Diane Arbus fue, durante la década de los 60, una de las fotógrafas americanas más revolucionarias y respetadas del mundo. Su trabajo consistía en retratar a gente marginada, "fenómenos" rechazados por la sociedad por su supuesta monstruosidad pero en los cuales Diane encontraba la belleza real. Este film no es una biografía de la fotógrafa, sino una ficción sobre los inicios de su carrera que nos permita acercarnos a su personalidad y su obsesión con estos "freaks". En principio, Diane es sólo un ama de casa con una afición por la fotografía, pero será cuando conozca a su vecino, un hombre cuyo pelo crece a demasiada velocidad y recubre todo su cuerpo, cuando entrará en otro mundo del que ya no podrá (ni querrá) salir.
La pasión por Diane Arbus de Steven Shainberg proviene de cuando era niño y en las paredes de su cuarto en vez de cuadros normales y típicos se encontraban instántaneas de Arbus. Las conseguía su tío que era amigo de la fotógrafa.