Sinopsis

La historia está ambientada en una fantástica “Aldea Feliz” poblada de personajes graciosos y fascinantes, cada uno con una característica propia de cómica y mágica poesía. De todos modos, viven juntos en armonía. En esta atmósfera de ensueño se presenta Salvador (Fiorello), nieto del Totò que un día hizo volar sobre escobas a una pandilla de pobres en el cielo de Milán. Su presencia hace que se cree una situación todavía más mágica. Mediante un líquido que lleva consigo en algunos frasquitos de colores, hace que todos los habitantes de la “Aldea Feliz” vivan sus sueños como si fueran realidad. Entre los acontecimientos de los muchos personajes que pueblan estos lugares, la historia de Pepe (Franco Citti) y María (Elide Melli) es la más bonita y al mismo tiempo la más cómica. María persigue a Pepe, acosándolo, convencida de que se trata de su novio, que murió atropellado por un coche mientras se disponía a entrar en la iglesia donde la esperaba, desde hacía unas horas, para casarse. Se encuentran por casualidad y, a partir de ese momento, María se convierte en la tortura de Pepe en situaciones cada ves más hilarantes. Su Historia se entrelaza con la de Salvador y la de todos los demás habitantes hasta el día en que, como sucede en todos los cuentos, se rompe el hechizo. Una multinacional japonesa, interesada en el gran centro comercial, regala una casa a cada uno de ellos a cambio de su mágica residencia. Todo esto provoca la pérdida de la armonía que caracterizaba las relaciones entre todos los habitantes de la “Aldea Feliz”, que se vuelven fríos y distantes como todos los inquilinos de una ciudad cualquier. Hasta que Salvador….