'Digna y divertida'

Si se anda al tanto de los últimos estrenos españoles, es posible que surja la comparación con la película de Félix Viscarret “Bajo las estrellas”.

Estreno en España: 9 de Noviembre de 2007
CRÍTICA
Si se anda al tanto de los últimos estrenos españoles, es posible que surja la comparación con la película de Félix Viscarret “Bajo las estrellas”. Fracasados, inútiles y mentirosos que emigraron a la gran ciudad en busca de éxito y vuelven a sus pueblos con las orejas gachas y treinta y muchos. En aquélla, el protagonista era Alberto San Juan, en ésta, más cómica que la otra pero no tan redonda, Javier Cámara es quien aguanta el tipo. Dos actores y dos estilos para interpretar casi el mismo papel.
Con un tono de sit-com heredado de la serie “7 vidas” (en la que protagonistas y director, Tomás Fernández, participaron), se abordan una vez más los temas de la amistad, el reencuentro y de cómo enfrentarse a la responsabilidad de la vida adulta, aunque sea tarde. La muerte de un amigo, el Suso de la película, hace que Cundo (Javier Cámara) vuelva de Argentina para el entierro y se enfrente con lo que abandonó al huir de su pueblo asturiano. A modo de parábola, la construcción de la última voluntad de su amigo, una torre de madera, sirve a Cundo para reconstruir su vida, su amistad, su familia y su futuro.
Pero los gags y chascarrillos de la película no son responsabilidad única de de Javier Cámara. Junto a él un estupendo reparto consigue provocar risas casi sin quererlo: Gonzalo de Castro sigue en la línea de la serie de televisión, aunque funciona estupendamente, Emilio Gutiérrez Caba y Mariana Cordero son un lujo como padres egoístas y bordes y, por encima de todos ellos, Malena Alterio pone la nota absurda con su papel de loca encantadora, la única en el pueblo que tiene claro lo que quiere.

Un guión eficaz, entretenido y con buenos momentos, sustentado por buenos actores de los que destaca sobre todo la naturalidad con que se mueven en esos personajes medio locos. Lo malo: que la mayoría de los mejores momentos se desvelen ya en el trailer y que la voz en off de Suso no encaje en absoluto. A parte de eso, "La torre de Suso" es una historia sencilla de esas que vemos continuamente en el cine americano pero que aquí nos llega de verdad porque los personajes son nuestros: el borrachín bebe sidra (y no martinis), la madre cocina pote (y no tortitas) y los insultos suenan a insultos (y no a doblaje). Una película digna, divertida y española. Y es que no siempre hay que pedir perdón por nuestro cine.