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Un Gran Viaje atrevido y maravilloso
'Un gran viaje que no es tan atrevido ni tan maravilloso'
Lo que empieza bien no tiene por qué terminar bien.
¿Qué pasaría si dos personas de edad madura, solteras tras varias malas experiencias —como tantos en una gran ciudad— recurren a aplicaciones de citas sin demasiada esperanza? La película plantea un arranque prometedor: un mecanismo mágico, casi un GPS vital, les guía de manera independiente hasta encontrarse en una boda de un amigo común. El primer encuentro es un desastre. El segundo, en la misma boda, parece encender una chispa.
A partir de ahí, la historia se convierte en un viaje fantástico. Una especie de inteligencia artificial o juego interactivo lleva a la pareja en el coche de Colin Farrell a recorrer todas las etapas de sus vidas: el instituto y su primer amor, un musical juvenil, conversaciones pendientes con familiares, incluso diálogos con versiones pasadas de sí mismos. Margot Robbie se enfrenta a su madre, Farrell se convierte en su propio padre. Es un viaje íntimo, pensado para hacerles comprender sus decisiones.
La película, dirigida por Kogonada, es visualmente atractiva, arranca con ritmo y mantiene una sonrisa inicial en el espectador. Pero poco a poco se desinfla. Su ambición la hace caer en lo empalagoso, en lo anodino. El espectador quiere irse con un buen sabor de boca, y lo consigue más por deseo propio que por lo que realmente ofrece la cinta.
El romance fantástico está calculado para ser hermoso, pero nunca alcanza su verdadera intensidad. Quiere abarcar demasiado y se queda en un punto intermedio: ni grande ni profundo, ni tan ingenioso como promete. Es un hermoso viaje, sí, pero no tan hermoso como pretende.
El desenlace es correcto: los personajes están bien, pero la química entre ellos brilla por su ausencia. No hay crush, no hay esa unión que haga creíble la pareja. Y eso, en una historia de amor, es un fallo imperdonable. Ellos parece que sí, pero no, se nota que no hubo por ejemplo la química que si tienen Gosling y Emma Stone en Lalaland.
Conclusión: una película hermosa a ratos, con ideas atractivas y un arranque sólido, que sin embargo se diluye en su propio artificio. Un gran viaje, atrevido y maravilloso en apariencia, pero que termina siendo mucho menos de lo que pudo ser.
Álvaro de Paz
Valoración
Álvaro de Paz
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