Portada>Noticias>Cannes 2025 – Día 11: Resurrection: Bi Gan y la cadencia de los sueños
Cannes 2025 – Día 11: Resurrection: Bi Gan y la cadencia de los sueños
Immaculada PIlar, 24/05/2025
Hoy en Cannes solo hablaremos de una película. No porque no haya habido más proyecciones, sino porque una de ellas ha eclipsado al resto. Cuando aparece una obra como Resurrection, todo lo demás se vuelve ruido de fondo. Es uno de esos momentos que justifican cruzar un festival entero solo para llegar a este punto.
Bi Gan, en competición por primera vezTras Kaili Blues y Largo viaje hacia la noche, Bi Gan llega por primera vez a la competición oficial de Cannes. Su cine, marcado por una cadencia única, planos secuencia que desdibujan el tiempo y una mirada poética sobre la memoria y el deseo, mantiene aquí todas sus señas de identidad… pero las amplía.
Resurrection no solo es una película, sino una experiencia sensorial completa, un homenaje al cine desde el cine, sin caer en la nostalgia fácil ni en la autorreferencia vacía.
Un homenaje melancólico y visualmente deslumbrante
Desde el primer plano, Bi Gan vuelve a sumergirnos en un universo donde el tiempo no es lineal y la narrativa se diluye en emociones puras. La fotografía es deslumbrante, con una paleta de colores que cambia con los estados de ánimo de los personajes. El uso del plano secuencia —una marca de la casa— alcanza aquí un nivel de virtuosismo sin alardes. La cámara no impone; acompaña.
El montaje, fragmentado pero fluido, construye una atmósfera donde lo onírico y lo real se funden sin explicación. El diseño sonoro también es clave: hay momentos donde el silencio pesa más que cualquier palabra, y otros en los que la música actúa como guía emocional. Bi Gan demuestra una vez más que sabe dirigir el tiempo más que las acciones, y lo hace sin prisa pero sin pausa.
Un cine para los que aún creen
Resurrection emociona no por lo que cuenta —una historia de reencuentros, duelos y cinefilia—, sino por cómo lo cuenta. Es, en el fondo, una película sobre los que aún creen en el poder del cine para hacernos sentir, soñar, recordar.
Hay algo profundamente melancólico en sus imágenes, como si Bi Gan supiera que el cine que ama está desapareciendo, y esta película fuera su forma de resucitarlo una vez más. No hay mensaje explícito, solo emociones que se quedan pegadas a la piel.
Comentario final
Resurrection compite consigo misma. Está en otra liga. El resto de películas compiten entre sí; esta parece mirar desde otro lugar, como un sueño que uno no quiere terminar. Y aunque aún falte el palmarés, para muchos hoy ya se ha proyectado la verdadera ganadora.