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Estreno La Fiesta
Ninguno, 08/07/2003

El film está escrito y dirigido por Manuel Sanabria y Carlos Villaverde en el año 2001, año en el que los dos terminaban su diplomatura en la carrera de producción de cine.
Con la experiencia de ambos en el mundo de la televisión y el cine y aprovechando los avances tecnológicos que la tecnología digital había aportado al mundo del vídeo se convencieron de que podríar rodar un largometraje con un muy ajustado presupuesto.
Se tardó 10 meses en escribir el guión que daría vida a la película, de hecho, tuvieron hasta 8 versiones distintas que tuvieron que desechar.
Para conseguir a los actores se determinó que fueran desconocidos (cobran menos) y para ello se convocaron pruebas de casting en las principales escuelas de interpretación de Madrid, presentándose cerca de 400 personas entre 20 y 30 años para los 6 papeles principales y los más de 20 secundarios.

La escasez de capital hizo que los medios se supliesen con ingenio. Así los travellings están hechos con una silla de ruedas.
Tras el rodaje, el montaje y la posproducción de imagen y sonido se llevó a cabo en la propia casa de los directores.
Finalmente, Buenavista Vista International apuesta por ellos y financia el pase de lo rodado a 35 mm. después de haber pasado por las productoras y distribuidoras más conocidas del país con una acogida…fria en el mejor de los casos.
Fieles a sus influencias de los años 80, los creadores tuvieron claro desde el principio que querían una película tipo Despedida de Soltero o Porky´s, eso sí, siempre sin caer en la estupidez desmedida sin interés.
Tres jóvenes comparten piso en Madrid: Javi, Chemita (amigos desde niños) y Luna (la prima de Chemita). Un fin de semana deciden hacer una fiesta, y enseguida se apuntan Carmelo, el novio de Luna (un garrulo de libro) y Tripi, ex compañero de piso de Chemita y Javi. Lo que ninguno adivina es que ese fin de semana les sucederán un montón de cosas y nada volverá a ser como antes. Tres días llenos de enredos y locura que, inesperadamente, llevarán un poco de sensatez a sus vidas.