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Lo que nos espera en los Oscar 2013 (I)

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El polvo de la última ceremonia de los Oscar ya se ha asentado, y mientras los ganadores comienzan a pasar la resaca y los perdedores se lamen sus heridas, es el momento de echar una mirada hacia delante, dar carpetazo a 2011 de una vez por todas (siempre y cuando nos dejen las distribuidoras españolas, que todavía nos van a coser a estrenos del año pasado durante un tiempo) y pensar en qué nos ofrecerá este 2012 tan apocalíptico, tanto de cara a la estatuilla como no.


Lo primero que deberíais hacer es echarle un vistazo a los artículos que publicamos el año pasado y partiros la caja de risa. Porque a estas alturas, con la primavera naciendo todavía, es una tarea completamente inútil predecir quiénes van a estar nominados al Oscar, y mucho menos ganar. Sin ir más lejos, The Artist ni siquiera aparecía mencionada el año pasado; no en vano por entonces se contaban con los dedos de una mano los que conocían su existencia fuera de Francia (y de esos, nadie hubiese dado un duro por ella). Eso sí, también hay que reconocer algún mérito: de las nueve nominadas a mejor película, siete se mencionaban entre las 20 favoritas, y entre esa veintena también estaban casi todas las que acabaron la carrera como fuertes alternativas. Midnight in Paris era la otra en la que no confiamos lo suficiente, pero claro, sobre el papel parecía que J. Edgar era más fiable de cara al Oscar. Craso error que este año también cometeremos, por algún lado, pero no sabemos exactamente donde. Si no, ya estaríamos forrados como adivinos.

Otra cosa que señalar es que hay una veintena de películas que aparecieron el año pasado y que también serán mencionadas en estos artículos, ya que retrasaron sus fechas de estreno, algo que también pasará con algunas cintas este año. Sin ir más lejos, de haber escrito este artículo un par de semanas antes, habríamos incluido a Guerra Mundial Z, que hace unos días fue retrasada hasta verano de 2013.





ESTRENOS INVERNALES


Dado que la temporada de premios ocupa hasta dos meses del año siguiente, hay muchas películas que se estrenan mientras tanto en los cines estadounidenses. Eso no quiere decir que haya mucho que ver. Normalmente, los primeros meses del año son empleados por los estudios como cubo de basura para verter todo lo que no tendría salida en otro mes con mayor afluencia de público. Entre el frío, la resaca navideña y la resaca de estrenos grandes de esas fechas, quedan pocas ganas (y dinero) para ver nada de cinco estrellas, o para ir siquiera al cine. Así que aquí acaban cintas olvidables o que ya tienen polvo de ocupar los estantes de filmes sin estrenar; blockbusters de segunda categoría que no tienen caché suficiente para triunfar en verano; y películas independientes que no aspiran a premios.

Por ejemplo, es una época idónea para estrenar thrillers de calidad cuestionable, como Contraband, Gone, Act of Valor o Al Borde del Abismo; comedias dudosas como Wanderlust, Project X, Casa de mi Padre o A Thousand Words; cintas familiares de pedigrí limitado, como Una Aventura Extraordinaria o Joyful Noise; filmes de terror con muchos sustos para acurrucarse, como The Devil Inside, La Mujer de Negro o Silent House; o los siempre recurridos dramas románticos ñoños, como la muy exitosa Todos los Días de mi Vida o la última de Tyler Perry, Good Deeds. En la mayoría de los casos, solo son anuncios largos para triunfar en el mercado doméstico. Incluso hay dos actores que son asiduos a estos meses, pues su momento de gloria (al menos en cuanto a premios se refiere) pasó hace mucho: Denzel Washington, que triunfó con El Invitado; y Nicolas Cage, que fracasó con Seeking Justice y Ghost Rider 2. Ninguna de estas películas habría funcionado mejor en otra época del año, eso es cierto. Lo cual en algún caso es triste.

El Motorista Fantasma no ha sido hasta ahora el único intento de triunfar en taquilla con un producto de segunda división y alto presupuesto, y que en los Oscar se va a enfrentar a un casi seguro olvido total. Desde secuelas que nadie había pedido (Underworld 4, Viaje al Centro de la Tierra 2) hasta absurdos batiburrillos de géneros (comedia, acción, amor: Esto es la Guerra, La Cazarrecompensas), pasando por aventuras épicas de presunto prestigio y escaso resultado (Red Tails), el invierno se alimenta de ellas. La más comentada, sin duda, ha sido John Carter, del alumno de Pixar Andrew Stanton, que le ha costado a Disney 250 millones de dólares y ha sido recibida con frialdad por la crítica y con una negativa total por parte del público, lo que la convierte desde ya en el primer (y quizá el mayor, aunque solo estemos a marzo) fracaso del año.



En cuanto a las películas en estreno limitado, en estos meses cuentan con una importante tara: toda la atención está dirigida hacia las películas que pugnan por algún Oscar, muchas de las cuales se estrenan en los dos últimos meses del año y aprovechan el invierno para expandirse y atrapar al público adulto que busque cine de prestigio. Así que lo que se estrena ahora suelen ser películas cuya calidad varía entre lo nefasto (Loosies, October Baby), lo mediocre (Being Flynn, 4:44 Last Days on Earth, Perfect Sense) o lo meramente correcto (Return, On the Ice, Roadie, Thin Ice, Detachment). Algunas sí que destacan sobre las demás, como Boy o Natural Selection, pero están dirigidas a los paladares selectos, y su estreno en estas fechas tiene que ver más con encontrar un hueco donde su mercado comercial no esté copado por otras producciones indies. Por otro lado, también hay cintas extranjeras que no habrían encontrado hueco para la Academia una vez que han perdido su oportunidad de ser nominadas como mejor película extranjera, y que este año no correrían mejor suerte, como The Forgiveness of Blood, Declaración de Guerra, Miss Bala y Attenberg. Otras, al ser de habla inglesa, ni siquiera optaban a ello, como Kill List y Snowtown; pero son cintas de público selecto que horrorizarían a un académico.

Hay casos en los que estas películas independientes sí que tendrían potencial para atraer los premios, bien por los nombres del equipo o el reparto, bien por el tipo de historia que cuentan; pero al parecer son abandonadas a su suerte en estas fechas porque no tienen ninguna fortaleza concreta que las pueda hacer destacar, ni las críticas son especialmente entusiastas. Es el caso de la última dramedia de los hermanos Duplass, Jeff, Who Lives at Home; o del drama histórico de Lasse Hallström Salmon Fishing in the Yemen; o de la comedia coral Friends with Kids, que comparte muchos actores con La Boda de mi Mejor Amiga. Su estreno tempranero está sin duda orientado al beneficio monetario, aprovechando unas fechas con poco producto adulto.

Por otro lado, hay películas que no han llegado todavía a Estados Unidos, pero que se han estrenado ya comercialmente en otras partes del mundo, por lo que podemos saber cuál ha sido la reacción de la crítica y el público hacia ellas. Por ejemplo, las españolas Intruders y Luces Rojas han tenido aquí una recepción algo fría e indiferente, así que no podemos esperar mucho de ellas más allá del charco. Lo mismo se puede decir de cintas británicas de época como Cumbres Borrascosas o Bel Ami, que han provocado división de opiniones (la primera) o escepticismo (la segunda) allá donde han llegado. Por su parte, Oro Negro parece confirmar que Jean-Jacques Annaud dejó de ser relevante hace diez años, mientras que El Enigma del Cuervo (The Raven) ha sido vilipendiada más allá de todo reconocimiento. Pero no todas son así. This Must be the Place parece tener cierta calidad, aunque genere también opiniones enfrentadas, mientras que Hysteria parece al menos más entretenida de lo que fue Un Método Peligroso, aunque parezca una versión menor de esta. Por su parte, El Exótico Hotel Marigold es exactamente lo que parece: una comedia agradable con buenos actores para que los mayores de 50 pasen el rato, que no es poco. Pero claro, ninguna de estas películas parece que vaya a ser recordada después del verano, así que son descartes más que probables.



Lo más señalado de estos casi tres meses se puede resumir en realidad en solo siete películas, y cinco de ellas no son ‘de Oscar’. Indomable, de Steven Soderbergh, un nuevo experimento aplicado al cine de acción: buenas críticas, mala taquilla. Chronicle, o el formato de falso documental aplicado al cine de superhéroes: excelentes críticas y taquilla, posibilidades mínimas. La indonesa The Raid, al parecer la mejor película de acción de los últimos años, sin duda un éxito de culto; pero de Oscars ni hablemos. Infiltrados en Clase, que ha sorprendido a todos como una comedia hilarante e inteligente, pero que se tendrá que conformar con su generosa taquilla. Infierno Blanco, con críticas muy buenas y taquilla aceptable, podría arañar alguna candidatura (aunque fuese solo técnica) con un estreno tardío, pero en once meses seguramente será olvidada. Respecto a las cintas que sí podrían salvarse en los próximos premios de la Academia, The Deep Blue Sea está generando críticas entusiastas, sobre todo para sus actores, así que quizás podríamos ver de nuevo a Rachel Weisz nominada a la estatuilla (los críticos tendrán que recordarla a final de año para que esto se haga realidad).

Y luego está Los Juegos del Hambre, un taquillazo descomunal del que seguro que se seguirá hablando a final de año, que sorprendentemente ha enamorado también a la crítica. Podría ser una de esas rara avis que logra no solo sobrevivir a todo un año de desgaste, sino a los prejuicios de género de la Academia. Cuando menos, es una candidata muy a tener en cuenta de cara a premios técnicos y quizás a alguno más importante.







EL REDUCTO CÓMICO


Si hay un género usualmente denostado por la Academia, ese es el de la comedia, tratada siempre como cine de escasa entidad que no merece más reconocimiento que el populismo de la taquilla. Y sin embargo, de vez en cuando alguna cinta cómica consigue arañar reconocimientos aunque sea en categorías actorales o de guion, muy de vez en cuando aspirando incluso a los premios más importantes (más allá de los Globos de Oro, obviamente). Por eso merece la pena dedicarle un apartado, a ver si averiguamos cuál será la próxima La Boda de mi Mejor Amiga o la nueva Full Monty.

No va a ser, desde luego, una cinta como Qué Esperar Cuando Estás Esperando, que por muchos nombres famosos que acumule en su reparto, le seguirá dando mal nombre a la comedia coral. Menos descaradamente horrendas se plantean Gods Behaving Badly y The Big Wedding, que también cuentan con repartos extensos, pero en ninguno de los dos casos podemos esperar peras del olmo. Además, tendremos productos rescatados de otra era, como American Pie: El Reencuentro o Los Tres Chiflados, que solo pueden aspirar a no ser vergonzosas, algo en lo que posiblemente fracasarán. En esta línea también se pueden incluir cintas de cómicos cuya fecha de caducidad ya expiró, como Parental Guidance (Billy Crystal) o The Guilt Trip (Barbra Streisand).

Por su parte, The Longest Week y A Little Bit of Heaven cogerán temas serios (la crisis económica y el cáncer, respectivamente) para convertirlos en comedia, lo cual suele ser una receta para el fracaso y la ofensa, sobre todo porque los involucrados en ellas no despiertan mucha confianza. Mejores credenciales tiene Thanks for Sharing, opera prima de Stuart Blumberg que trata sobre adictos al sexo, algo que tras ver Shame pocos se pueden tomar a la ligera; pero con el guionista de Los Chicos Están Bien, aún queda una esperanza de que la cinta sea buena. Aunque si de temas de calado se trata, nada puede vencer a Seeking a Friend for the End of the World, que como su título indica, se centra en el fin del mundo. Por lo visto en su tráiler, esto será una mera excusa para una comedia romántica con toques de drama familiar, pero su reparto es lo bastante atractivo para mantenerla en el radar, por si acaso.



La mayoría de comedias apuntan claramente al público y no se preocupan en absoluto por los premios, aunque siempre puede haber algún Borat escondido entre ellas. Pero por muy hilarante que parezca, no es probable que El Dictador repita la hazaña de Sacha Baron Cohen de estar nominado a mejor guion, sobre todo después de que Brüno pasase sin pena ni gloria. Tampoco la troupe Apatow encontrará galardones con Neighborhood Watch o The Five-Year Engagement, aunque el público pueda pensar lo contrario. Pero también hay proyectos más raros que no se sabe cómo van a salir. The Sapphires, por ejemplo, es una dramedia musical sobre cuatro chicas australianas que forman una banda y viajan a Vietnam para entretener a las tropas estadounidenses durante la guerra. Movie 43, por su parte, es una cinta de historias cortas con varios directores de renombre y una línea argumental común que los une, la cual trata sobre conspiranoias y películas prohibidas, lo que suena totalmente demente. Y Syrup es una de esas sátiras de la sociedad contemporánea que abundan en el género literario y suelen fracasar en el cine gracias en parte a un reparto de caras bonitas e insípidas.

Quizá un lugar más adecuado para buscar comedias que puedan tener algo más o que puedan romper la barrera del prejuicio académico es el Festival de Sundance, que este año tuvo más risas de lo habitual. Bueno, este y el anterior, porque The Details todavía no se ha estrenado. En Sundance 2012 se pudieron ver secuelas de cintas de probado éxito (2 Days in New York), actrices que se pasan al otro lado de la cámara con relativo éxito (Celeste and Jesse Forever, coescrita por Rashida Jones), historias de amistad entre hermanas (Your Sister's Sister) o cintas tan atrevidas como divertidas (For a Good Time Call..., sobre dos amigas que abren un teléfono erótico). Las triunfadoras cómicas del certamen fueron, sin embargo, dos películas: Safety Not Guaranteed, creativa y delirante historia sobre tres empleados de una revista que van a la caza de un hombre que ha publicado un anuncio buscando compañero para viajar en el tiempo; y Bachelorette, una especie de versión indie de La Boda de mi Mejor Amiga, con un humor más negro y amargo.



Habrá también nombres importantes tras las cámaras buscando un hueco más allá de la taquilla. Bruce Beresford estrenará al fin Peace, Love, and Misunderstanding, una dramedia bien recibida en Toronto sobre un hombre que lleva a sus hijos a pasar unas vacaciones con su madre, una hippie con su propio huerto ecológico (interpretada muy oportunamente por Jane Fonda). Richard Linklater, por su parte, adapta en Bernie una historia real sobre un funerario que mató a una viuda rica y estuvo meses simulando que seguía viva. La cinta, de humor negro como el azabache, también ha recibido críticas tibias, aunque no excelentes, a su paso por varios festivales. Seth MacFarlane, más conocido por Padre de Familia, probará suerte con su primer largometraje y con actores reales en Ted, disparatada historia sobre un hombre que ve cómo su osito de peluche de la infancia cobra vida (¿se titulará en España Infelices Para Siempre?). Michael Hoffman regresará tras La Última Estación con Gambit, remake de una película de robos de los años 60 que ha sido escrita por los hermanos Coen, aunque quizás no llegue a tiempo de estrenarse este año. Y el premio al proyecto más desconcertante del año se lo lleva el hijísimo Roman Coppola, que estrenará su segunda película, A Glimpse Inside The Mind of Charles Swan III, una comedia dramática que parece inspirada hasta cierto punto en la vida de Charlie Sheen, incluidas sus últimas andanzas… y que está protagonizada por el propio actor.

La verdadera incógnita será ver si Straight A's, que trata de un drogadicto que regresa con la familia que abandonó tras aparecérsele el fantasma de su madre, será una comedia ‘fumeta’ o tendrá suficiente drama para ganarse una reputación. Se estrena en diciembre y el director es James Cox (Wonderland), así que a lo mejor es lo segundo. Por su parte, This is 40 podría llevar al fin a Judd Apatow al encuentro con la estatuilla, tras el fallido experimento con la seriedad de Hazme Reír. Se trata de un spin-off de Lío Embarazoso centrado en la pareja formada por Paul Rudd y Leslie Mann, que por mucho que se empeñe su marido nunca será una estrella, y cuenta en su reparto con buena parte de sus habituales. Pero si la crisis de los cuarenta puede ser buen material de comedia y de drama, más lo es una campaña política, que es lo que ofrece The Campaign. La cinta está dirigida por Jay Roach, conocido en cines por Austin Powers y Los Padres de Ella, pero que en televisión ha destacado sobremanera estos últimos años con dos telefilmes políticos sobresalientes: Recount y Game Change. ¿Podrá unir un Oscar a sus dos Emmys con una sátira mordaz, o será un mero vehículo disparatado para los talentos cómicos de Will Ferrell y Zach Galifianakis?







RAREZAS Y FORÁNEAS


El cine de fuera de Estados Unidos siempre lo tiene más difícil a la hora de aspirar a un Oscar, al menos fuera de su gueto reservado. Así, hay muchos autores de renombre que acaparan numerosos premios internacionales, pero que son incapaces de convencer a la Academia. Esto también sucede dentro de este país: los directores más alternativos y raros suelen ser excluidos de los Oscar. Pero claro, siempre hay algún Terrence Malick por ahí, o algún Tigre y Dragón agazapado, esperando sorprender a los que solo miraban de puertas adentro para pronosticar las estatuillas.

Podríamos comenzar este repaso por el primer festival europeo del año, la Berlinale, que suele reunir películas totalmente opuestas a lo que busca la Academia. Este año la ganadora del Oso de Oro, Cesare Deve Morire, no parece que vaya a repetir la hazaña de Nader y Simin, ya que se trata de una historia casi documental que adapta el Julio César de Shakespeare usando presos de una cárcel de Roma como actores. Su originalidad puede impactar, pero quizá sea demasiado pequeña para acceder a un público amplio. Las otras cintas que destacaron en el certamen alemán fueron Tabu (drama portugués sobre una anciana de pasado tumultuoso), Captive (filme del filipino Brillante Mendoza con una Isabelle Huppert que sufre el secuestro y la tortura por parte de las guerrillas de este país) y Barbara (sobre una médico germana que queda atrapada tras el Muro de Berlín). Salvo la última, que posiblemente sea la candidata de Alemania para competir por el Oscar, ninguna parece tener opciones de salir de las salas de arte y ensayo.

Si viajamos a Asia, nos encontramos con una nueva versión de Las Amistades Peligrosas (Dangerous Liaisons, de Jin-ho Hur) y con la nueva película del director de Summer Palace, Love and Bruises. Ambas tienen distribuidor para estrenarse en EE UU, pero no es probable que logren más que premios de la crítica. También tendremos dos cintas de artes marciales que esperan ocupar el hueco abierto por Ang Lee hace una década: The Grandmasters, de Kar Wai Wong, que es su particular versión de la vida de Yip Man, el entrenador de Bruce Lee; y The Assassin, de Hsiao-hsien Hou, cinta histórica con protagonista femenina. Hay que mantenerlas en el radar al menos como potenciales candidatas técnicas. También de artes marciales, por cierto, es The Man with the Iron Fists, primera película tras la cámara del rapero RZA, que como curiosidad tiene a Russell Crowe como villano; pero en este caso se trata de una producción estadounidense, por mucho que intente homenajear al cine del estudio Shaw.



También tendremos la primera incursión en Hollywood de Chan-wook Park, el thriller de terror Stoker, protagonizado por Nicole Kidman, que pese a lo que pueda parecer por su título no trata de vampiros, sino de misterios familiares. Y si hablamos de cine de terror, Coppola todavía tiene pendiente de estreno su experimento con Poe llamado Twixt, que a juzgar por las primeras reacciones, no se va a acercar ni a 10 kilómetros del antiguo Teatro Kodak (por rareza… y por calidad). Mucho mejor parece ser V/H/S, una cinta sobre unos ladrones que encuentran extraños vídeos en la casa que van a robar, y que fue toda una sensación en Sundance. Por su parte, el inglés Peter Strickland recuperará el giallo italiano para Berberian Sound Studio, mientras que Jack and Diane promete una extraña mezcla de amor lésbico y licantropía que puede ser realmente bizarra, y Don Coscarelli se pasa a la meditación metafísica y los monstruos de otra dimensión con John Dies at the End.

No serán los únicos proyectos ‘raros’ que lleguen este año a los cines. Dentro de poco se estrena Sound of my Voice, de la actriz y guionista Brit Marling (Otra Tierra), una cinta de misterio y ciencia ficción sobre dos periodistas que se infiltran en una secta en la que su líder afirma provenir del futuro. Algo más tarde llegará God Bless America, una desquiciada comedia sobre un enfermo terminal que decide cargarse a todos los imbéciles y cabrones que se le pongan por delante, sean estrellas de reality o políticos corruptos. Pero para marciano, el mexicano Carlos Reygadas, que estrenará la experimental Post Tenebras Lux, de la que solo se sabe que será parcialmente autobiográfica. ¿Y qué decir de Holly Motors, del francés Leos Carax? Pues que regresa más de 10 años después al cine con una historia de viajeros en el tiempo y mundos paralelos, y con Eva Mendes convertida en trasunto de Amy Winehouse. Pero quizá el proyecto más esperado de estos ‘perros verdes’ sea Under the Skin, tercera película del cada vez más excéntrico Jonathan Glazer, en la que Scarlett Johansson interpretará a una extraterrestre perdida en Escocia.

En comparación con estas, lo último de Todd Solondz (Dark Horse, pseudosecuela de su mayor éxito hasta la fecha, Happiness) y de Ramin Bahrani (un drama sin título en el que Zac Efron y Dennis Quaid son granjeros en problemas) parece casi convencional y comercial. Como también lo es The Woman in the Fifth, thriller francés que fue acogido con calidez en Toronto. O The Loneliest Planet, drama de aventuras en la Georgia balcánica dirigido por Julia Loktev. O la delirante Iron Sky, cinta de ciencia ficción finlandesa en la que los nazis se han ocultado durante años en la cara oculta de la Luna y regresan para vengarse. Y si queremos volver a lo raro, podemos mencionar a la danesa Teddy Bear, una historia de amor entre un culturista nórdico y una prostituta tailandesa que triunfó en Sundance.



Y luego también están los pesos pesados del cine euroasiático. Los franceses Laurent Cantet (La Clase) y Jacques Audiard (Un Profeta) regresan a las andadas con Foxfire y Rust and Bone, respectivamente. La primera es una adaptación de una novela de Joyce Carol Oates sobre un grupo de chicas de los bajos fondos del Nueva York de los años 50 que forman una banda de maleantes. La segunda se basa en una colección de relatos de Craig Davidson centradas en el mundo clandestino del boxeo, el juego y las peleas de perros. También francés es Olivier Assayas, que está terminando Something in the Air en una época inmejorable, ya que el filme es una nueva mirada a las revueltas sociales de mayo de 1968, a través de los ojos de una joven adolescente. Cambiando de país, el italiano Matteo Garrone seguirá su exitosa Gomorra con Big House, y en esta ocasión su mirada crítica salta de la camorra napolitana a los concursantes de Gran Hermano y programas similares.

Además de estos, se estrenarán las últimas obras dos autores tan consagrados que no necesitan presentación. El iraní Abbas Kiarostami viajará al Japón de después del tsunami con The End, una historia de amor entre una joven que trabaja de prostituta para pagarse los estudios y uno de sus clientes, un veterano académico. Por su parte, el austríaco Michael Haneke se reunirá por tercera vez con Isabelle Huppert en Amour, un drama sobre una pareja retirada que vive dificultades después de que a ella le dé un infarto y quede delicada de salud. ¿Podría ser la primera vez que la Academia abrace abiertamente al autor de Funny Games?







DUDAS RAZONABLES


Hay películas que se nota a la legua que van a ser fallidas, bien porque sus directores, una vez prestigiosos, han caído en picado de un tiempo a esta parte; o bien porque el material de partida puede caer tan fácilmente en la mediocridad que es difícil pensar que un equipo sin gran currículum pueda sacarlos adelante. O simplemente, porque no inspiran confianza. El verdadero misterio de estas cintas es saber si alguna sorprende para bien, porque para mal todo el mundo espera que lo hagan.

Caso de manual: The Lucky One, sobre un excombatiente de Irak que regresa a casa tras sobrevivir a un bombardeo de milagro y se enamora. ¿Bien? No, mal, porque está basada en una novela de Nicholas Sparks y tiene un reparto de caras bonitas e inexpresivas, así que es una receta para la ñoñería comercial. Como lo son La Extraña Vida de Timothy Green, Girl in Progress o Darling Companion, dramas con repartos que no se merecen lo que sus tráilers indican que son estas películas. Confianza tampoco se puede depositar en Sparkle, cinta póstuma de Whitney Houston, que debe de ser tan mala como todas las que rodó como actriz. Pero eso son suposiciones, mientras que lo de Lay the Favorite y Cherry es bastante más seguro, ya que tanto el filme de Stephen Frears como el de Stephen Elliott han sido masacrados por la crítica tras sus respectivos pasos por Sundance y Berlín.

Por otro lado, a juzgar por sus últimas películas, que Curtis Hanson ruede un drama deportivo como Of Men and Mavericks, centrado en el mundo del surf, es más una receta para el desastre que para otra cosa. Y hablando de agua, por mucho que nos duela señalarlo, hay serias dudas de que Juan Antonio Bayona sea capaz de sacar adelante un drama potente sobre un tema tan delicado como el tsunami que asoló las costas indonesas en 2004, así que Lo Imposible puede ser que repita el éxito de El Orfanato. Otro hispanohablante, Andy Garcia, lo intentará de nuevo tras las cámaras con Hemingway y Fuentes, biopic del mítico escritor y del hombre que le inspiró a escribir El Viejo y el Mar. Por muy de Oscar que parezca el material, tras ver La Ciudad Perdida sería un milagro que recibiese críticas medianamente aceptables. Por su parte, matar mexicanos no parece ser la mejor manera para que Mel Gibson recupere el lustre perdido, así que Get the Gringo no parece prometedora. Como tampoco podemos esperar nada mejor de lo que ofrecieron sus primeras entregas en las secuelas de Los Mercenarios, Venganza y Amanecer, cada una a su nivel de calidad.



Pero más allá de las potenciales decepciones, hay géneros que directamente son rechazados por la Academia. Como el terror, que llegará de la mano de autores tan conocidos como Neil Jordan: en Byzantium, Gemma Arterton y Saoirse Ronan son madre e hija tocadas por la maldición del vampirismo. Tendremos además cintas prometedoras como The Possession (cinta de espíritus del noruego Ole Bornedal, director de El Vigilante Nocturno) o House at the End of the Street (en donde nuestra favorita Jennifer Lawrence se muda a vivir a una casa contigua a la mansión donde se cometieron unos horrendos asesinatos…). Por otra parte, volverán dos directores habituales del género, uno con una legión de fans (Rob Zombie, que ahora se atreve con la brujería en The Lords of Salem) y otro que aún se está haciendo un nombre (Scott Derrickson, que probará suerte con los espíritus asesinos en Sinister), pero ninguno de ellos sueña con asaltar el Oscar (más bien con hacer saltar la banca en Sitges). Y también habrá subproductos que parecen destinados al mercado doméstico, como la vampírica The Moth Diaries, de la otrora interesante Mary Harron.

El género del thriller tendrá sus dosis de acción con La Fría Luz del Día (cinta de acción en Europa del director de JCVD), The Sweeney (adaptación al cine de una serie policíaca británica de los años 70), Dark Tide (alicientes: tiburones asesinos y Halle Berry en bikini) o Deadfall (en donde dos atracadores y un boxeador retirado huyen de la justicia en Las Vegas). Incluso tendremos ración doble de Jason Statham: su típico filme de venganza/protección del inocente con Safe, y un acercamiento más serio al género policíaco y de atracos con Parker, del que una vez fue oscarizable Taylor Hackford. David Koepp es otro que regresa por sus fueros, con otro de sus entretenidos productos de serie B, Premium Rush, en el que Joseph Gordon-Levitt es un bicimensajero con un mensaje muy peligroso. La serie B tendrá su representante claustrofóbico con The Divide, en la que Xavier Gens reúne a unos pocos supervivientes de un ataque nuclear en un búnker. Y el cine de intriga y asesinos en serie tendrá sus representantes en Alex Cross (nueva entrega del detective interpretado por Morgan Freeman en El Coleccionista de Amantes y La Hora de la Araña, pero ahora con el rostro de Tyler Perry y a las órdenes del inefable Rob Cohen), Penthouse North (una especie de revisión de La Habitación del Pánico, con menos habitación y más pánico, de la mano de Joseph Ruben) y Bullet to the Head (adaptación de un cómic dirigida por Walter Hill, con Sylvester Stallone y Jason Momoa como asesinos a sueldo).

Además, el dueto formado por David Ayer y Antoine Fuqua, que saltó a la fama gracias a Training Day, también estrena por separado. Ayer vuelve a las andadas de las relaciones entre dos policías muy distintos (Jake Gyllenhaal y Michael Peña) con End of Watch, mientras que Fuqua se lanzará más a la acción sin paliativos en Hunter Killer, en donde un grupo de Navy Seals debe rescatar al presidente ruso, que permanece secuestrado en un submarino (en la realidad, todos sabemos que Vladimir Putin se haría un collar de orejas con los militares sublevados él solito, o con la ayuda de su más que capaz ejército, sin necesidad de americanos). Y ya que hablamos de rusos y de submarinos, Phantom es un thriller sobre una misión secreta de un buque soviético, y cuenta con un gran reparto y un director desconocido. También se estrenará al fin el remake de Amanecer Rojo, donde los invasores soviéticos de la original fueron sustituidos por chinos y más tarde editados para que fuesen norcoreanos, no sea que en China se molesten.



Lo cual nos lleva de nuevo en círculo hacia los seguros batacazos del año. Y los hay con nombre y apellidos. Por ejemplo, pese a tener un nombre muy reconocible, la hindú Mira Nair es responsable de dos de las mayores decepciones en la historia de la oscarología, Amelia y La Feria de las Vanidades. Así que no hay motivo para pensar que The Reluctant Fundamentalist, drama sobre un inmigrante paquistaní en los días posteriores al 11-S, vaya a ser otra cosa que un bodriete con ínfulas, pese a que se basa en una novela respetada. Oliver Stone también dejó de ser relevante hace más de una década, así que tampoco se puede apostar por el thriller de narcotraficantes mexicanos Savages (que, por otro lado, tiene pinta de ser demasiado violento para la Academia). Y en el caso de los hermanos Wachowski, su respeto incluso entre la comunidad cinéfila más friki ha descendido en barrena desde el año 2003, así que el anuncio de que este año estrenan nueva película se recibe con afilamiento de cuchillos y sonrisas sádicas, no con expectación, por mucho que el alemán Tom Tykwer comparta la silla de director. Que Cloud Atlas, una cinta que narra seis historias entrelazadas en distintos momentos temporales, abarque también la ciencia ficción y el futuro, la hace por un lado más ambiciosa y por otro un descalabro asegurado.

Como colofón a esta primera entrega tenemos Rock of Ages, el último de una larga lista de musicales que han intentado revitalizar el género desde su presunta resurrección con el combo de Moulin Rouge y Chicago. Adaptar un éxito de Broadway puede ser un éxito (Hairspray, del mismo director que esta) o un desastre (Los Productores, El Fantasma de la Ópera), y el hecho de que sea un musical rock con pinta excesivamente kitsch pesa bastante más que los Tonys recibidos, que últimamente parece que se los dan a cualquiera que venda un montón de entradas. Tampoco la presencia de Tom Cruise (que este año también estrenará el thriller de intriga One Shot, de Christopher McQuarrie, para barrer en taquilla) inspira mucha devoción, más que nada porque sus capacidades vocales están todavía por demostrar.



Por supuesto, alguna de estas 165 películas tiene vagas posibilidades en los próximos Oscar, al menos en alguna categoría menor, pero en la gran mayoría de los casos es improbable, y en al menos la mitad, directamente imposible. La semana que viene echaremos un vistazo a los que realmente competirán por los premios de mayor enjundia el 15 de enero.

 

Fuente: CINeol | Visitada: 10213 veces


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Comentarios (9)

11:40 - 24/03/2012

TheJauri

Buen articulo de las pelis a tener en cuenta u olvidar desde ya, aunque lo de que Chronicle sea una "buena critica y mala taquilla" no lo veo de ese modo. Una peli que cuesta 12M y recauda 63M solo en USA y 56M en el resto mundo, me parece un taquillazo.

16:00 - 24/03/2012

Damned Martian

TheJauri escribió:Buen articulo de las pelis a tener en cuenta u olvidar desde ya, aunque lo de que Chronicle sea una "buena critica y mala taquilla" no lo veo de ese modo. Una peli que cuesta 12M y recauda 63M solo en USA y 56M en el resto mundo, me parece un taquillazo.

Buena crítica y mala taquilla era Indomable, no Chronicle. Cito:

Indomable, de Steven Soderbergh, un nuevo experimento aplicado al cine de acción: buenas críticas, mala taquilla. Chronicle, o el formato de falso documental aplicado al cine de superhéroes: excelentes críticas y taquilla, posibilidades mínimas.

16:46 - 24/03/2012

Miniviciao@

Buena currada de articulo Felicidades :)

Este año si, habra q peliculas de las q hacen fanboys a patadas, q ganas tenia de una edicion asi, q estas ultimas no me interesaban demasiado

18:39 - 24/03/2012

Erick

Supongo que en la proxima parte de articulo aparecerán las que realmente suenan a saco, ya comentare porque entre estas hay muchas de las que no se absolutamente nada. Y ni siquiera sabemos si realmente habra ceremonia de los oscar.

A parte de todo yo votaría a esta http://www.rottentomatoes.com/m/the_raid_redemption/ como un de las favoritas a mejor peli de 2012.

20:24 - 24/03/2012

TheJauri

Damned Martian escribió:
TheJauri escribió:Buen articulo de las pelis a tener en cuenta u olvidar desde ya, aunque lo de que Chronicle sea una "buena critica y mala taquilla" no lo veo de ese modo. Una peli que cuesta 12M y recauda 63M solo en USA y 56M en el resto mundo, me parece un taquillazo.

Buena crítica y mala taquilla era Indomable, no Chronicle. Cito:

Indomable, de Steven Soderbergh, un nuevo experimento aplicado al cine de acción: buenas críticas, mala taquilla. Chronicle, o el formato de falso documental aplicado al cine de superhéroes: excelentes críticas y taquilla, posibilidades mínimas.

Lo habeis cambiado, lo se. Haha, es broma a las 2am que leo peor, entonces no me quejo. Mis disculpas!

23:08 - 24/03/2012

Dorengord

Buenas

Excepcional artículo y que, además pone de manifiesto gran parte de mi "ignorancia" ya que hay una gran cantidad de títulos de los que no estaba al tanto.
Y muy buena la primera parte, haciendo autocrítica en relación a la ausencia de The Artist el año pasado.

Salu2

23:32 - 24/03/2012

Damned Martian

Erick escribió:Y ni siquiera sabemos si realmente habra ceremonia de los oscar.

Yo no he leído nada que lo ponga en duda en ningún sitio. De hecho, la fecha de la entrega de premios se fijó en el 24 de febrero porque era la que mejor le venía a la ABC, que antes hay Superbowl y esas cosas.

20:22 - 25/03/2012

NormanBates

Damned Martian escribió:
Erick escribió:Y ni siquiera sabemos si realmente habra ceremonia de los oscar.

Yo no he leído nada que lo ponga en duda en ningún sitio. De hecho, la fecha de la entrega de premios se fijó en el 24 de febrero porque era la que mejor le venía a la ABC, que antes hay Superbowl y esas cosas.


¿De que están hablando?, ¿Por que la ceremonia puede estar en peligro? :-?

Buen articulo Damned, pero decir que la anterior predicción era para partirse de risa es exagerado, 7 en una lista de 20 no esta nada mal.

Sobre Cloud Atlas, me parece precipitado tratarla como batacazo seguro, ya se que parece el Sucker Punch de este año pero si la peli es medianamente buena tal vez pueda arañar algún premio técnico.

20:27 - 25/03/2012

MrFloppy

Qué agobio con tanta película, jajaja.
Al final de año no me acordaré ni de una tercera parte...

De los mejores artículos del año en CINeol.


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