Portada>Noticias>Diario de Sitges 2013, Día 7: Ídolos y fantasmas

Diario de Sitges 2013, Día 7: Ídolos y fantasmas

user avatar

José Hernández, 19/10/2013

Es difícil hacer una crónica sobre Sitges cuando uno está ya de vuelta en casa, cuando no puede salir al balcón de su habitación en un hotel de la zona gay y tomar el sol tranquilamente mientras las enseñas ondean en las ventanas de alrededor, se respira el aire del mar a dos pasos, los rayos de sol que vencen al bochorno nuboso te dan la vida y abajo en la calle va pasando gente en dirección al bar de los osos o a ese otro llamado Bukkake. Peculiar ciudad la de Sitges, llena de microuniversos de dos calles, donde igual puedes ver a una chica de 20 años fumando en pipa de nácar que oyendo a dos señoras de 60 comentar que les ha decepcionado una película porque al festival van a ver cosas distintas y sangrientas, oye, no un drama sesudo para gafapastas. Y tienen un poco de razón las señoras, porque en los siete años que llevaba sin asistir al festival, da la impresión de que ha dado un giro hacia lo autoral, ha perdido bastante de su origen de ciclo de terror y se ha convertido en algo más asequible para cualquiera, no solo para seguidores del género.

De hecho, hemos tenido que esperar una semana a que llegase una película de terror y sustos sin más complicaciones, que además estuviese al nivel de calidad de las propuestas más alternativas. Y ha tenido que ser INSIDIOUS: CAPÍTULO 2 (), que ni siquiera iba a competición ni nada. El filme comienza en el punto exacto en el que termina la primera entrega, y ofrece más de lo mismo respecto a ella, lo cual es bueno o malo en función de lo que uno opine de aquella cinta. Sorprendentemente, aunque esta tiene más humor y se le da más relevancia a la parte grotesca y alucinógena frente al terror elegante y atmosférico, parece que ha gustado más a los que detestaron la anterior por romper su propuesta con estos elementos de serie B. El motivo posiblemente sea que esta vez no les ha pillado por sorpresa, porque aunque la película está rodada con la soltura y brillantez, con el pulso y la imaginación, con la garra y la tensión que ha aprendido a desarrollar James Wan durante sus últimos proyectos, está un escalón por debajo de Insidious y de Expediente Warren. The Conjuring. No hay tantas oportunidades para el lucimiento ni tantas escenas climáticas (que las tiene, de las que te hacen saltar en el asiento o te mantienen con las uñas clavadas en el reposabrazos), y en su lugar se preocupa por hacer evolucionar el argumento y añadirle cierta complejidad a lo que en la primera era sencillo y directo. Así, aunque se sitúa temporalmente a continuación de la primera parte, es también una doble historia de orígenes que emplea un recurso muy original y sugerente para indagar en este pasado y hacer que veamos los hechos de la anterior entrega con otra luz. Un giro excepcional que, unido a la capacidad de Wan para jugar con los nervios del espectador, va a hacer que le echemos mucho de menos en este género.

Desde luego, Manuel Carballo no va a ser la persona que va a sustituirle como maestro del género de terror, aunque RETORNADOS () ni siquiera intenta pertenecer a este género pese a contar una historia de zombies. El filme presenta un mundo que ha sobrevivido ya a dos brotes de muertos vivientes, y que ha descubierto una sustancia capaz de detener la conversión de vivos en zombies cuando son mordidos o infectados. Los 'retornados', que son rechazados por buena parte de la sociedad, deben tomar una dosis de esta medicina cada día durante toda su vida si no quieren convertirse. Pero cada vez escasea más, y los intentos por sintetizarla de forma artificial no están avanzando, lo que hace que la situación se descontrole y los acontecimientos se precipiten y no pase realmente nada interesante o que no hayamos visto ya en otras cintas desarrollado con más garra. Todo en el filme es ciertamente correcto: los actores, la puesta en escena impersonal pero sólida, un guion que toca los temas que debe tocar una historia de este palo y establece un paralelismo con otras epidemias, especialmente la del sida... Pero no es suficiente. El producto final es desangelado y manido, los personajes no resultan cercanos y su conflicto no emociona, la trama se estanca demasiado pronto, las escenas climáticas brillan por su ausencia y el final es tan tramposo y chapucero que solo provoca un gruñido de indiferencia cuando aspira a golpear en el estómago al espectador. La película podría haber funcionado pese a que solo salen un par de zombies en todo el metraje, pero si hubiese aportado algo más. La ausencia de monstruos se ha hecho con la intención de centrarse en temas más elevados y dramas humanos, pero provoca que no haya un verdadero sentido del peligro que corre la sociedad, de la tensión del momento. Y dado que el drama no es nada del otro mundo, el producto final se resiente.

De lo que se resiente NOS HÉROS SONT MORTS CE SOIR() es del sueño acumulado durante estos días y de un ritmo tan lento y tedioso que es difícil vencer al propio cuerpo, y claro, uno se pone a dar cabezadas. En parte admito que el problema es mío. Pero, por otro lado, el mismo sueño he tenido durante otras cintas y he luchado con más ahínco para mantenerme despierto, porque he visto que lo merecían. En el caso de esta película, me costaba hallar una razón por la cual resistirme al abrazo de Morfeo. El filme, un drama rodado en blanco y negro, se centra en la rivalidad entre dos estrellas de la lucha libre de los años 60. Durante su primer tramo resulta interesante su mirada a la necesidad de héroes en una Francia desencantada tras la guerra de Argelia, y a la la fusión entre la identidad de la persona y la del personaje, lo que la convertía en una buena compañera de viaje de The Congress. Pero esto dura una media hora, porque cuando el ritmo es tan plomizo, los diálogos son susurros y cada vez aportan menos, la trama no avanza hacia ninguna parte, el guion comienza a repetirse hasta la saciedad, y el mensaje está cada vez más disperso, como si el realizador hubiese perdido todo interés en desarrollarlo, es entonces cuando el tedio se vuelve invencible. De hecho, todo lo que sucede tras la única escena sobre el cuadrilátero que hay en toda la película (buena escena, por otro lado) se podría cortar porque es narcolepsia destilada.

Todo lo contrario es el entretenido thriller coreano de mafias NEW WORLD (), dirigida por el guionista de películas como Encontré al Diablo. El filme narra la lucha de poder entre varios clanes mafiosos cuando el jefe de la organización que los engloba muere en un accidente. Lo que no saben los aspirantes al puesto es que la policía coreana está intentando influir en el proceso de sucesión a través de un topo situado como mano derecha de uno de los jefes de los clanes. Park Hoon Jung dirige con soltura narrativa, potencia visual y buen ritmo una historia muy centrada en los conflictos psicológicos de los personajes, en cómo les afecta la presión y los juegos de poder, o cómo van endureciéndose conforme la ambición y las nuevas responsabilidades hacen mella en ellos. El enfoque humano, la estabilidad mental y la corrupción moral, desarrolladas a través de unos diálogos que se convierten en pulsos constantes, son lo que más importancia tiene para Park, que opta por dejar en segundo plano y solo como opción climática las escenas de acción, que también tiene varias y muy buenas (en especial una pelea de masas que acaba con un antológico duelo a cuchillo dentro de un ascensor). El principal problema de la cinta es que, tal y como dijeron durante la presentación, es un cruce entre Infernal Affairs y El Padrino. Lo es, literalmente. Es un corta-pega bestial, especialmente en la escena final, que está a un paso de ser calificada de plagio de la obra de Coppola. Hay cierto intento por reciclar las tramas de estas dos películas para fusionarlas y que tengan una apariencia de novedad, pero no es suficiente para ocultar que las influencias de Park han permeado en su guion hasta dejarlo empapado, con pocas ideas propias que sean algo más que recursos puntuales. Por lo menos, ya que copia, lo ha hecho de las mejores.

Pero sin duda el mejor momento del día fue ver en pantalla grande una película del Dios de la animación Bill Plympton. Y no solo eso, sino además irse con DVD firmado, foro y un dibujito in situ del entrañable Guard Dog del realizador, que fue al festival para estrenar mundialmente su último largometraje, CHEATIN' (). Fue un subidón poder estar aunque solo fuesen unos segundos junto a esta torre humana (dos metros debe de medir) de talento, creatividad e ingenio. Pero dejando a un lado idolatrías y momentos álgidos del festival para uno que es todavía solo un cinéfilo humilde, la película es una muestra de la evolución intimista que está siguiendo el cine de Plympton desde sus cortos y películas más descabellados y alocados, como Me Casé con un Extraño o How to Make Love to a Woman. El filme cuenta sin diálogos la historia de una pareja rota por los celos, por una fotografía que hace que el marido piense erróneamente que la mujer le ha puesto los cuernos, por lo que procede a vengarse de ella. Se trata de una historia pequeña, con más drama que comedia, fundamentalmente emocional y romántica, pero que no renuncia a la expresividad formal rupturista y demencial de la que hace gala el cine de Plympton. Los momentos surrealistas, las fusiones de elementos narrativos y las transiciones llenas de metáforas visuales siguen estando desatadas, pero la evolución formal del realizador se nota en el empleo de otros recursos que enriquecen el filme: un plano secuencia que muestra el hogar durante la noche de bodas, un mayor cuidado en emplear la iluminación de la escena como recurso estético, una radicalización absoluta en el diseño de personajes... Todo ello, unido a una historia hermosa y terrible, graciosa y emotiva, conforman la que quizás sea la obra más madura de Plympton hasta ahora, un bello filme sobre el amor... y, por supuesto, el sexo.
Eso es todo desde Sitges. En breve dispondréis del palmarés del festival, lleno de justos vencedores y ausencias incomprensibles, y mañana un artículo de resumen con lo mejor y peor de esta 46 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña.
@DamnedMartian