Kirsten se va de la lengua: ¿villanos de Spider-man 3?

Entrevistas de promoción: ¿qué son? ¿Para qué sirven? ¿Acaso a alguien le importa oir cómo un actor habla de las complejidades de su personaje y de cómo ha volcado sus más íntimas emociones en él? Claro que no. Eso es palabrería barata. Hasta en una peli de acción sins eso te puedes encontrar discursitos del estilo. Entonces, ¿para qué hacerlas? Obviamente, para pillar chismes y rumores de boca del actor, o para cazar algún dato de futuros proyectos. Siendo así, se puede decir que a los colegas de Zap2It les ha tocado el gordo.
Entrevistas de promoción de Elizabethtown, lo último de Cameron Crowe. El sagaz periodista se acerca astutamente a su indefensa presa. Suelta su cebo, casualmente, como quien no quiere la cosa, preguntando inocentemente por los villanos de Spider-Man 3. La inocente Kirsten Dunst se la traga enterita y dice: "Tenemos gente genial como villanos en este film, Thomas Haden Church y Topher Grace -- Venom y Sandman". En todo el morro. Y como de perdidos al río, puntualizó que la correlación es Venom/Grace y Sandman/Church, y no todo lo contrario. Por supuesto, inmediatamente de soltar dicha perla, a Kirsten la asaltaron sus recuerdos. Recordó cómo Sam Raimi le decía que querían mantener en secreto los villanos hasta nueva orden. Cómo Avi Arad le mostró los sótanos de Columbia Pictures, con sus cámaras de tortura de actores bocazas. Y por eso añadió "quizás no debería haber dicho esto". A buenas horas.
Claro, que porque lo diga Kirsten no tiene por qué ser verdad. Hasta que no haya un anuncio oficial no podremos estar 100% seguros de si los rumores y estas declaraciones son ceirtos, o sólo son parte de una campaña de despiste como ya ha habido casos (me viene a la cabeza por ejemplo Perdidos). Para más inri, la actriz admite que no le han enviado el guión aún (aunque dice que sí conoce la historia por encima). Vamos, que hay que tomarse su desliz con cierto escepticismo.
En cualquier caso, querida Kirsten, a buen seguro que el genial Groucho Marx habría aplicado a tu caso su famosa frase: "Más vale estar callado y parecer tonto que abrir la boca y demostrarlo".