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10 películas que nos devuelven a la infancia

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Decía G.K. Chesterton que "cualquier cosa en la infancia es una maravilla", y es precisamente ese sentimiento de asombro inocente el que se encuentra en el núcleo del mejor cine infantil. Esta semana, el iconoclasta Wes Anderson nos trae su particular visión del género con Moonrise Kingdom, en donde dos niños muy particulares se fugan juntos con el romanticismo que solo es posible antes de la pubertad, originando de paso todo un caos entre los mayores. No es extraño ver a Anderson en estas lides, ya que la infancia ha tenido un papel muy importante en todas sus películas. Aparte de que en su cine, los niños se comportan como adultos y los adultos como niños. Como en la vida misma, vamos. Un buen punto de partida para el TOP10 DE CINEOL de esta semana:


Más que hacer un recorrido por las mejores películas infantiles (algo que depende de los gustos de cada uno) o de los momentos cinematográficos que más recordamos de esa época (algo muy personal de cada uno y que varía enormemente de generación en generación), lo que os proponemos es acercarnos al núcleo emocional de filmes no necesariamente infantiles pero sí sobre la infancia, a las lecciones, mensajes, moralejas y enseñanzas que ofrecen, a los sentimientos que despiertan y los recuerdos que traen, a lo que pueden aportar al niño que lo ve y al que todavía habita en algún rinconcito de nuestro interior. Bueno, en el de casi todos, porque algunos lo encerraron en una mazmorra y tiraron la llave.

Menciones especiales:
- Historias de Navidad: La alegría de las fiestas. Esos días en los que los niños se empapan de las historias, las costumbres, las comidas y, sobre todo, de los regalos que acompañan a la Navidad, el cumpleaños, el santo, etc. Aunque, como en el caso del pequeño Ralphie y su escopeta de balines, estos regalos sean peligrosos para su integridad. Que le sirva de lección.
- El Sexto Sentido: Vencer los miedos. El hombre del saco, el monstruo del armario, el vampiro bajo la cama, el fantasma junto al quicio de la puerta, ese señor mayor con olor a tabaco rancio que dicen que es el jefe de tu padre… Todos hemos temido a alguna de estas criaturas, pero llega un punto en el que te plantas y te enfrentas a esos miedos. Porque hay cosas más terribles que la mayoría de ellos.
- Mi Chica: El primer amor. Ese momento en el que descubres que otra persona te gusta de un modo especial, que hay todo un mundo de sensaciones que no habías probado ni imaginado, ese primer beso tan inocente y casto como torpe y fugaz… Son momentos de tanto entusiasmo que la película también nos recuerda que el destino es un cabrón y que quien hoy está aquí, mañana puede no estarlo. Porque se muere. De forma cruel y dolorosa.



10. TOY STORY


El mensaje: La magia existe. Ver que sus queridos juguetes en realidad están vivos es como validar todos los sueños y fantasías más locos que los niños pueden tener; sueños normalmente inocentes, delirantes y sin mucho sentido, como debe de ser, pero que conforme se vayan haciendo adultos podrían transformarse en creatividad y originalidad. Sin una infancia soñadora no hay madurez emprendedora. Y es más, si de niño no tienes fantasías ni juegas en tus propios mundos, es que no eres niño. O al menos, no estás aprovechando esos años de despreocupación y esparcimiento.
Visto por un niño: "¡Lo sabía! ¡Los juguetes están vivos! ¡Y me quieren! Ahora los voy a querer y cuidar más todavía".
Visto por un adulto sin infancia: "¡AAAAAAAAH! ¿Pero qué clase de invento demoníaco es este? Voy a llamar a un exorcista ahora mismo, y mientras tanto, mi hijo no toca una cosa poseída de esas nunca más".





9. EL LABERINTO DEL FAUNO


El mensaje: Crecer es una mierda. Porque el mundo de los niños es muy bonito, pero todos hemos tenido ese momento en la infancia en el que nos hemos dado cuenta de cuánta miseria y dolor nos rodea, bien sea por la muerte de un familiar o, como en la película, por ver cómo los malos se salen una y otra vez con la suya a costa de los buenos, cómo el terror y la violencia triunfa y no podemos hacer nada por evitarlo. Cuando éramos niños no estaba en nuestra mano evitar estas tragedias, no podíamos hacerlo ni con toda la magia, la inocencia y el amor que solo un menor puede albergar en su corazón. De hecho, hasta de adultos cuesta cambiar el mundo. Pero es útil aprender desde niños que no te dan nada gratis.
Visto por un niño: "Jo, no quiero dejar nunca de ser un niño ni de soñar ni de vivir exactamente igual que ahora, porque está visto que los mayores que son malvados son los jefes de todo y… sniff… hacen pasar calamidades a la gente y… la… sniff sniff… matan".
Visto por un adulto sin infancia: "Jojojo, le ha reventado la cara de un botellazo".





8. BIG


El mensaje: Crecer es lo mejor. Esta es la contrapartida del pesimismo y la depresión de la anterior entrada, y es un punto de vista necesario, ya que no todo debe ser derrotismo cuando uno descubre que la infancia va quedando atrás. Ser niño es genial, pero también hace falta que el niño sueñe con ser algún día adulto, y para ello hay que mostrarle lo divertido que puede ser hacerse mayor. Al fin y al cabo, no es tan distinto: puedes seguir jugando, yendo con los amigos, haciendo tonterías y soñando a lo grande; pero además también tienes el sexo y el amor, y puedes disponer de dinero, que no es moco de pavo. El único requisito es tener más responsabilidad. Ese, y alejarte de los gilipollas todo lo que puedas, pero de esos hay en todas las franjas de edad.
Visto por un niño: "¡Ser adulto es divertido! Solo consiste en hacer lo mismo que hacemos de críos, pero un poco más serio. ¡Y a cambio te pagan por ello! ¡Y las chicas se te tiran encima! No voy a cambiar nunca".
Visto por un adulto sin infancia: "Si pillo a ese tío un día por mi empresa, le reviento la sonrisa de un guantazo. O no, que los de recursos humanos son muy tocapelotas. Pero tiro de mis hilos para que le hagan la vida una mierda y se le borre esa cara de lelo".





7. MATAR A UN RUISEÑOR


El mensaje: Honrarás a tus padres. Todos necesitamos, incluso de mayores, una figura que nos sirva de ejemplo y mentor, que nos inculque los valores que hemos de tener cuando crezcamos, y que lo haga sin necesidad de sermonearnos (porque todos sabemos que el típico discursito no llega a ningún lado). Todos necesitamos que nuestros progenitores sean un modelo. Y Atticus Finch es el mejor ejemplo de ello: un padre que quiere a sus hijos y los protege de lo peor del ser humano, que es en todo momento justo y moralmente correcto, y que se muestra firme para defender sus ideales. No es de extrañar que la pequeña Scout tenga una especie de complejo de Electra con él.
Visto por un niño: "Jo, yo quiero un padre como ese. Ahora ya sé lo que es ser justo, honesto, valiente, firme, tener principios, respetar a todo el mundo por igual y darle una oportunidad a los más desfavorecidos, y todo gracias a él".
Visto por un adulto sin infancia: "¡Menudo pueblo! Una panda de racistas dispuestos a linchar a un inocente, un borracho que viola a su hija e intenta matar a una niña, un loco suelto por ahí capaz de matar a alguien, perros rabiosos… Si ese fuese un buen padre sacaría a sus hijos de ahí inmediatamente, en lugar de dejarlos corretear por las calles y colarse en los juzgados".





6. SOLO EN CASA


El mensaje: Los padres también decepcionan. Hay un momento en la infancia en el que uno debe comprender que los padres no son infalibles ni perfectos, que cometen errores y a veces son tremendamente gilipollas; y no porque el niño no los entienda con su mente de ocho años, sino porque ocasionalmente les sale la vena imbécil que todos llevamos dentro. Tan necesario es el amor a los progenitores como un cierto rechazo hacia ellos, porque de esta forma el niño no se empapará de sus prejuicios y sus cabronadas. Desvincularse de los padres es una fase intermedia de la niñez, esa que conduce a la adolescencia y a la formación del carácter. Aunque tampoco es necesario hacerlo de manera tan drástica como lo que le ocurre a Kevin, cuyos padres se olvidan de él ‘sin querer’ (alguna teoría circula por ahí diciendo que el abandono fue totalmente planeado, solo que les entraron remordimientos).
Visto por un niño: "Voy a dejar de ser un madrero. No pasa nada por que mis padres me dejen solo unos días, seguro que con un poco de cabeza soluciono la papeleta. Total, no parece tan difícil"”.
Visto por un adulto sin infancia: "A este crío insoportable también lo abandonaba yo, aunque claro, vista su tendencia a meterse en líos y atraer a criminales, maleantes y vagabundos, está claro que iba a acabar muerto en dos días. Así que hicieron bien en volver, que luego la policía y los servicios sociales te buscan un lío y recurrir a Darwin no te sirve ante un juez".





5. LOS 400 GOLPES


El mensaje: A veces hay que rebelarse. Es el siguiente paso respecto al anterior, y que ya no solo involucra a los padres, sino a profesores, compañeros y a la sociedad en general. El joven Antoine Doinel no es malo, pero una vida de desatención, falta de amor y castigos injustos o desproporcionados lo ha conducido a ser un broncas, el típico niño que siempre está haciendo la gracia en clase y contestando a las figuras de autoridad, el que comete pequeños delitos como hurtos o agresiones, el que se escapa de casa. Y sin llegar a sus extremos, todos hemos tenido estos momentos de inconformismo, de protesta hacia lo que consideramos injusto, de probar los límites hasta los que uno puede llegar moral y legalmente antes de que hayan consecuencias. Es una forma de forjar el carácter. Además, el que no lo ha tenido todo y ha tenido que luchar por lo que quería, más adelante es el que más pelea por conseguir algo.
Visto por un niño: "A mí tampoco me escucha nadie, ni me comprenden, ni me quieren. ¡Y no es culpa mía! ¡Solo quiero una oportunidad! ¡Y si no me la dan, tendré que robarla!"
Visto por un adulto sin infancia: "Jóvenes delincuentes, el gran peligro de la escuela pública; menos mal que los míos van a una privada donde no hay gitanos ni moros. A esos no se les puede educar. Esa gente que solo quiere montar líos hay que sacarla de los colegios y darles una azada, que ya verás tú como se les quita la tontería cavando cepas".





4. CUENTA CONMIGO


El mensaje: Hay que ser independiente. Cuando éramos niños, muchas veces no hacía falta pensar en los padres o en los demás, solo necesitabas coger a tus amigos y montaros un viaje juntos, sin nadie más que vosotros y vuestra pequeña aventura. Cualquier excusa era buena, ya fuese ver un cadáver o buscar un lugar escondido: el misterio, la novedad, lo prohibido eran un aliciente. Pero, sobre todo, el hacer algo por ti mismo. Y si, como en el caso de los cuatro protagonistas de esta película, puedes adelantarte a los chavales mayores (abusones, como suelen serlo) y reivindicar tu hallazgo como propio, más motivo de orgullo. Son estas pequeñas victorias que puedes atribuirte a ti mismo las que luego recuerdas con más cariño y las que te han convertido en una persona normal.
Visto por un niño: "Yo también quiero vivir aventuras así con mis amigos y ver cosas extrañas y nuevas. El próximo fin de semana nos vamos de camping juntos y nos lo pasaremos genial. ¿Quién necesita a los padres?"
Visto por un adulto sin infancia: "¿Qué clase de padres dejan a sus hijos sin supervisión durante todo un fin de semana para que correteen por vías de tren y charcos de sanguijuelas? Supongo que los mismos que crían a unos psicópatas en potencia, porque a un crío normal yo creo que no le interesa ver un cadáver".





3. LOS GOONIES


El mensaje: Nadie es capaz de sacrificarse como un niño. Dejando aparte los temas ya tratados de la independencia, el amor hacia los padres o incluso la mierda de mundo en la que vivimos, lo que se esconde en el corazón de la clásica película de Richard Donner es una historia de sacrificio. Los chavales protagonistas están dispuestos a arriesgarlo todo (principalmente su integridad física) en pos de una quimera que les permita salvar sus casas y a sus familias, que van a ser desahuciadas con efecto inmediato para construir un campo de golf. Parece mentira que una película de los 80 tenga tanta vigencia en el contexto actual, pero así es. Hay una aventura y un mapa pirata, pero en el fondo se trata de unos niños haciendo todo lo que está en su mano y más por cambiar el mundo y proteger a sus seres queridos. Es un nivel de compromiso que solo se puede encontrar en los niños y en los adultos idealistas, que al fin y al cabo, son tan inocentes que también pueden ser considerados un poco niños. Dicho sea sin el menor ánimo peyorativo: benditos sean todos los que no se desaniman por luchar por una causa justa, sin importar las trampas y los maleantes que se crucen en su camino.
Visto por un niño: "¡Yo también haría lo que fuese por salvar a mi familia! No importan los peligros ni las aventuras, vencería mis miedos y buscaría tesoros ocultos y resolvería enigmas para que a papá no le quitasen la casa. Y si no encuentro un mapa del tesoro, al menos romperé mi hucha".
Visto por un adulto sin infancia: "Si la película fuese realista, ante de entrar en las catacumbas esas ya se los habrían cargado los mafiosos, o se los habría comido el loco deforme. Y en caso de salir vivos, los servicios sociales deberían actuar, porque no es normal que un padre sea tan dejado como para permitir que su hijo ponga en peligro su vida más veces en 48 horas que cualquier persona adulta desde que nace hasta que cría malvas. ¡Por no hablar de que las joyas esas no son suyas, serán patrimonio del Estado por su valor histórico!"





2. MARY POPPINS


El mensaje: La educación es imprescindible y divertida. Es un requisito inevitable de la infancia: hay que ir al colegio, hay que estudiar, hay que formarse. ¡Pero cuánto mejor lo han pasado los pequeños que han tenido algún educador que les ha hablado en el lenguaje de los niños! La diversión, los juegos, los sueños, la magia, la imaginación: todo eso puede servir para enseñar a los niños los valores y los conocimientos necesarios para hoy y mañana, aunque muchos se empeñen en tratarlos como adultos en miniatura, con la seriedad (aburrimiento) y la firmeza (tiranía) por bandera. Y no hace falta ser una ‘bruja’ como la señorita Mary Poppins y su bolso infinito y su paraguas volador, aunque desde luego ayude a captar la atención. No, muchos podrían nombrar a alguien en concreto que les impresionó de niños, con quien se lo pasaron bien, que les despertó una parte de su imaginación que no eran conscientes de tener. Esos han sido los verdaderos maestros y educadores, y si miramos en la biografía de los grandes emprendedores de nuestro tiempo, seguro que todos ellos tuvieron a alguien así en sus vidas.
Visto por un niño: "Ojalá todos mis profesores y canguros fuesen así, no me importaría ir al colegio y aprender todo lo que me dijesen si me lo paso tan bien, en lugar de aburrirme como una ostra y sentir que me odian".
Visto por un adulto sin infancia: "Objetos que se mueven solos, hiperactividad para ordenar su habitación, necesidad de tomar algo dulce, creer que se introducen en un cuadro de dibujos animados, pasear por los tejados… Está claro que esta tía es una traficante de drogas y está probando con los críos los efectos de cada una de ellas. ¡A la cárcel!"





1. EL GIGANTE DE HIERRO


El mensaje: La amistad es lo más importante que existe. En realidad es lo único que importa de la infancia, es lo que la define por encima de todo. Un niño tiene tanto amor que ofrecer que es capaz de hacerse amigo de cualquiera en poquísimo tiempo. Puede cambiar de amigo del alma tres veces en dos meses, montar un grupillo inseparable que dure toda la vida o forjar relaciones que el paso del tiempo te permite recuperar como si fuese el primer día. Y pese a que de niños somos pequeños nazis en muchas ocasiones, en otras sabemos distinguir perfectamente lo que se oculta bajo un exterior duro y metálico. Da igual el tamaño, el origen, la especie o lo que digan de uno: cuando encuentras un amigo de niño, no lo sueltas le pese a quien le pese y luchas por él con garras y dientes. De mayor, en cambio, somos más desconfiados y suspicaces. Y tenemos menos amigos. Quizá nos convendría buscar más gigantes en lugar de empeñarnos en ver molinos de intimidadoras aspas.
Visto por un niño: "Los mejores amigos se pueden encontrar en los lugares más inesperados. A partir de ahora no voy a repudiar a nadie por los prejuicios de los mayores, les daré una oportunidad porque pueden ser geniales. Menos a ese señor raro de los caramelos que va a la puerta del colegio, que me suena a malo de película de Disney".
Visto por un adulto sin infancia: "¿Pero qué hace ese niño con el robot? ¡Que es una máquina de matar! ¡Que ha venido a aniquilar a la especie humana! ¡Que solo ha perdido la memoria por un golpe, la puede volver a recuperar en cualquier momento! Oh, genial, ahora se lo han cargado y vuelve a recomponerse. No solo se habrá reseteado y habrá vuelto a su antigua misión, sino que es inmortal. Vamos a morir todos".



¿Y vosotros? ¿Cuál es la película que os trae recuerdos de la infancia cada vez que la veis o que os acordáis de ella?

 

Fuente: CINeol | Visitada: 36041 veces


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Comentarios (27)

11:34 - 16/06/2012

Erick

Mi vecino Totoro de Hayao Miyazaki

16:10 - 16/06/2012

Scrapp

Gremlins
E.T
Poltergeist
Indy

17:20 - 16/06/2012

Dorengord

Buenas

Sin duda este será unos de los top10 mas subjetivos en función de nuestros gustos personales. Yo, cuando pienso en mi infancia, recuerdo algunas otras películas que no han tenido cabidaen esta ocasión, pero sí que todas las que están tienen algo que te hace recordar vienas sensaciones. Personalmente prefiero las aventuras y las cosas buenas, no las "malas", aunque sin duda son una parte de la vida.

Buen trabajo

Salu2

20:12 - 16/06/2012

mangafan

Si, vamos, aunque sea muy subjetivo, yo hay pelis que no las veo muy para ver en la infancia. ¿Labetinto del Fauno? Adoro el director y la peli es genial, pero hay que estar perturbado para pensar en ella como una pelicula "infantil" o que te devuelva a tu juventud. ¿Tu que juventud viviste? ¿En una carcel encerrado junto a sadicos homicidas? XD Matar a un Ruiseñor tampoco la veo mucho en esa lista, tampoco Los 400 Golpes (que si te soy sincero, ni la conocia XD) y bueno, siempre pensare que El Gigante de Hierro esta sobrevaloradisima.

En cambio veo ahi alguno de los grandes olvidados, aparte de los grandisimos olvidados como Totoro, Gremlins, E.T. Indiana Jones... faltan peliculas como Cortocircuito, Tortugas Ninja, Howard el Pato, Sonrisas y Lagrimas, La Bruja Novata... tendriamos que hacer no un Top 10, si no un Top 20 o 30. incluso si nos remitimos a un presente más cercano (Que sinceramente, yo pienso en mi infancia) tendriamos toda la saga de Harry Potter o una que tiene mucha división de opniniones como Super 8.

20:18 - 16/06/2012

elChupao

Yo creo que se refiere más que apelículas meramente infantiles a infantil/adolescente. Usando tu mismo ejemplo de El laberinto del fauno, yo a mi sobrina de 13 años sí se la pondría, pero a mi sobrino de 8 aún no. Bueno, de hecho con mi sobrina nos marcamos alguna sesión de miedo/terror y a mi sobrino que es un cagaleras no le dejamos unirse XD

21:03 - 16/06/2012

nulopillo

Pequeños guerreros

12:03 - 17/06/2012

Damned Martian

mangafan escribió:Si, vamos, aunque sea muy subjetivo, yo hay pelis que no las veo muy para ver en la infancia. ¿Labetinto del Fauno? Adoro el director y la peli es genial, pero hay que estar perturbado para pensar en ella como una pelicula "infantil" o que te devuelva a tu juventud. ¿Tu que juventud viviste? ¿En una carcel encerrado junto a sadicos homicidas? XD Matar a un Ruiseñor tampoco la veo mucho en esa lista, tampoco Los 400 Golpes (que si te soy sincero, ni la conocia XD) y bueno, siempre pensare que El Gigante de Hierro esta sobrevaloradisima.

En cambio veo ahi alguno de los grandes olvidados, aparte de los grandisimos olvidados como Totoro, Gremlins, E.T. Indiana Jones... faltan peliculas como Cortocircuito, Tortugas Ninja, Howard el Pato, Sonrisas y Lagrimas, La Bruja Novata... tendriamos que hacer no un Top 10, si no un Top 20 o 30. incluso si nos remitimos a un presente más cercano (Que sinceramente, yo pienso en mi infancia) tendriamos toda la saga de Harry Potter o una que tiene mucha división de opniniones como Super 8.

Bueno, en el párrafo introductorio lo explico, aunque supongo que muchas veces es un párrafo que os saltáis (o que no lo he expresado bien): no son películas infantiles, sino películas sobre la infancia, con niños de protagonistas y sus problemas, aventuras y desventuras. Obviamente, en la mayoría de los casos las pelis con niños son pelis infantiles, pero no siempre.

Hay pelis que iba a meter de las que nombráis, pero como las dividí por bloques temáticos, eran redundantes con algunas de las incluidas. Por ejemplo, tuve que elegir entre E.T. y El Gigante de Hierro, porque en ambos casos el tema es la amistad. O entre Totoro y Toy Story, por el tema de la magia real.

Eso sí, en la vida se me habría pasado por la cabeza incluir en una lista de pelis buenas a Howard el Pato XD

18:57 - 17/06/2012

Arshabyn

Este se ha convertido en uno de mis top 10 favoritos. He echado en falta a Peter Pan, que está considerada por los educadores infantiles como la única película realmente buena e importante de Disney para los niños. Es curioso, porque de pequeña no era de mis favoritas, pero la veo de mayor y me entristece, pero es que crecer a veces es un asco. Incluso Descubriendo nunca jamás podría incluirse. También ET o las aventuras de Indy.

El párrafo de Los Goonies es memorable, casi me emociona. Es horrible cuando te vas dando cuenta de que el idealismo puede ser tan perjudicial... La gente sin infancia me da asco, todos deberíamos tener nuestro lado idealista -sin excederse- y nuestro niño interior. Es algo a lo que los adultos no damos importancia, y así va el mundo...

20:44 - 17/06/2012

p4dr1n0

Gran Top, pero como ya han dicho, muy subjetivo. Aún así, muchas de las que no me pillaron en la infancia para mí son legendarias en este sentido igualmente... salvo El Laberinto del Fauno, yo esa la quitaría, para nada la veo en esta lista.

¿Personalmente? Añadiría Superman, Rocky, y alguna más... sé que no son específicamente de este estilo, pero son las que veía de chico, y aún hoy me entran verdaderos escalofríos al ver según qué escenas... además, de chico se ven las cosas a través de un prisma totalmente distinto. Todo tiene otro sentido.


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