Cannes 2025 – Día 2: seguimos inaugurando (otras secciones)

Segundo día en la Croisette y esto ya huele oficialmente a festival: flashes, colas eternas, cafés a precio de hotel suizo y primeras discusiones cinéfilas de terraza. Hoy ha habido de todo: acción de alto voltaje con Tom Cruise, cine de autor con honores para Todd Haynes, un arranque muy tierno en la Quincena y tensión a raudales en la Semana de la Crítica. Vamos, el típico cóctel Cannes: una mezcla entre alfombra roja y ruleta emocional. ¿Hemos visto algo oficial? Sí, pero merecen su espacio y una crónica reposada (escribir ya entrada la madrugada sobre algunas películas es casi una falta de respeto).

El hombre, la leyenda: Cruise, espectáculo garantizado

El actor más mediático del cine de acción volvió a Cannes como solo él sabe hacerlo: entre vítores, aplausos y un despliegue de cámaras que convirtió su llegada en una escena propia de la saga que representa. Cruise presentó fuera de competición Mission: Impossible – The Final Reckoning, la entrega final de la franquicia, en una proyección que fue puro espectáculo. Aunque la que esto escribe se reserva sus primeras valoraciones para los próximos días (vamos, que ya la veremos en los cines de al lado de casa), el actor ya ha dejado su huella en esta edición. Su presencia —e incluso su sonrisa— sigue funcionando como un imán de proporciones mayúsculas.

Todd Haynes, cineasta comprometido (y emocionado)

Más discreta pero igual de significativa fue la entrega de la Carrosse d’Or a Todd Haynes, dentro de la inauguración de la Quincena de Realizadores. El director estadounidense, agradeció el reconocimiento con un discurso sencillo y muy aplaudido. Y también reivindicativo: no se olvidó de la situación política de su país, del auge de ultraderecha; mencionó a Godard y a Fassbinder; defendió lo queer y se acordó de los grandes actores y actrices con los que ha trabajado. 

Quincena y Semana: primeras joyas y primeras decepciones

En la Quincena, el francés Robin Canpillo ha presentado Enzo, una película luminosa y delicada sobre la infancia y la pérdida, sin melodramas ni subrayados. Ha conmovido por su sobriedad y sinceridad, y se ha ganado el primer aplauso largo y sentido de esta edición. No cambia el cine, pero lo acaricia. Hay que recordar que el proyecto en el que estaba trabajando Laurent Cantet en el momento de su muerte fue heredado por Campillo.

En la otra cara de la moneda, la Semana de la Crítica abrió con L'intérêt d'Adam, de la realizadora Laura Wandel. con buenas intenciones pero con una tensión tan constante que acaba por agotar. No hay respiro, no hay tregua, prácticamente no hay matiz. Y aunque eso le ha valido algunos elogios por su intensidad, también ha dejado a muchos espectadores con la sensación de haber salido de una centrifugadora emocional. Destacables los papeles de Léa Drucker y Anamaria Vartolomei.

Lo mejor y lo peor del día

• Momento estrella (literal): Tom Cruise saludando al público como si fuera su última misión… o la primera. El entusiasmo sigue siendo su superpoder.
• Mejor película (en secciones paralelas): Enzo. Pequeña, cálida, sin necesidad de levantar la voz.
• La decepción: Rietland (Sven Bresser), vista en la Semana. 

Curiosidades y anécdotas festivaleras

Una señora se desmayó en la cola para Mission: Impossible y fue atendida justo cuando sonaba el tema principal de la saga por los altavoces. Se recuperó bien, pero seguro pensó que estaba dentro de la película. 

Cierre personal

Día 2 terminado con emociones reales, cine de verdad y un poco de caos controlado, como manda la tradición. Mañana os hablaremos de los primeros títulos gordos de la competición Que empiece la batalla por la Palma.

Si queréis saber más de las aventuras de Imma por tierras francesas podéis leer más cosas suyas en Premios Oscar.