Las Vegas, 1970

Tiempo atrás, Hank McCain y Rosmeary Scott formaron un dúo imparable y temible de atracadores. En su último atraco, Hank fue arrestado y sentenciado a cadena perpetua. Pero tras doce años, gracias a que su hijo Jack ha hecho una gestión y pagado 25.000 dólares, Hank es indultado y puesto en libertad.
La razón por la que Jack ha logrado semejante suma de dinero es porque el mafioso Charlie Adamo desea emplear a Hank en un atraco al casino Royal de Las Vegas y así presionar al gerente y hacerse con su control. Pero Hank no desea implicarse en semejantes historias y hará lo posible por dar esquinazo al asunto. Esta negativa iniciará una implacable espiral de violencia.