Dos hombres violaron y mataron a la esposa y la hija de Clyde Shelton. Por diversos recovecos legales, sólo uno de ellos es condenado a muerte, mientras el otro, el que realmente fue responsable de todo, se libra con una condena menor. Esto enfurece a Shelton, que se lo echa en cara al ambicioso fiscal que lleva el caso, Nick Rice. Diez años después, la ejecución del condenado sale terriblemente mal, y poco después hayan el cadáver torturado y descuartizado del otro atacante. El sospechoso número uno: Clyde Shelton. Parece un ciudadano ejemplar. Sin embargo, incluso desde la cárcel pondrá a las fuerzas del orden, encabezadas por Nick Rice, en medio de un peligroso juego del gato y el ratón en donde todos los involucrados con su caso son potenciales objetivos de su ira.
Foxx se reunió con fiscales y abogados defensores para conseguir información sobre el sistema judicial. Acabó considerándolos como gladiadores de los tribunalesya que la mayoría de los fiscales de distrito con los que habló mencionaban su número de condenas
