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El cine basura revivido por internet

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Guillermo Triguero, 17/10/2014

Cuando uno repasa la historia del cine, tiende a quedarse con los mejores y más importantes títulos de cada época. El tiempo hace que lo que sobreviva sea lo bueno y que las obras flojas acaben sepultadas en el olvido. Pero no nos engañemos, desde siempre se han producido auténticas basuras cinematográficas, engendros que no se pueden justificar ni por su contexto ni por sus limitaciones presupuestarias (clásicos como La Mujer Pantera (1941) o Detour (1945) nos han demostrado cómo se puede hacer cine en mayúsculas con cuatro duros). El caso más conocido es el de Edward D. Wood Jr. y su increíble (en el sentido más literal del término, ya que uno no puede creerse que algo así exista) Plan 9 from Outer Space (1959), pero no es más que la punta del iceberg bajo la cual se encuentran centenares de obras oscuras y desconocidas filmadas en cinco días sin ningún otro recurso que la imaginación y la esperanza de que el público ponga algo de su parte.

No obstante, hasta hace relativamente poco resultaba muy difícil localizar estas películas por ese mismo motivo: al ser tan malas, a casi nadie le interesaban y acababan en el olvido, apareciendo de vez en cuando en cines marginales en dobles programas o en programaciones televisivas de madrugada. Hoy día, gracias a internet, ese sitio que ha permitido que la gente con gustos peculiares encuentren sus almas gemelas en otros puntos del mundo, el cine basura ha encontrado un público potencial más organizado que comenta e intercambia este tipo de films. Eso ha provocado que algunas obras pésimas que en su momento pasaron completamente inadvertidas hayan renacido inesperadamente adquiriendo una enorme popularidad como objeto de mofa.
Les mostramos una serie de ejemplos de películas que han conseguido cierta relevancia gracias a la proyección que les ha dado la red y cómo en cada caso eso afectó a sus responsables. Cada una de ellas va acompañada de una frase mítica de la misma que ha acabado siendo su tarjeta de presentación, a través de la cual muchos las conocieron por primera vez. No las he añadido solo a modo anecdótico: en la era de Youtube y Facebook es muy difícil darse a conocer entre tantísima información, por lo que a menudo una escena concreta bien escogida puede servir como cebo para atraer al público a investigar más detalles sobre la película en cuestión. De hecho, hoy en día los cuatro diálogos de estos films son harto conocidos en la red y objeto de numerosísimas parodias.
NOCHE DE PAZ, NOCHE DE MUERTE II (1987)
[youtube=i7gIpuIVE3k]
"Garbage day!"
Empezamos nuestra selección con una película de los 80 que ha vivido un inesperado resurgimiento gracias a internet: Noche de paz, noche de muerte II (1990). Como imaginan por el título, se trata de la secuela de un pequeño clásico del slasher llamado Noche de Paz, Noche de Muerte (1984), que en su momento tuvo un enorme éxito de taquilla.
Inicialmente la idea de hacer una secuela resultaba lógico dadas las circunstancias, pero sucedió que no había casi nada de presupuesto, así que lo que decidieron hacer fue reutilizar un montón de metraje de la primera parte y grabar unas pocas escenas con el hermano del psicópata de la película original. Y fue en el momento de escoger al actor protagonista que esta olvidable segunda parte entró en el terreno de lo mágico, porque escogieron a Eric Freeman para encarnar al psicópata. Según reconoció el director, en realidad dudaban entre dos actores, uno de ellos era bueno, pero escogieron al otro por las pintas. Poco imaginaba que esta decisión de cásting sería lo que convertiría su película en una obra de culto.
Porque es cierto que Noche de paz, noche de muerte II como película es lamentable en muchos aspectos (la mezcla de material original y nuevo, la escena del cine rodada obviamente en la habitación de una casa, los créditos finales que duran casi 10 minutos porque incluyen el equipo de las dos películas, etc.), pero lo que la convierte en algo especial es Freeman. No es solo que sea mal actor, es que además su interpretación es tan histriónica que entra en el terreno de lo extravagante. Su risa psicópata es una pequeña maravilla del humor involuntario y su extraña mirada resulta inquietante pero no en el sentido que seguramente él querría darle. Él es la película.

Y entonces entra en juego internet, ese sitio donde diferentes personas pueden compartir su gusto por cosas raras y divertidas en las que nadie más ha reparado. Y Eric Freeman y su actuación se convirtieron en un pequeño fenómeno en la red. La famosa secuencia de "Garbage day!" ha sido homenajeada y parodiada por docenas de fans en vídeos de Youtube y su desafortunado tic de mover las cejas continuamente ha llevado a algunos internautas aburridos a contar cuantas veces hace el gesto en la película (130, por cierto).
La comunidad empezó antes un proceso de búsqueda del actor, que al haber tenido una (inexplicable) breve carrera estaba ilocalizable. En varios foros se podían leer comentarios de personas que aseguraban haber buscado en guías de teléfonos para localizarle, y de hecho algunos hasta hicieron una web para encontrarle, demostrando además un interés por su breve carrera cinematográfica.
Finalmente en 2013 se produjo el mágico momento y un blogger consiguió localizarle y entrevistarle. El bueno de Freeman resultó ser una persona normal que dejó el mundo del cine y cuando supo que se había convertido en una celebridad en internet se sintió algo avergonzado, pero luego acabó aceptándolo como algo del pasado. Eso sí, no ha querido unirse al fenómeno y lo único que ha hecho ha sido acudir a una proyección pública de la película en 2013.

Paralelamente, años atrás la película se había reeditado en DVD con comentarios de los realizadores en que ellos mismos se partían de risa al ver el horror que habían creado. Este hecho creo que es uno de los más interesantes de este fenómeno: el cómo una película basura se convierte en una comedia involuntaria de culto reconocida por sus propios creadores gracias a internet, y cómo un pésimo actor desconocido puede volverse una celebridad en base a una desafortunada actuación. Esto va aún a más en nuestro siguiente ejemplo.
TROLL 2 (1990)
[youtube=HyophYBP_w4]
"They're eating her. And then they're gonna eat me. Oh my Gooooood!"
El siguiente ejemplo que analizaremos comparte con Noche de paz, noche de muerte II el hecho de ser una película basura que se convirtió en una obra de culto en la era internet. Lo que sucede es que en el caso de Troll 2 este proceso fue aún mucho más exagerado.
La película fue uno de esos proyectos que desde su concepción estaban destinados a fallar en todos los aspectos posibles. Tomen nota: el guión escrito por la mujer del director hablaba de unos trolls diabólicos que, como eran vegetarianos (!!), convertían a la gente en vegetales para luego devorarlos; el reparto estaba formado por gente del pueblo en que se hizo el rodaje, quienes acudieron al casting para trabajar de extras y, sorprendentemente, se les dijo que podrían hacer los papeles principales; aunque la película se rodó en Estados Unidos, todo el equipo técnico (director incluido) eran italianos que no sabían inglés y por tanto no se podían entender entre ellos; es más, la versión traducida del guión fue obra de la autora del mismo en un pésimo inglés, pero pese a las sugerencias del reparto, el director prohibió que dijeran frases diferentes a las del texto... ¿y he dicho que el presupuesto era (obviamente) ínfimo y que el film no tenía ninguna relación con la película Troll (1986), pero que se escogió este título para servirse de su éxito?
No me nieguen que tras leer todo esto sus ganas de ver la película han aumentado. Pero en su momento previsiblemente pasó totalmente desapercibida y se editó directamente en vídeo... hasta que internet, ese mundo, la revalorizó como se merecía. La mayoría llegamos a ella a través de la escena que he enlazado al inicio, sin duda una de las mejores actuaciones de la historia del cine, pero hay más. Troll 2 llegó aún más lejos que Noche de paz, noche de muerte II cuando Michael Stephenson, el actor que interpretaba al personaje del niño, decidió hacer un documental sobre cómo esa película tan nefasta se había convertido en una obra de culto: Best Worst Movie (2009).

De esta forma, se pudo cerrar el círculo: una película nefasta adquiría sentido reconvertida en objeto de culto por los fans del cine basura. Los miembros del reparto aparecían recreando de nuevo sus mejores escenas y recordando lo increíblemente desastroso que fue todo. El gran protagonista del mismo es el dentista que encarnó el personaje principal, un hombre de contagioso optimismo que se toma con mucho sentido del humor ese episodio de su pasado.
En contraste, el director italiano Claudio Fragasso no se lo tomó tan bien. El buen hombre fue invitado bajo pretexto de que la película se había convertido en una obra de culto a una serie de proyecciones en Estados Unidos a las que acudía el reparto original a cachondearse del film. El problema es que se creyó de verdad que por fin el público había entendido su obra. Cuando descubrió que su genialidad estaba siendo objeto de mofa con la complicidad de los actores, se lo tomó con muy poca deportividad. No deja de ser fascinante que alguien piense que esta aberración es una obra respetable.

El documental, que recomiendo visionar junto a la película, resume a la perfección cómo internet ha permitido que este tipo de bazofias adquieran una segunda vida con la complicidad de buena parte de sus responsables. Después de todo, si la película ha conseguido atraer a tanta gente y hacernos tan felices, quizá su desastrosa producción esté justificada, ¿no?
THE ROOM (2003
[youtube=LoYa7Mx5EbE]
"I did not hit her. It's not true. It's bullshit. I did not hit her. I did naaaat. Oh, hi Mark"
De entrada un matiz importante: Noche de paz, noche de muerte II se convirtió en una película de culto por su actor protagonista, pero como film en sí mismo ya era malísimo, mientras que Troll 2 debe su estatus a un 'esfuerzo colectivo' de todos los implicados. Pero el siguiente caso que analizaremos es el único que lo debe todo a una sola persona, un tipo que merece él solo todas las alabanzas o burlas dedicadas a su gran obra maestra: Tommy Wiseau.
Realmente no sabemos mucho sobre el tal Wiseau, un tipo que ha buscado mantener el máximo misterio posible sobre sus precedentes y cuyo único trabajo cinematográfico fue ese apabullante engendro llamado The Room, producido, escrito, dirigido y protagonizado por él mismo. A día de hoy sigo sin tener claro en cuál de estos roles hizo un trabajo más deplorable.
Empiecen a tomar nota de todos los despropósitos que cometió Wiseau: el presupuesto de 6 millones de dólares (no se sabe de dónde los sacó, tal cual suena) se gastó tontamente a causa de un plan de rodaje delirante y porque el bueno de Wiseau, que no tenía muy clara la diferencia entre formatos cinematográficos, la grabó simultáneamente en 35 milímetros y en HD con dos equipos de operadores de cámaras diferentes (suponemos que 'por si acaso'); el rodaje se eternizó por su incapacidad de recordar sus diálogos (el breve plano que hemos puesto arriba requirió de 32 tomas y tres horas de rodaje); muchos de esos diálogos acabaron recortándose sobre la marcha porque eran larguísimos e incomprensibles; buena parte de los miembros del equipo, conscientes del berenjenal en que se habían metido, no estaban muy motivados y por ello Wiseau despidió a varios de ellos y contrató a gente nueva a mitad del rodaje, y para acabar, el cartel de la película era una imagen de Wiseau (¿egocéntrico? ¿él?) que por su estilo y las pintas del propio Wiseau muchos creyeron que anunciaba una película de terror.

Y me dejo mi favorito para el final. Uno de los actores que interpretaba a un personaje central del guión tuvo que abandonar el rodaje cuando aún le faltaban por filmar algunos diálogos fundamentales en la escena final de la fiesta. ¿Solución de Wiseau? Introduce en esa escena un tipo que nadie sabe de dónde ha salido ni quién es, se dirige a los protagonistas, suelta las frases que tenía que haber dicho el anterior personaje, y se pira. Sin dar ni la más mínima explicación a nivel de guión. Por favor, no me nieguen que esto es espectacular.
Porque no olvidemos una cosa, a diferencia de las otras películas de este artículo, The Room no era una película de terror (un género que a menudo no se toma a sí mismo demasiado en serio), sino que se trataba de un drama sobre las relaciones humanas, lo cual hace sus carencias aún más divertidas porque su autor pretendía estar creando arte de calidad.
Podríamos dedicar párrafos a hablar de todos los errores de guión de la película, de sus pésimos diálogos, de escenas que absolutamente nadie entiende (¿por qué los personajes se ponen a jugar a fútbol americano entre ellos sin venir a cuento?) y de la extravagante y portentosa interpretación de Tommy Wiseau. Pero debemos centrarnos en lo que supuso su estreno. En una primera proyección la mayor parte de la gente se fue a pedir que les devolvieran su dinero. Los que se quedaron optaron por tomárselo con humor y reírse de lo que se suponía que era un profundo drama humano. Un crítico la llegaría a calificar como "el Ciudadano Kane del cine basura".

Antes de que el film pasara al olvido, el webmaster de una influyente página de internet empezó a animar a otros internautas a asistir juntos a proyecciones de esa obra maestra para divertirse de lo mala que era. En cuestión de tiempo, convirtieron este engendro destinado a hundirse en taquilla en una película de culto. Incluso iniciaron algunas costumbres como 'interactuar' con la película lanzando cucharas a la pantalla o pasarse pelotas de fútbol entre ellos cada vez que los personajes de la película jugaban a ese deporte sin venir a cuento (lo cual sucedía bastante a menudo).
Con el tiempo se iniciaron una serie de proyecciones de la película por todo el mundo en las que incluso participaba el propio Tommy Wiseau asumiendo su condición de autoparodia con patas, mientras se hacía fotos con los fans y respondía a preguntas. Mientras tanto, Youtube se llenó de burlas, homenajes y análisis de la película, e incluso alguien tuvo la idea de desarrollar un pequeño videojuego de la misma.

No acaba aquí la cosa. Uno de los miembros del equipo y amigo de Wiseau escribió un libro donde daba detalles sobre el desastroso rodaje (The Disaster Artist: My Life Inside the Room, the Greatest Bad Movie Ever Made). Tuvo tanto éxito que una productora ha comprado sus derechos para hacer una versión cinematográfica (ojo al dato: una película sobre el rodaje de una película nefasta). Lo que inicialmente era un desastroso proyecto egocéntrico destinado al fracaso acabó convertido en un pedazo de cultura popular que ha dado en sí mismo para un libro, una posible adaptación fílmica, un muñeco del propio Wiseau y un pequeño videojuego, además de dar al autor la fama que buscaba... aunque no por los motivos que él deseaba. ¿Podemos decir por tanto que The Room fue un fracaso? ¿No ha logrado triunfar a largo plazo dando a su creador gran parte de lo que buscaba (es decir, la atención del público)? ¿Hasta qué punto es lícito 'seguir la broma' a este engendro y dedicarle parte de nuestro tiempo solo por lo mala que es? ¿No se nos ha ido todo esto un poco de las manos?
SERPIENTES EN EL AVIÓN (2006)
[youtube=PZ2QFmJ7h0A]
"Enough is enough! I have had it with these motherfucking snakes on this motherfucking plane!"
Estas preguntas nos llevan al último caso, en el que esa tendencia llega hasta sus últimas consecuencias: Serpientes en el Avión (2006).
Todo empezó con un ridículo guión de serie B escrito por un tal David Dalessandro sobre los pasajeros de un avión que sufrían el feroz ataque de unas serpientes. Pese a que la premisa era irresistible, multitud de productoras rechazaron la historia hasta que un avispado productor la compró y logró convencer a Samuel L. Jackson para que la protagonizara. Una vez se hizo público que el afamado actor iba a protagonizar una película con semejante título y premisa, la noticia corriió como la pólvora por internet y pronto comenzó a ser objeto de bromas hasta convertirse en un fenómeno.
En ese sentido Serpientes en el Avión supera los ejemplos precedentes porque se convirtió en una obra basura de culto antes siquiera de que la película estuviera terminada. Tal es así que se añadió en la película la frase del vídeo de arriba, un diálogo de Samuel L. Jackson que jamás estuvo en el guión pero que la comunidad internauta popularizó al imaginarse al carismático actor pronunciándola. De esta forma se llegó al punto en que los propios productores quisieron seguir la broma adaptando un poco la película a lo que la gente esperaba (aparte de esa frase, se añadieron otras escenas para que el film fuera aún más pasado de rosca).

La productora por supuesto acogió este inesperado brote de popularidad con los brazos abiertos: lo que iba a ser una más de las docenas de películas olvidables de serie B que se producen cada año se convirtió en un producto que generaba muchas expectativas. Muy inteligentemente, en la página oficial de la película se hicieron concursos que fomentaban la participación de los internautas y pronto muchas de esas parodias se convirtieron en vídeos virales de Youtube (repito, todo esto antes de que nadie viera la película).
Finalmente el film se estrenó y fue un éxito de taquilla. Sus proyecciones se convirtieron en pequeños eventos en que la gente acudía predispuesta a reírse de la premisa. En algunos cines la gente lanzaba serpientes de mentira a la pantalla y cuando Jackson decía la famosa frase la gente aplaudía y ovacionaba la pantalla. Aún así, los productores quedaron algo decepcionados, ya que esperaban que el hype de la red se correspondiera con un auténtico blockbuster que no llegó a ser.
No obstante, con este film llegamos al punto en que no nos encontramos con una película mala reconvertida en obra de culto, sino con una película mala que se convierte en obra de culto incluso antes de que la gente pueda verla. ¿Hasta qué punto pierde la gracia el hecho de que en última instancia los responsables de Serpientes en el Avión adaptaran su contenido a todas las bromas que circulaban en la red? El mero hecho de que añadieran un diálogo en base a una broma virtual ya es muy significativo de esa intención (es decir, el público potencial condicionó directamente el resultado final).

Tras esta película, muchos avispados cineastas vieron una brecha por descubrir: las películas de terror tan malas, tan pasadas de rosca y tan absurdas que buscaban expresamente hacer reír de lo ridículas que eran. No era la primera vez que se hacía eso (miren los films de la Troma como Los Surfistas Nazis Deben Morir) pero sí que en esta ocasión esa tendencia se convirtió en todo un fenómeno, con films como Piranha 3DD (2012) -que enfatiza su voluntad de guiño al espectador con un cameo del ex-vigilante de la playa David Hasselhoff, una de las figuras fetiche de la comunidad internauta- o Sharknado (2013) (tornados + tiburones: ¿qué puede salir mal?).
Aquí ya depende de cada uno valorar si este tipo de films que buscan ser explícitamente malos con la complicidad de los internautas tienen tanta gracia como los bodrios inconscientes citados anteriormente. O hasta qué punto esta revalorización del cine basura se nos ha ido de las manos y ha dado pie a un montón de películas que buscan repetir el mismo chiste una y otra vez, pero sin la gracia del original. O quizá simplemente debamos valorar sin más el entretenimiento que nos proporcionan, aunque todo sea una gigantesca broma.