El equipo de 40 perros que interpreta a los perros callejeros mexicanos de la película, no sólo eran auténticos, sino que también fueron bastante especiales para los entrenadores. “Descubrimos a un gurú espiritual que se autoproclamaba salvador de los perros callejeros mexicanos. Tenía unos 200 perros viviendo en una finca en las montañas. Las dos primeras semanas nos dedicamos a enseñarles a ser sociables con la gente, a pasear con correa y a conseguir recompensas, ya que nuestros entrenadores utilizan el método del refuerzo positivo, es decir que todo esfuerzo tiene su recompensa. Muchos de los entrenadores llegaron a encariñarse tanto con los perros que adoptaron a varios y se los llevaron a los Estados Unidos. .”