correcta, por supuesto. Estoy convencido de que el público sabe distinguir una obra sincera y original y que lo necesita.
¿Cuál es la mayor dificultad de escribir, pensar y dirigir en otro idioma diferente al tuyo?
No me pareció demasiado difícil. Intento contar historias universales. He rodado un cortometraje en Islandia, Blind Seam, ¡sin hablar el idioma! Escribí el guion en inglés. Los actores hicieron su traducción y les dirigí en inglés. La dificultad fue encontrar un montador en París que entendiera el islandés. Hablo español porque he vivido en países de habla hispana durante más de doce años. Confío en los actores. Saben lo que suena bien y lo que no. Para Menina Casilda trabajé con Mario Parra para los diálogos. Un guionista de mucho talento. El resto del trabajo de adaptación se hizo en el plató con los actores. El rodaje era tan flexible que pude escribir y rodar nuevas escenas de un día para otro. Soy un director muy instintivo, que escucha mucho. No dudo en pedir mas tomas a los actores hasta estar seguro de que oigo el tono adecuado.
¿Qué secuencia fue la más complicada de rodar?
No recuerdo una escena especialmente difícil. Había escenas largas de diálogo y acción, como la escena en la que Sarah descubre el salón y trata de noquear a Diego. Lo que me resultó difícil fue no tener un verdadero primer ayudante de dirección en el plató. Fue una sobrecarga de presión para mí. Me encontré en la situación esquizofrénica de tener que mirar el reloj y crear al mismo tiempo. Las escenas de la calle fueron difíciles de rodar porque se suponía que todavía estábamos encerrados, lo que ya no era el caso en el momento del rodaje. Así que había ruido y tráfico, obras en un edificio vecino, una mudanza... Y no teníamos derecho a exigir silencio. Se necesitó mucha diplomacia.
Álvaro de Paz y Éric du Bellay en el piso 92 de la Summit Tower de Nueva York.
¿Cómo te gusta o qué buscas en un actor?
Es algo muy misterioso elegir a un actor. Necesito querer filmarlo, observarlo. Necesito ver al personaje. El actor debe tener obviamente un excelente nivel de interpretación, pero también debe saber jugar en el sentido de divertirse. Dejo un buen margen de libertad en la interpretación. Siempre pienso que al actor se le ocurrirá algo. Les dejo siempre hacer las primeras tomas. Algunos actores necesitan calentar, otros no. Tuvimos mucha suerte en Menina Casilda con Álvaro de Paz y Paula Varela. Aportaron mucho a sus personajes. Álvaro tiene muchos matices en su actuación, es sutil y sensible. Paula es más instintiva e imprevisible. Era su primer rodaje. Los dos trabajaron muy bien juntos. Es como si se complementaran. Son tan diferentes en la vida como sus personajes en la ficción y, sin embargo, la química, la complicidad, estaba ahí. Luisa Fernández aporta todo el encanto y el humor al personaje de Yolanda. Juanjo Sanjosé, que interpreta al padre de Diego, me emocionó en la larga secuencia de confidencias. Imaginad que estaba a distancia en una oficina, por skype, sin poder vernos realmente en la pantalla. Fue difícil para él y, sin embargo, todo es maravillosamente preciso: el ritmo, los silencios, la emoción. Helena Lanza tuvo la amabilidad de venir a hacer el papel de repartidora. Estuvo fantástica y divertida a cada toma, aunque tuvimos que rehacer la escena 12 veces por el ruido y el tráfico.
¿Cómo fue el estreno mundial de Menina en USA?
El viaje a Estados Unidos fue muy intenso. Había vivido en Nueva York durante varios meses en 2003. Fue un placer ver la ciudad aún más alta, aún más loca. La acogida en Long Beach Island, en Nueva Jersey, fue muy agradable y cálida. Sentimos mucho amor por las películas. Nuestra proyección fue un viernes por la noche, un momento muy bueno. Una casa agradable, casi llena. Dos de los directores y programadores del festival estuvieron presentes para moderar la sesión y hacer preguntas. Hubo muchas risas y reacciones en la sala. Nos quedamos casi 1 hora después del final de la película. En los días siguientes, la gente paraba a Álvaro por la calle para hablar de la película. Tuvimos la agradable sensación de ser los favoritos. Volvimos a Madrid con estrellas en los ojos, llenos de nuevos contactos.
¿Cuáles son los siguientes pasos a seguir de tu película?
Estamos esperando las respuestas de muchos festivales. Esperamos que Menina Casilda se vea, a pesar del número récord de películas enviadas a los festivales este año. Es una película original y frágil, que necesita mucho cariño. El siguiente paso es tener una buena carrera de festivales en España y a nivel internacional, y luego encontrar un distribuidor. Por supuesto, nos gustaría estrenarla en los cines. Eso sería genial. Pero sobre todo esperamos venderlo a una plataforma. Creo que Menina Casilda es una película insólita, libre, mas profunda de lo que parece, hecha con muchas ganas y corazón. Merece ser vista y acompañada. Podría, con el tiempo y un poco de suerte, convertirse en un culto. Muchas personas nos han dicho que quieren volver a verla, para captar todas las referencias.
¿Cuál es tu siguiente proyecto?
Mi próximo proyecto es una miniserie en seis episodios de 45 minutos, llamada Primo Hermana. Es la historia, desde los años 90 hasta la actualidad, de un amor frustrado entre dos primos, Mateo e Irene, que se llevan 4 años de diferencia y que se reúnen muy a menudo en la casa vinícola de la familia. La edad de los personajes cambia en cada capítulo. Estos son seis momentos de la vida. Esos momentos que lo cambian todo. Este es un proyecto muy importante para mí, sobre un tema que es a la vez universal y perfectamente tabú. Buscamos un productor para este proyecto. Todavía estamos en la fase de redacción. El rodaje puede tener lugar en España, en las regiones vinícolas, o en América Latina. Estoy encantado de trasladar este proyecto a otros espacios. Es un reto muy emocionante.
¿Qué diferencias ves entre el sistema de cines en Francia y España a la hora de producir? Que cambiarias?
La producción de películas para el cine es muy difícil, tanto en Francia como en España. En Francia, todo está centralizado en el Centro Nacional del Cine (CNC). El cine independiente apenas existe. Las reglas del juego, las leyes laborales son muy estrictas y los rodajes están muy regulados. No podría haber rodado Menina Casilda en Francia, no con el presupuesto que tenía. No he tenido la suerte de conseguir financiación, aparte de becas de escritura, en Francia. Y sin financiación pública, es imposible hacer una película de autor. En España hay una especie de tolerancia o benevolencia hacia el cine independiente. Así que estoy muy agradecido a España, al ICAA, por su ayuda y asesoramiento. Me reuní con un gran equipo de diferentes partes de España para hacer esta película. Eran jóvenes, muy profesionales, y apostaron por esta aventura, creyeron que Menina Casilda iba a salir adelante. Les agradezco muchísimo : Nicole, Frano, Alex, Sara H, Sara L, María, Bárbara, los becarios de Visual Rent, ReptilStudios... No cambiaria nada porque no hay una solución sencilla. Hay demasiada competición, demasiadas películas, demasiados proyectos, en una época en que la gente ya casi no va al cine. El futuro, nos guste o no, está en las plataformas.
Paula Varela en la secuencia homenaje a Perros de Paja
¿Podría haber una segunda Menina?
No lo creo. Lo que sí espero es que una productora compre los derechos de remake para rehacer la película para un país u otro. Entonces seria el director, por contrato. Me encantaría tener más dinero para hacer una película mejor. No me malinterpreten, estoy muy orgulloso de Menina Casilda. Creo que es un pequeño milagro. Hemos hecho mucho, con muy poco, con el máximo riesgo. Pero deseo para mí, para mi equipo, para mis actores, tener los medios financieros para hacer las cosas bien y pagar a la gente lo justo.
Entrevista a Álvaro de Paz
Álvaro de Paz preparandose para la secuencia homenaje a El último Mohicano.
¿Cómo te has preparado para el papel de Diego?
Hace unos días fui a ver la película de Nicolas Cage en la que se interpreta a si mismo:
“El Insoportable Peso de un talento descomunal” y pensé inevitablemente en Menina Casilda.
Salvando por mucho las distancias. Ya que hablamos de un actor que literalmente se interpreta a si mismo. Es este un ejemplo divertido de lo que esta historia propone en su arranque.
Digamos que la preparación de este personaje fue una lucha diaria por no juzgar a alguien que es capaz de raptar a otra persona, este ya es un punto de partida demasiado potente como para obviarlo.
Pero siempre pivotando sobre esa pata construí poco a poco a Diego Villanueva a base de robotizar mis movimientos, para que sean más tranquilos y medidos a los míos, que son de alguien de naturaleza nerviosa. Busqué una manera casi robótica de moverme por el espacio y una voz no muy alejada de la mía, pero si lo suficiente como escucharme y saber que no era yo. Lo demás fue viniendo sólo, dejándome llevar día a día por las secuencias que tocaban.
¿Te consideras cercano al personaje?
Evidentemente si pero a la vez soy un polo completamente opuesto. Me da pena su soledad elegida, verle como una persona tan introvertida y repleta de miedos de todo tipo. No digo que yo no los tenga, porque todos nadamos en miedos, pero al contrario de Diego yo me tomo mi profesión de otra manera. La veo como un privilegio y un divertimento, también como un trabajo, pero no al punto de angustia donde lo lleva él. Tal es el punto que decide raptar a una persona por la calle para que le de las réplicas en plena pandemia. Digamos que ese grado de locura psicópata es muy complicada de entender, es por ello que intenté humanizarle lo más posible desde el estómago, que es por donde pasa todo, no el corazón o la cabeza.
¿Qué hizo que aceptaras este proyecto?
Mira, una vez leí una entrevista del actor Alberto San Juan que decía: “En este país ningún actor puede permitirse el lujo de elegir. Eso solo lo hace Javier Bardem” Bueno contestando con esta cita en parte a tu pregunta, la otra razón es que cuando lo leí era primero un cortometraje. En seguida pude ver y así se lo dije a Eric que ahí había una película y no se porqué me hizo caso, pero aquí estamos. Mira para un actor mi papel es un regalo, también es cierto que un regalo muy exigente, pero bendito regalo...
¿Crees que este proyecto existiría sin ti?
Si te soy completamente sincero: no. Creo en mayor o menor medida está impregnado de mí por muchas razones. También te digo que cuando me dijeron que una producción en la que iba a trabajar se adelantaría, pensé que ese era el fin de Menina, o al menos de mi participación en ella. Pero al final todo se colocó en el orden correcto gracias al Dios del cine y se pudieron rodar ambas cosas. Ambos proyectos que tantas buenas noticias me están dando...
¿Crees que Diego y Sara se enamoran?
Creo que ella no se enamora de Diego, sino que le compra con todo lo que ve, al menos para pasar esos días allí con él. No nos olvidemos que le sigue teniendo en su casa raptada, y por mucho que ella pueda sentirse más o menos a gusto, es este un detalle evidente. Por otro lado encuentra en ella una compañera en muchos sentidos, no hay connotación sexual. Realmente le quiere para poder ensayar y no quedarse colgado y desentrenado de su profesión en plena pandemia. Pero con los días ve en ella algo más, el qué, creo que ni quiera lo sabe...
¿Cómo es Eric como director?
Exigente consigo mismo y con todo lo que rodea a su película antes, durante y después. Se nota que es un buen padre porque le cuida con la misma obsesión y ternura que a su propia hija. Le debo estar muy agradecido por pensar que estaba capacitado para poder llegar a las emociones y directrices precisas que me pedía en medio de una secuencia. Me he sentido muy bien dirigido, ya que para un actor es fundamental saber que el director del barco sabe por donde quiere navegar. Eso te da tranquilidad y confianza a la hora de lanzarte al vacío.
¿Cómo fuisteis acogidos en el festival de Estados unidos?
La verdad es que fue una acogida excelente. Estuvimos en todo momento arropados y sentimos que nuestra pequeña película gustó y mucho. Es extraño recibir elogios en otro idioma, y es un espaldarazo a un proyecto realizado con las entrañas.
El director aprovecha esta entrevista para agradecer a su equipo técnico y artístico : Álvaro DE PAZ, Paula VARELA, Luisa FERNÁNDEZ, Juanjo SANJOSÉ, Helena LANZA, Mario PARRA (Guion), Nicole J. GALLO (DOP), Frano RODRÍGUEZ (Sonido), Sara HARO MENA (Arte), Sara LOPEZ PASCUAL (Vestuario), María MONTERO SENSO (Maquillaje), Barbara GARCÍA BOLAÑOS (Script), Alex MOJARRIETA GALASO (Producción), Cayetana REYES (Edición), Alex MARAIS y Alex ASENSI (Montaje de Sonido y mix), Miguel PALOMAR (Color), Cristian OLARTE GUGLIARA (Música), Sonia URÍA (Prensa), Ingmar VALLANO (Coproductor), Gwladys BERNARD (Coproductora), el equipo de VISUAL RENT, los artistas que nos dejaron utilizar sus músicas, el ICAA y muchos, muchos mas...
Durante el confinamiento en Madrid, Diego, un actor de 35 años, secuestra a Sarah, de 20. El quiere que ella sea su publico, que le de la replica... Menina Casilda es una comedia de autor sobre la soledad y el arte del actor.
Podéis ver el trailer aquí
Entrevista a Eric du Bellay
Éric du Bellay, el autor, director y productor, en el set.
¿Dígame a qué películas se podría parecer Menina Casilda?
Creo que Menina Casilda no tiene ningún equivalente, al menos que yo conozca. Hay películas de secuestros, pero nunca son comedias. Excepto quizás Átame (1989), de Pedro Almodóvar.
Intenté cada vez frustrar y sorprender las expectativas del espectador. También está el homenaje al cine, con las escenas reinterpretadas de clásicos como Kramer contra Kramer (1979) o El Guardaespaldas (1992) (1992). Me pregunté por qué ninguna película (o casi ninguna) citaba expresamente a otra. No he encontrado ninguna ley que lo prohíba, siempre y cuando se mencione a los autores del guion en la película y sea un homenaje voluntario y, por tanto, no un plagio. Esta es una de las muchas apuestas de la película. Me imagino que si un estudio importante me demanda por no pedir permiso, Menina Casilda habrá tenido el suficiente éxito como para llegar hasta los grandes de Hollywood. ¡Sería una buena noticia en mi desgracia!
¿Cómo definirías tu cine?
Me considero más un cineasta de drama. Sin embargo, mis dos últimas películas, Menina Casilda y mi cortometraje, Padre e hija, son comedias dramáticas. Disfruté torciendo situaciones para sacar el humor y oír risas en la sala de cine. Siempre trato de mantener la risa cercana a las lágrimas o de sentimientos contradictorios. Me gusta emocionar a la gente. La comedia nunca es el único género para mí. De manera general, tras seis cortos y un largometraje, diría que intento, con los medios que tengo, de hacer un cine estético y sensual. Siempre hay un tema sobre las relaciones hombre-mujer, las relaciones amorosas y el poder. Como espectador me gustan todos los géneros. Como cineasta, me gustaría poder hacer un poco de todo.
¿Para qué tipo de público o espectador crees que está hecha tu película?
Creo que es un público más bien adulto y amante del cine. Para que el humor de la película funcione es necesario haber visto al menos alguna de las películas de referencia. Es posible que la película guste más a los hombres que a las mujeres, pero he recibido comentarios muy positivos de ambos sexos. Tiene que gustarle el cine un poco fuera de lo común. Para mí, el cine debe salirse de lo común, hacerte viajar, soñar, llorar, reír, sorprenderte. Veo demasiadas películas que se limitan a desplegar un tema social como si fuera una tesis a defender. Una tesis políticamente correcta, por supuesto. Estoy convencido de que el público sabe distinguir una obra sincera y original y que lo necesita.
¿Cuál es la mayor dificultad de escribir, pensar y dirigir en otro idioma diferente al tuyo?
No me pareció demasiado difícil. Intento contar historias universales. He rodado un cortometraje en Islandia, Blind Seam, ¡sin hablar el idioma! Escribí el guion en inglés. Los actores hicieron su traducción y les dirigí en inglés. La dificultad fue encontrar un montador en París que entendiera el islandés. Hablo español porque he vivido en países de habla hispana durante más de doce años. Confío en los actores. Saben lo que suena bien y lo que no. Para Menina Casilda trabajé con Mario Parra para los diálogos. Un guionista de mucho talento. El resto del trabajo de adaptación se hizo en el plató con los actores. El rodaje era tan flexible que pude escribir y rodar nuevas escenas de un día para otro. Soy un director muy instintivo, que escucha mucho. No dudo en pedir mas tomas a los actores hasta estar seguro de que oigo el tono adecuado.
¿Qué secuencia fue la más complicada de rodar?
No recuerdo una escena especialmente difícil. Había escenas largas de diálogo y acción, como la escena en la que Sarah descubre el salón y trata de noquear a Diego. Lo que me resultó difícil fue no tener un verdadero primer ayudante de dirección en el plató. Fue una sobrecarga de presión para mí. Me encontré en la situación esquizofrénica de tener que mirar el reloj y crear al mismo tiempo. Las escenas de la calle fueron difíciles de rodar porque se suponía que todavía estábamos encerrados, lo que ya no era el caso en el momento del rodaje. Así que había ruido y tráfico, obras en un edificio vecino, una mudanza... Y no teníamos derecho a exigir silencio. Se necesitó mucha diplomacia.
Álvaro de Paz y Éric du Bellay en el piso 92 de la Summit Tower de Nueva York.
¿Cómo te gusta o qué buscas en un actor?
Es algo muy misterioso elegir a un actor. Necesito querer filmarlo, observarlo. Necesito ver al personaje. El actor debe tener obviamente un excelente nivel de interpretación, pero también debe saber jugar en el sentido de divertirse. Dejo un buen margen de libertad en la interpretación. Siempre pienso que al actor se le ocurrirá algo. Les dejo siempre hacer las primeras tomas. Algunos actores necesitan calentar, otros no. Tuvimos mucha suerte en Menina Casilda con Álvaro de Paz y Paula Varela. Aportaron mucho a sus personajes. Álvaro tiene muchos matices en su actuación, es sutil y sensible. Paula es más instintiva e imprevisible. Era su primer rodaje. Los dos trabajaron muy bien juntos. Es como si se complementaran. Son tan diferentes en la vida como sus personajes en la ficción y, sin embargo, la química, la complicidad, estaba ahí. Luisa Fernández aporta todo el encanto y el humor al personaje de Yolanda. Juanjo Sanjosé, que interpreta al padre de Diego, me emocionó en la larga secuencia de confidencias. Imaginad que estaba a distancia en una oficina, por skype, sin poder vernos realmente en la pantalla. Fue difícil para él y, sin embargo, todo es maravillosamente preciso: el ritmo, los silencios, la emoción. Helena Lanza tuvo la amabilidad de venir a hacer el papel de repartidora. Estuvo fantástica y divertida a cada toma, aunque tuvimos que rehacer la escena 12 veces por el ruido y el tráfico.
¿Cómo fue el estreno mundial de Menina en USA?
El viaje a Estados Unidos fue muy intenso. Había vivido en Nueva York durante varios meses en 2003. Fue un placer ver la ciudad aún más alta, aún más loca. La acogida en Long Beach Island, en Nueva Jersey, fue muy agradable y cálida. Sentimos mucho amor por las películas. Nuestra proyección fue un viernes por la noche, un momento muy bueno. Una casa agradable, casi llena. Dos de los directores y programadores del festival estuvieron presentes para moderar la sesión y hacer preguntas. Hubo muchas risas y reacciones en la sala. Nos quedamos casi 1 hora después del final de la película. En los días siguientes, la gente paraba a Álvaro por la calle para hablar de la película. Tuvimos la agradable sensación de ser los favoritos. Volvimos a Madrid con estrellas en los ojos, llenos de nuevos contactos.
¿Cuáles son los siguientes pasos a seguir de tu película?
Estamos esperando las respuestas de muchos festivales. Esperamos que Menina Casilda se vea, a pesar del número récord de películas enviadas a los festivales este año. Es una película original y frágil, que necesita mucho cariño. El siguiente paso es tener una buena carrera de festivales en España y a nivel internacional, y luego encontrar un distribuidor. Por supuesto, nos gustaría estrenarla en los cines. Eso sería genial. Pero sobre todo esperamos venderlo a una plataforma. Creo que Menina Casilda es una película insólita, libre, mas profunda de lo que parece, hecha con muchas ganas y corazón. Merece ser vista y acompañada. Podría, con el tiempo y un poco de suerte, convertirse en un culto. Muchas personas nos han dicho que quieren volver a verla, para captar todas las referencias.
¿Cuál es tu siguiente proyecto?
Mi próximo proyecto es una miniserie en seis episodios de 45 minutos, llamada Primo Hermana. Es la historia, desde los años 90 hasta la actualidad, de un amor frustrado entre dos primos, Mateo e Irene, que se llevan 4 años de diferencia y que se reúnen muy a menudo en la casa vinícola de la familia. La edad de los personajes cambia en cada capítulo. Estos son seis momentos de la vida. Esos momentos que lo cambian todo. Este es un proyecto muy importante para mí, sobre un tema que es a la vez universal y perfectamente tabú. Buscamos un productor para este proyecto. Todavía estamos en la fase de redacción. El rodaje puede tener lugar en España, en las regiones vinícolas, o en América Latina. Estoy encantado de trasladar este proyecto a otros espacios. Es un reto muy emocionante.
¿Qué diferencias ves entre el sistema de cines en Francia y España a la hora de producir? Que cambiarias?
La producción de películas para el cine es muy difícil, tanto en Francia como en España. En Francia, todo está centralizado en el Centro Nacional del Cine (CNC). El cine independiente apenas existe. Las reglas del juego, las leyes laborales son muy estrictas y los rodajes están muy regulados. No podría haber rodado Menina Casilda en Francia, no con el presupuesto que tenía. No he tenido la suerte de conseguir financiación, aparte de becas de escritura, en Francia. Y sin financiación pública, es imposible hacer una película de autor. En España hay una especie de tolerancia o benevolencia hacia el cine independiente. Así que estoy muy agradecido a España, al ICAA, por su ayuda y asesoramiento. Me reuní con un gran equipo de diferentes partes de España para hacer esta película. Eran jóvenes, muy profesionales, y apostaron por esta aventura, creyeron que Menina Casilda iba a salir adelante. Les agradezco muchísimo : Nicole, Frano, Alex, Sara H, Sara L, María, Bárbara, los becarios de Visual Rent, ReptilStudios... No cambiaria nada porque no hay una solución sencilla. Hay demasiada competición, demasiadas películas, demasiados proyectos, en una época en que la gente ya casi no va al cine. El futuro, nos guste o no, está en las plataformas.
Paula Varela en la secuencia homenaje a Perros de Paja
¿Podría haber una segunda Menina?
No lo creo. Lo que sí espero es que una productora compre los derechos de remake para rehacer la película para un país u otro. Entonces seria el director, por contrato. Me encantaría tener más dinero para hacer una película mejor. No me malinterpreten, estoy muy orgulloso de Menina Casilda. Creo que es un pequeño milagro. Hemos hecho mucho, con muy poco, con el máximo riesgo. Pero deseo para mí, para mi equipo, para mis actores, tener los medios financieros para hacer las cosas bien y pagar a la gente lo justo.
Entrevista a Álvaro de Paz
Álvaro de Paz preparandose para la secuencia homenaje a El último Mohicano.
¿Cómo te has preparado para el papel de Diego?
Hace unos días fui a ver la película de Nicolas Cage en la que se interpreta a si mismo:
“El Insoportable Peso de un talento descomunal” y pensé inevitablemente en Menina Casilda.
Salvando por mucho las distancias. Ya que hablamos de un actor que literalmente se interpreta a si mismo. Es este un ejemplo divertido de lo que esta historia propone en su arranque.
Digamos que la preparación de este personaje fue una lucha diaria por no juzgar a alguien que es capaz de raptar a otra persona, este ya es un punto de partida demasiado potente como para obviarlo.
Pero siempre pivotando sobre esa pata construí poco a poco a Diego Villanueva a base de robotizar mis movimientos, para que sean más tranquilos y medidos a los míos, que son de alguien de naturaleza nerviosa. Busqué una manera casi robótica de moverme por el espacio y una voz no muy alejada de la mía, pero si lo suficiente como escucharme y saber que no era yo. Lo demás fue viniendo sólo, dejándome llevar día a día por las secuencias que tocaban.
¿Te consideras cercano al personaje?
Evidentemente si pero a la vez soy un polo completamente opuesto. Me da pena su soledad elegida, verle como una persona tan introvertida y repleta de miedos de todo tipo. No digo que yo no los tenga, porque todos nadamos en miedos, pero al contrario de Diego yo me tomo mi profesión de otra manera. La veo como un privilegio y un divertimento, también como un trabajo, pero no al punto de angustia donde lo lleva él. Tal es el punto que decide raptar a una persona por la calle para que le de las réplicas en plena pandemia. Digamos que ese grado de locura psicópata es muy complicada de entender, es por ello que intenté humanizarle lo más posible desde el estómago, que es por donde pasa todo, no el corazón o la cabeza.
¿Qué hizo que aceptaras este proyecto?
Mira, una vez leí una entrevista del actor Alberto San Juan que decía: “En este país ningún actor puede permitirse el lujo de elegir. Eso solo lo hace Javier Bardem” Bueno contestando con esta cita en parte a tu pregunta, la otra razón es que cuando lo leí era primero un cortometraje. En seguida pude ver y así se lo dije a Eric que ahí había una película y no se porqué me hizo caso, pero aquí estamos. Mira para un actor mi papel es un regalo, también es cierto que un regalo muy exigente, pero bendito regalo...
¿Crees que este proyecto existiría sin ti?
Si te soy completamente sincero: no. Creo en mayor o menor medida está impregnado de mí por muchas razones. También te digo que cuando me dijeron que una producción en la que iba a trabajar se adelantaría, pensé que ese era el fin de Menina, o al menos de mi participación en ella. Pero al final todo se colocó en el orden correcto gracias al Dios del cine y se pudieron rodar ambas cosas. Ambos proyectos que tantas buenas noticias me están dando...
¿Crees que Diego y Sara se enamoran?
Creo que ella no se enamora de Diego, sino que le compra con todo lo que ve, al menos para pasar esos días allí con él. No nos olvidemos que le sigue teniendo en su casa raptada, y por mucho que ella pueda sentirse más o menos a gusto, es este un detalle evidente. Por otro lado encuentra en ella una compañera en muchos sentidos, no hay connotación sexual. Realmente le quiere para poder ensayar y no quedarse colgado y desentrenado de su profesión en plena pandemia. Pero con los días ve en ella algo más, el qué, creo que ni quiera lo sabe...
¿Cómo es Eric como director?
Exigente consigo mismo y con todo lo que rodea a su película antes, durante y después. Se nota que es un buen padre porque le cuida con la misma obsesión y ternura que a su propia hija. Le debo estar muy agradecido por pensar que estaba capacitado para poder llegar a las emociones y directrices precisas que me pedía en medio de una secuencia. Me he sentido muy bien dirigido, ya que para un actor es fundamental saber que el director del barco sabe por donde quiere navegar. Eso te da tranquilidad y confianza a la hora de lanzarte al vacío.
¿Cómo fuisteis acogidos en el festival de Estados unidos?
La verdad es que fue una acogida excelente. Estuvimos en todo momento arropados y sentimos que nuestra pequeña película gustó y mucho. Es extraño recibir elogios en otro idioma, y es un espaldarazo a un proyecto realizado con las entrañas.
El director aprovecha esta entrevista para agradecer a su equipo técnico y artístico : Álvaro DE PAZ, Paula VARELA, Luisa FERNÁNDEZ, Juanjo SANJOSÉ, Helena LANZA, Mario PARRA (Guion), Nicole J. GALLO (DOP), Frano RODRÍGUEZ (Sonido), Sara HARO MENA (Arte), Sara LOPEZ PASCUAL (Vestuario), María MONTERO SENSO (Maquillaje), Barbara GARCÍA BOLAÑOS (Script), Alex MOJARRIETA GALASO (Producción), Cayetana REYES (Edición), Alex MARAIS y Alex ASENSI (Montaje de Sonido y mix), Miguel PALOMAR (Color), Cristian OLARTE GUGLIARA (Música), Sonia URÍA (Prensa), Ingmar VALLANO (Coproductor), Gwladys BERNARD (Coproductora), el equipo de VISUAL RENT, los artistas que nos dejaron utilizar sus músicas, el ICAA y muchos, muchos mas...