'Un canto al arte y a los artistas que se queda en poco'

La película “Modi, Three Days on the Wing of Madness”, dirigida por Johnny Depp, ofrece una visión de 72 horas en la vida del pintor italiano Amedeo Modigliani durante la Primera Guerra Mundial. El actor protagonista, el magnífico italiano Riccardo Scamarcio, brinda una interpretación sólida que captura la esencia atormentada del artista, destacando su lucha interna y pasión por el arte.

Sin embargo, la dirección de Depp se centra más en transmitir un mensaje sobre el sentido del arte y la lucha del artista, dejando en segundo plano la profundidad cinematográfica. La película presenta una dualidad interesante entre Modigliani y Picasso, representando este último una visión opuesta del arte, lo que añade tensión narrativa. No obstante, esta exploración se queda más en el plano conceptual que en una ejecución cinematográfica efectiva.

Las propuestas modernas y la representación de los poetas malditos no terminan de encajar, creando momentos de desconexión y valles narrativos que pueden resultar tediosos para el espectador. Para mí la película desaprovecha su material y resulta aburrida, a pesar de abordar temas interesantes como la concepción del arte y la desesperanza. 

En resumen, “Modi” es una obra fallida en su intento de profundizar en la complejidad del artista y su entorno, pero no llega a ser molesta, gracias en parte a la actuación destacada de Scamarcio y la ambientación lograda de la época.