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Los Mundos de Coraline
'Dos genios y un oscuro cuento infantil'
Henry Selick, el visionario animador cuya obra maestra vive oculta bajo la despeinada sombra de Tim Burton, vuelve a desafiar las posibilidades de la técnica stop-motion uniendo todo su poderío visual con otro artista que, al igual que Burton, ha creado un universo propio imaginativo y particular.
Estreno en España: 5 de Junio de 2009
CRÍTICA
Henry Selick, el visionario animador cuya obra maestra vive oculta bajo la despeinada sombra de Tim Burton, vuelve a desafiar las posibilidades de la técnica stop-motion uniendo todo su poderío visual con otro artista que, al igual que Burton, ha creado un universo propio imaginativo y particular.
Se trata del escritor inglés Neil Gaiman, conocido por los amantes del cómic gracias a ‘Sandman’ y que en varias ocasiones ha probado suerte también con la novela, con la reseñable ‘American Gods’ por ejemplo.
En este caso, la obra adaptada es el cuento infantil ‘Coraline’ que según el autor fue escrito en un largo periodo en el que escribía un párrafo o dos antes de irse a dormir (el único espacio que le dejaban sus otros compromisos laborales) y que basó en un cuento que le contaba a su hija.

(Más imágenes en su galería)
Sin embargo, un cuento infantil de Neil Gaiman dista bastante de un cuento habitual, al igual que las películas de Selick tampoco pueden ser calificadas como ‘para niños’ en la acepción común de esta calificación. La cinta se vuelve oscura según avanza para alcanzar un final cercano al terror.
De modo que uniendo el siniestro universo del escritor inglés a la perfeccionada técnica de animación orquestada por Gaiman, nos ofrece una oscura y tétrica fábula acerca de la madurez y las elecciones que conlleva.
Todo comienza cuando la joven Coraline, investigando la vieja casa a la que se ha mudado con sus padres, descubre un pasadizo hacia otro mundo, donde su ‘otra madre’ y su ‘otro padre’ se empeñarán en hacerle todo el caso y dedicarle todas las atenciones que sus verdaderos padres no le dan.
A partir de aquí, la joven protagonista deberá decidir entre su gris realidad y una colorista farsa.
Selick, también encargado de adaptar el guión, no se ha sentido encorsetado por la obra original, lo que le ha dado libertad para añadir algunos nuevos elementos que enriquecen la película, lo cual muestra que en ocasiones la mejor adaptación no tiene por que ser la más fiel.
La historia es buena y la película mantiene muy bien el ritmo, pero sobre todo queda su apabullante perfección, que mejora la técnica aún más que algunos referentes anteriores como ‘La Novia Cadáver’. Además, es la primera película de animación ‘stop-motion’ rodada en 3 dimensiones, permitiendo jugar con espacios y profundidades imposibles y que dotan a la película de un inocente aspecto de diorama que le va a la perfección. Una gran banda sonora y un estupendo diseño de personajes (alejados de los cánones de Dave McKean, que ilustró la novela) hacen el resto. No hay que perdérsela.
Pablo Díaz Jiménez
Mr. J
Valoración