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Comienza la huelga de guionistas en Hollywood

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Damned Martian, 04/11/2007

Mucho hemos oído o leído en los últimos meses sobre la famosa huelga de guionistas, actores y directores que amenazaba con detener la industria de Hollywood. Pues bien, la de guionistas ya está aquí, a unas pocas horas de comenzar (oficialmente da comienzo a las 00:00 de hoy, hora americana). Pero, ¿de qué se trata esta huelga? ¿Quiénes la hacen, contra quiénes va y cuál es el conflicto? Y sobre todo, ¿cómo nos afecta a nosotros, los consumidores? Bueno, vamos a intentar explicarlo todo de la manera más sencilla y completa que podamos.

PARTES IMPLICADAS
El origen del problema es que el 31 de Octubre de este año finalizó el contrato que tenía la WGA con la AMPTP. ¿Qué quieren decir estas siglas?
La WGA es la Writers Guild of America, el sindicato de guionistas americanos tanto de cine como de televisión. Os sonará el nombre si seguís la temporada de premios. Aparte de entregar galardones, lo más importante que hacen es, como todo buen sindicato, representar a sus trabajadores en sus disputas con la patronal: la AMPTP, o Alliance of Motion Picture and Television Producers. Es decir, el sindicato de productores, que engloba tanto a trabajadores de los grandes estudios como a productores independientes. Vienen a ser la parte contratante, frente a la parte contratada que son los guionistas (o actores, o directores, o cualquier otro currito).
La WGA y la AMPTP tienen un contrato base en el que se estipulan las condiciones de trabajo de los guionistas, sus salarios mínimos según su labor (hay varias fases en la elaboración de un guión: idea, resumen somero, borrador, guión, reescritura...) y los porcentajes que se llevan de los beneficios reportados por el producto final, entre otras cosas. Este contrato es el que finalizaba hace unos días, y en condiciones normales se hubiese renovado sin mayores problemas con una mínima actualización de algún contenido. El problema es que las actualizaciones que exige la WGA son demasiadas a juicio de la AMPTP. Y como sucede en estas situaciones, nadie está dispuesto a dar su brazo a torcer. De ahí la huelga.
En principio se planteó la posibilidad de esperar unos meses y realizar una huelga conjunta con el SAG (Screen Actors Guild, el sindicato de actores) y el DGA (Directors Guild of America, el sindicato de directores), cuyos respectivos contratos finalizan en Junio, y cuyas exigencias vienen a ser las mismas que las de los guionistas. Sin embargo tal posibilidad se descartó hace unas semanas, ya que suponía tener que trabajar unos meses sin cobertura contractual sindical, en teoría acogiéndose a los términos del antiguo contrato. Y el resultado no aseguraba una mayor posición de poder, ya que una huelga total paraliza la industria pero no permite valorar la contribución específica del colectivo a su funcionamiento, elemento indispensable para ejercer presión en las negociaciones. Así pues se decidió proceder cuanto antes.
Esto también conviene a los actores y directores: no sólo es un "borrador" de su futura huelga, sino que los efectos perniciosos de esta harán que los productores estén más dispuestos a negociar con ellos con tal de evitar una repetición del conflicto. Digamos que se ha pasado de una estrategia de francotirador (un solo disparo mortal) a una estrategia de shoot 'em up (acribillarles a balazos). Y es que es dudoso que buena parte de la industria pudiese sobrevivir a dos huelgas mayoritarias consecutivas.

REIVINDICACIONES
Las reivindicaciones de la WGA son muy similares a las que ya provocaron una huelga masiva en 1988, huelga que duró 5 meses y cuyas pérdidas para la industria se valoran en más de 500 millones de dólares. Básicamente se refieren a los porcentajes de beneficios que reciben los guionistas de las distintas formas de distribución de una película o serie. Tenéis las reivindicaciones completas en su página web, pero un resumen de las mismas es este:
- Aumentar su parte de beneficios de las ventas en video y DVD de un 0.3% a un 0.6%.
- Recibir un 2.5% de los beneficios obtenidos en la distribución de productos mediante los nuevos canales: internet, teléfono móvil, pay per view, etc.
- Recibir los beneficios correspondientes de productos de animación escritos por miembros de la WGA, actualmente recogidos por su propio sindicato específico, la International Alliance of Theatrical Stage Employees (IATSE).
- Aumentar la cuota dentro del sueldo recibido que se destina a pagar seguros y pensiones.
- Aumentar los sueldos de los guionistas que trabajan también como productores ejecutivos y demás en las series de televisión.
- Recibir un porcentaje de beneficios de todos los programas guionizados de las cadenas por cable, en lugar de sólo los de alto presupuesto. Asimismo, recibir mayor porcentaje de beneficios de los productos de cadenas minoritarias como MyNetworkTV o The CW.
- Tener voz y voto en las decisiones de incluir productos publicitarios en sus guiones (por ejemplo, H&S en Evolution).
La base de sus peticiones es que el aumento de beneficios que ha experimentado la industria en los últimos años, en parte gracias a las nuevas estrategias y medios de distribución, no ha sido reflejado en sus contratos.
Por su parte, la postura de la AMPTP (explicada en detalle en su página web) se basa en términos absolutos en lugar de porcentajes para intentar retratar a los guionistas como unos avariciosos. Es decir: los guionistas ya reciben una gran cantidad de dinero con su actual contrato, mucho más que la media de los trabajadores de la industria. Recibir dinero de nuevas formas de distribución que están todavía en desarrollo frenaría estas tecnologías al poder destinar menos dinero a su implantación. Además, el aumento de costes de producción y distribución hace que el 60% de las películas y el 85% de las series de TV (antes de su paso por las cadenas sindicadas) ni siquiera recuperen la inversión realizada. Y a eso se unen las pérdidas causadas por la piratería y la necesidad de pagar a la gran cantidad de empleados que trabajan en la industria.
En realidad su mejor argumento para negarse a pagar más es este: en los últimos años, la audiencia de las series de TV y la venta de entradas de cine ha descendido, frente al aumento de audiencia de los reality shows y concursos, cuyos guiones (entiéndase como guión en este caso la creación de las pruebas que los concursantes deben pasar y demás material) no son escritos por miembros de la WGA.

CONSECUENCIAS
Como en toda huelga, las consecuencias para la industria y sobre todo para el consumidor depende totalmente de la duración de la misma. Si la huelga se resuelve en dos semanas, apenas se percibirá algún efecto. Si dura 5 meses, nos encontraremos en una profunda crisis. Varios periódicos y webs han hecho un esfuerzo por analizar las derivaciones de una huelga prolongada, así que si queréis un análisis en profundidad podéis visitar Zap2it, Los Angeles Times o este artículo de la revista Time.
Las normas establecidas por la WGA para la huelga son que ningún miembro del sindicato puede escribir para ningún miembro de la AMPTP. Esto no quiere decir que no puedan trabajar en su casa en sus ideas, sino que no pueden negociar con ningún estudio o cadena ni para venderles sus guiones o ideas ni para aceptar encargos, ni siquiera para después de la huelga. No pueden hacer reescrituras parciales o totales de guiones, ni siquiera durante los rodajes para ajustar lineas, cortar escenas o acomodar el guión a cambios imprevistos. Ni siquiera pueden aceptar ofertas de guiones previamente enviados a los estudios. Aquellos guionistas que trabajen de otra cosa (productores ejecutivos, directores, etc.) pueden seguir desempeñando estas labores en tanto no actúen en ningún momento como guionistas. Si alguien rompe estas normas, será expulsado de por vida del sindicato, perdiendo todos los derechos derivados de ello (que dada la mecánica de la industria equivale a trabajar). Si alguien aún no afiliado (por novato o por procedente de fuera del país) rompe estas normas, se le prohibirá de por vida la entrada en el sindicato. También se hace un llamamiento a todos los miembros para delatar a cualquiera que se esté saltando estas reglas.
Los más afectados a corto plazo por esta huelga son las cadenas de televisión. Todas ellas han ido acumulando el mayor número posible de guiones para las series que están emitiendo, de tal forma que se puedan rodar el mayor número de capítulos posibles y se pueda hacer frente a una huelga de un par de meses. Pero más allá de esta fecha, las series tendrán que hacer parón o comenzar a emitir reposiciones a la espera de que la huelga finalice y puedan tener más material para rodar. Otras series que se encuentran en pleno rodaje para comenzar a mitad de temporada, como Perdidos o 24, también se ven afectadas ya que aún no han terminado de rodar sus temporadas, aunque el hecho de comenzar más tarde les permite tener un colchón de tiempo más flexible. Podéis ver un resumen de la situación de cada serie (que se irá ampliando conforme se reciban más noticias) en Zap2it.
El hecho de que hasta el momento sólo se haya cancelado una serie esta temporada (Viva Laughlin) es una consecuencia de esto, ya que es menos costoso para las cadenas seguir desarrollando una serie ya comenzada (aunque sea un fracaso en audiencia) que comenzar una nueva de la que sólo se puedan emitir un par de episodios.
A medio plazo la escasez de material de ficción hará que las cadenas comiencen a emitir más programas informativos (aunque sea del corazón) y más reality shows y concursos, lo cual no será un sacrificio demasiado grande dado que 7 de los 10 programas más vistos del año en EEUU son realities. A pesar de ello, se prevé un descenso medio de audiencia conforme los seguidores de las series se vayan cansando de repeticiones y comiencen a buscar nuevas formas de entretenimiento (por ejemplo, adquirir series en DVD para verlas). Otros programas, como los late night, también sufrirán la suerte de las series (repeticiones, sustituciones por otros programas) aunque hasta cierto punto pueden arreglárselas con una modificación de su contenido (menos monólogos y gags, más entrevistas a famosos). Exentos están, sin embargo, aquellos presentadores que escriben para ellos mismos, ya que pertenecen a otro sindicato.
Respecto al cine, los efectos se notarán a más largo plazo debido a que necesitan más tiempo de realización y post-producción. La parrilla para el 2008, al menos para sus primeros 3/4, está bastante llena con proyectos actualmente en fase de rodaje, montaje o preparación. Incluso se pueden rescatar películas de esas que acumulan polvo en las estanterías para rellenar estrenos semanales y alargar la duración del material bueno. O producir guiones de esos que se quedan en las lejas per secula seculorum independientemente de su calidad. Sin embargo, la falta de guionistas para realizar retoques y las prisas de última hora de los estudios por tener cuantos más guiones mejor pueden derivar en un descenso medio en la calidad de los productos: películas más deslavazadas y "verdes", diálogos y escenas más tópicos o apresurados, historias más incongruentes o primitivas...
Si la huelga se prolonga, los efectos se notarán a partir más o menos de esta época del año que viene, y sobre todo en el 2009. Menos películas, menos calidad, menos de todo. A no ser que comiencen a reclutar a guionistas foráneos sin interés por perdurar en la industria en el futuro para escribir nuevo material, las reservas comenzarán a escasear y los estudios comenzarán a estrenar menos películas cada semana. Quizá esto tenga un efecto secundario positivo, ya que una de las grandes críticas que se les hace en estos días a los estudios es que estrenan tantas películas que es imposible hasta para el espectador más cinéfilo verlas todas, y por tanto hay una gran cantidad de fracasos. La temporada de premios del año que viene se verá afectada también, ya que a partir de Septiembre es cuando suelen estrenarse las grandes "películas de Oscar", y durante ese último trimestre es cuando los efectos de la huelga serán finalmente palpables.
En cualquier caso, el cine no sufrirá un golpe demasiado visible a no ser que la huelga sea muy prolongada, lo cual teniendo en cuenta la incapacidad de ambas partes para sentarse a negociar o ceder en lo más mínimo cuando lo hacen, es lo que va a ocurrir. ¿Cuánto tiempo puede prolongarse esta huelga hasta que la situación sea insostenible para ambas partes? ¿Llegará a unirse a las futuras huelgas de actores y directores? ¿Lograrán éstos sus objetivos sin recurrir a la huelga (gracias a la actual o a pesar de ella), o veremos una repetición de esta situación dentro de 9 meses? ¿Qué puede suponer para la industria del cine y la televisión dos huelgas consecutivas? Esperemos que no haya que responder a la mitad de estas preguntas, y las partes consigan alcanzar un acuerdo bueno para unos y otros... pero sobre todo, bueno para nosotros, los sufridos espectadores.