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Lo que nos espera en los Oscar 2012 (I)

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Ahora que la resaca de los Oscar se ha asentado y que hemos podido dar por clausurado el año 2010 (más o menos, porque aquí todavía nos están llegando películas del año pasado), es hora de echar una mirada hacia delante. ¿Qué nos espera en los próximos meses? Y más concretamente, ¿qué películas pueden estar presentes en los próximos Oscar?


Este artículo sirve como una guía no solo para saber qué cintas se perfilan como favoritas para las próximas estatuillas, cosa tan fútil que dentro de un año podréis leer de nuevo el artículo y partiros de risa ante los disparates que aquí se cuentan, sino como agenda para no perder de vista los productos más interesantes que nos llegarán desde Hollywood. Sí, desde allí, porque llevar también la cuenta de las cintas extranjeras que van a llegar a Estados Unidos sería una odisea inútil y arbitraria. Así que tened en cuenta que en ese sentido es un acercamiento incompleto, y comencemos.




1. LOS PRIMEROS DESCARTES


Y nada mejor para empezar que echar un ojo a esas películas que ya sabemos que no van a estar presentes en los premios de final de año. Algunas se han estrenado ya, otras no. Incluso hay alguna que puede que ni se estrene. Entre estas últimas hay que destacar dos: Shanghai y Margaret. La segunda os sonará por nuestro top10 de películas malditas: es la segunda película de Kenneth Lonergan y lleva en un cajón desde 2005, pero igual a Fox Searchlight le da por distribuirla de una vez. Y si lo hace, seguramente será a escondidas y sin repercusión. Lo mismo se puede decir de Shanghai, romance épico con John Cusack que debería haberse estrenado en 2008 y que solo se ha visto, con críticas mediocres, en algunos países asiáticos.


Respecto a las cintas ya estrenadas, hay algunas que nunca parecieron gran cosa y lo han confirmado: Sin Identidad es un thriller más, nadie sabe todavía qué hace Ron Howard dirigiendo una basura como ¡Qué Dilema!, El Santuario (Sanctum) es una tontería de serie B, Destino Oculto es una correcta cinta de ciencia ficción y poco más, The Green Hornet es un éxito pero demasiado mediocre en todos los sentidos para que alguien la recuerde incluso ahora, y Caperucita Roja es tan mala que ni siquiera sobrevivirá para optar a premios técnicos. La única que podía tener alguna opción era La Legión del Águila, y ha sido no solo un fracaso de público, sino vilipendiada por la crítica.

En estreno limitado también hay un buen número de indies que nadie recordará a final de año, y quizá por eso hayan elegido estrenarse en el primer trimestre. Las hay buenas, pero excesivamente experimentales o artísticas para los gustos de la Academia (Copia Certificada, Cold Weather, Putty Hill); las hay comerciales y sin mayor interés (Cedar Rapids, Peep World, El Amor y Otras Cosas Imposibles o la triunfadora en Sundance 2010, Happythankyoumoreplease, que ha resultado una decepción enorme); y las hay que están siendo directamente destrozadas por la prensa (Monogamy, Every Day, Burning Palms, Electra Luxx).


También hay un par de dramas británicos, Kill the Irishman y White Irish Drinkers, pero ninguno de ellos tiene críticas suficientemente cálidas ni está siendo aceptado por el público de forma que alguien los recuerde a final de año. Lo mismo que ocurrirá con los thrillers London Boulevard y Brighton Rock, dos cintas que en el Reino Unido se estrenaron en 2010 y que llegarán este año a las costas americanas. Pero si en su casa fueron recibidas con indiferencia o incluso odio, es dudoso que la sensibilidad yanqui las rescate del exilio.

Y eso nos lleva a las cintas que aún no se han estrenado, pero que se han visto en otros países (como la cinta de intriga psicológica Shelter, destrozada por la crítica allá donde se ha estrenado) o en algún festival. Por ejemplo, debido a su absoluto fracaso y escarnio en Sundance podemos descartar dos ataques al extremismo religioso tildados de ridículos (Red State, de Kevin Smith, y Salvation Boulevard), la cinta de intriga The Son of No One, de Dito Montiel, o la filosófica I Melt With You, de Mark Pellington. Más suerte tuvieron el drama sobre la crisis económica Margin Call, el thriller de acción The Devil's Double, el drama personal Hesher y la comedia romántica Homework, que fueron recibidas de forma solamente fría, por lo que es de esperar que pasen sin pena ni gloria. Por su parte, The Details, Henry's Crime y Here sí que tuvieron buena aceptación, pero las dos primeras son comedias negras y con un punto extravagante, y la tercera una cinta reflexiva y minimalista, así que es dudoso que lleguen a ningún lado.


Por lo que respecta a otros festivales, Toronto nos dejó la irregular Amigo, que confirma que John Sayles no está en su mejor momento, y la atroz Passion Play, cinta de amor entre Mickey Rourke y Megan Fox que lucha por evitar un estreno directo en DVD tras ser tratada como uwebolliana. Si nos vamos a Berlín, allí se pudo ver lo nuevo de Miranda July, The Future, pero fue recibida con frialdad hasta por el colectivo gafapasta. Y para el final dejamos la mayor decepción: Miral, de Julian Schnabel, una cinta sobre la situación en Palestina que era considerada como una de las favoritas para los pasados Oscar, pero que fue recibida tan mal por prensa y público en Venecia que se retrasó su estreno hasta este año y ya nadie la tiene en sus quinielas.




2. CANDIDATAS ANIMADAS


Este año es posible que tengamos de nuevo cinco películas de animación nominadas al Oscar. Eso dependerá de dos cosas: que se estrene alguna cinta extranjera que a día de hoy no podemos conocer; y que se acepten como animadas esas películas que mezclan acción real con personajes por ordenador, algo fraudulento pero que no impidió que Alvin y las Ardillas fuese preseleccionada en su día. Precisamente este año se estrena la tercera entrega, que solo servirá para engordar la lista hasta llegar a 16, requisito mínimo para llegar a cinco finalistas. Y junto a ella podría hacer el fraude Los Pitufos y Hop, todas ellas con otro punto en común: tienen pinta de basura inconmensurable.


También harán de relleno la mediocre Gnomeo y Julieta, por mucho éxito sorpresa que haya sido; la sosa (por las críticas) y escalofriante (por la animación ‘muerta’ de la captura de movimientos made in Zemeckis) Marte Necesita Madres; y la visualmente barata Hoodwinked Too. Su existencia, por cierto, nos da pie a comentar que este es el año de las secuelas. Tres de las películas que más duro pelearán por estar en la terna son segundas partes de éxitos de hace tres o cuatro años. No solo se repetirá la lucha por la estatuilla con Cars 2 y Happy Feet 2 (esta vez es improbable que los pingüinos vuelvan a llevarse el gato al agua), sino que también está por ahí Kung Fu Panda 2, esta vez sin ningún WALL·E al que enfrentarse. Y si estas son secuelas, Puss in Boots es lo contrario: una precuela de Shrek basada en el Gato con Botas, que tiene toda la pinta de ser un solo chiste estirado hasta hacer un largometraje.

También hay cuatro películas muy distintas que podrían reclamar el trono del Oscar. Por un lado tenemos la inevitable Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio, de Steven Spielberg, que a día de hoy es una gran incógnita no solo en cuanto a su calidad, sino en cuanto a su aceptación en tierras americanas. Pero también tenemos la nueva cinta del estudio Ghibli, The Borrowers, que quizá sea demasiado infantil para la Academia. Y es que si quieren sacar al niño que llevan dentro, es más probable que lo hagan con Winnie the Pooh, adaptación al cine del popular y querido personaje, y única película americana del año en animación tradicional. Tampoco podemos descartar un estudio tan querido como Aardman, que este año tiene en cartera Arthur Christmas, una cinta que puede ser un bombazo o pasar totalmente desapercibida.


Y para terminar, dos alternativas por si los pesos pesados fallan: Rio, de la que podemos esperar un estilo de humor similar a Ice Age, siendo del mismo estudio; y Rango, que ya ha demostrado ser un éxito de crítica y público con potencial para llegar a los más adultos, pero cuyo tempranero estreno puede dejarla en un segundo plano a final de año.




3. BELOW THE LINE


Este calificativo es el que utilizan los americanos para hablar de las categorías técnicas. Y en ellas siempre tienen cabida películas espectaculares, de alto presupuesto y aspiraciones de reventar taquillas, que nadie en su sano juicio consideraría seriamente en otro lugar que no fuese en sus apartados artesanos. Por ejemplo, este año tenemos cuatro cintas de superhéroes que pueden arañar alguna nominación, aunque lo más probable es que se les haga el vacío: The First Avenger: Captain America, Thor, X-Men: First Class y la única que parece tener opciones (en el apartado de FX), Linterna Verde. Claro que al menos tendrán más posibilidades que otras cintas que parecen destinadas a ser ridiculizadas y hasta estrellarse en taquilla, como El Sicario de Dios (¿Legión 2?), la segunda parte de la ya de por sí cutre Viaje al Centro de la Tierra, la cinta de robots boxeadores Puro Acero o la versión de Los Tres Mosqueteros del inefable Paul W.S. Anderson.


Hay otras cintas en las que podemos ser más específicos. Por ejemplo, las críticas dicen que Ironclad es un simple divertimento medieval lleno de acción, pero no se debe descartar para vestuario y dirección artística, las mismas categorías en las que pueden tener un hueco el nuevo Conan (dudoso), la segunda entrega de Sherlock Holmes (muy posible) y la visión de Tarsem Singh de la mitología griega, Immortals (casi seguro). En maquillaje tienen mucho potencial dos precuelas, Rise of the Apes y The Thing, siempre y cuando no abusen del ordenador para sus simios y criaturas. Y si hablamos de canciones, The Muppets debería poder colar como mínimo una. La que no parece tener una fortaleza concreta, y por ello posiblemente se quede fuera, es Mission: Impossible: Ghost Protocol. Lo sentimos mucho, Brad. Otro año será.

También hay tres películas que podrían ir en cualquier dirección: podrían ser fracasos o romper taquillas; podrían arrasar en premios técnicos o ser ignoradas por completo; podrían ser geniales o vergonzosas. Es decir: Invasión a la Tierra, Cowboys & Aliens y Sucker Punch. De la primera ya sabemos que es un éxito, pero no es buena, lo cual seguramente la haga seguir la senda de Furia de Titanes el año pasado: niente. La última tiene toda la pinta de un fracaso monumental pero muy espectacular, y de un olvido total e intencionado por parte de los expertos de la Academia. Respecto a la nueva cinta de Jon Favreau, es un disparo al aire. Igual de probable es que sea mencionada en tres o cuatro categorías a que sea ignorada por completo.


Por último, los valores seguros son las sagas de sobrada popularidad. Muy raro (pero no imposible, dado el odio generalizado hacia Michael Bay) sería que el sonido y los efectos especiales de Transformers: Dark of the Moon fuesen ignorados. También lo sería que se fuese de vacío la cuarta entrega de Piratas del Caribe, aunque sea tan 2006 que ya no haga gracia. Pero si hay una cinta que tiene posibilidades de arrasar, esa es la última entrega de Harry Potter. Tras ocho películas mirando mayormente hacia otro lado, ¿será la Academia capaz de no reconocer el monumental esfuerzo dedicado a la saga? Ha llegado a estar nominada hasta en cinco categorías distintas, así que este año podría estar presente en todas ellas... y quién sabe si alguna más, como maquillaje o sonido. En cualquier caso, no se quedará a cero en las nominaciones.




4. CINE COMERCIAL... ¿O NO?


Hay un buen número de películas que tienen toda la pinta de estar destinadas al público, al consumo generalizado, pero que no dirigen al mismo tiempo su punto de mira hacia el Oscar. Pero esto a veces no quiere decir que nos encontremos ante filmes que podemos descartar fácilmente. Si confluyen las circunstancias óptimas (gran apoyo de crítica y público que lo acompañe durante el año, cierto contenido o mensaje que lo aleje del cine ‘superficial’…), pueden ser candidatas como en su día lo fueron District 9 o The Blind Side, o a punto estuvieron de serlo Star Trek o The Town.


Eso sí, sin que nadie las haya visto, ya podemos poner en tela de duda que cintas como The Lincoln Lawyer, Sin Límites, The Killer Elite, Safe, Abduction o Trespass tengan alguna posibilidad. Con que sean mínimamente buenas y entretenidas ya podríamos darnos con un canto en los dientes, y lo más probable es que no lo sean vistos su reparto, su director o su tráiler. Pedirles que sean material de Oscar ya sería descabellado. Por su parte, A Dolphin's Tale y Mr. Popper's Penguins pueden ser maravillosas cintas familiares, pero ya tendrían que ser rompedoras o tocar tremendamente la fibra para convertirse en sucesoras de Babe. Y ya que estamos hablando de géneros, la ciencia ficción es territorio vedado para la Academia excepto en eventos de coincidencias estelares improbables, por lo que Now, Código Fuente y Singularity lo van a tener muy difícil, al igual que The Darkest Hour, cinta de invasiones alienígenas con potencial para ser la nueva Monsters/District 9… o la nueva Skyline. ¿Y qué decir de Super 8? ¿Puede trascender la fantasía y la aventura para contar también una historia nostálgica que toque la fibra de los académicos, o será solo un éxito comercial sin más? En cuanto a cine de terror, Retreat promete ser un intenso duelo actoral, pero demasiado limitado para tener repercusión; y la verdadera incógnita con potencial es Dream House, de Jim Sheridan, un director que puede conseguir algo especial con esta cinta de casas encantadas si consigue volver a su mejor nivel.


En el otro lado del espectro están las comedias, que pueden ser sencillamente para reírse (en cuyo caso no tienen posibilidad alguna) o puede que cuenten también una historia cercana y conmovedora. Muchas se pueden descartar con solo ver el reparto o el argumento, como la aparentemente inocua 30 Minutes or Less, pero otras todavía no: Everything Must Go fue bien recibida en Sundance y mezcla la comedia con el drama y el alcoholismo; Arthur es el remake de una película que estuvo nominada a cuatro Oscar y ganó dos; Bernie tiene detrás a Richard Linklater, lo cual no es un seguro de nada, pero sí indica potencial para ser algo más; A Little Bit of Heaven parece ser otra comedia romántica más, pero también tiene por medio el cáncer como elemento fundamental en la trama; y sobre todo está Larry Crowne, nueva película tras las cámaras de Tom Hanks, que puede ser un romance maduro y poco más, pero teniéndole a él y a Julia Roberts al frente, también puede trascender el género (aunque solo sea porque guste mucho a la gente).

Volviendo al thriller, tenemos cuatro películas con más potencial que las primeras que hemos nombrado para ser algo más que un mero vehículo comercial. Rodada en España, The Cold Light of Day es una cinta de acción y secuestros de Mabrouk El Mechri que puede ser una nueva Negociador… o una nueva En el Punto de Mira. Por su parte, The Fields tira más hacia el género policíaco, basándose en el caso real de un múltiple asesinato en Houston, aunque el guion parece ser innecesariamente enrevesado según los primeros rumores. Por otro lado, Killer Joe es el nuevo intento de William Friedkin por recuperar su talento, esta vez en una trama noir con mucho sexo y violencia. Pero la más interesante a priori es Man on a Ledge, que viene a ser una prima hermana de Última Llamada, pero sustituyendo la cabina telefónica por una cornisa en lo alto de un rascacielos y un francotirador con un robo de diamantes.


Por último, destacar cinco filmes que en teoría solo son comerciales -incluso lo han declarado así sus realizadores-, pero que hay que mantener en el radar por el nombre de sus directores. Por ejemplo, Footloose es solo un remake del musical adolescente de los 80… excepto que al frente está Craig Brewer (Hustle & Flow). Y Warrior es solo una película de luchadores de artes marciales… excepto que al frente está Gavin O'Connor (Tumbleweeds). ¿Y qué pasa con Hanna, esa película de acción con una niña que reparte hostias como panes? Que no olvidemos que es de Joe Wright (Expiación). Por otro lado, Haywire es la última cinta de Steven Soderbergh, un thriller de espionaje al estilo de los años 70 que podría ser un Ocean's Eleven o un Traffic. Y por último está Black Gold, de Jean-Jacques Annaud, una cinta sobre el descubrimiento de petróleo en Oriente Medio y el impacto que esto tuvo sobre la sociedad árabe de la época. ¿Suena épico y profundo? Sí, pero el director francés la ha definido como "una aventura entretenida para familias de todo el mundo", lo cual la sitúa más cerca de Océanos de Fuego que de El Paciente Inglés.




5. TERRITORIO INDIE


No hay muchas películas independientes que puedan vanagloriarse de llegar hasta los Oscar. Todos los años hay un par con cierta presencia y alguna más que arranca una nominación aquí y allí, pero en comparación con el volumen de cintas, son escasas. Sin embargo, conviene echar un ojo a lo que ofrece el panorama indie de 2011.


Empecemos con cuatro películas que no van a llegar a ningún lado. Porque a cualquiera le basta con ver los respectivos tráilers de There Be Dragons y Atlas Shrugged: Part I para saber que, aunque la historia del Opus Dei sea muy interesante y la novela de Ayn Rand sea mítica, son dos cintas que de haberse estrenado ya estarían en la primera parte de este artículo. Tienen pinta de épica de baratillo y folletín. El mismo destino le puede esperar a W.E, segunda cinta en la dirección de Madonna, que cuenta la historia de Eduardo VIII y su novia simpatizante de los nazis. Y si su primer filme ya fue denostado, no hay motivo para pensar que ahora lo vaya a hacer mejor. Otro tanto se puede decir de Francis Ford Coppola, que hace ya mucho que perdió el favor de la crítica y cada vez está más centrado en hacer filmes ultrapersonales que poca gente aparte de él traga. Su intento de este año se llama Twixt Now and Sunrise, y está basado en un sueño que le dejó patidifuso.

Si de autores se trata, hay algunos nombres que hay que tener más en cuenta de cara al Oscar. Por ejemplo, Woody Allen, que estrena Midnight in Paris esperando conseguir otro Match Point en algún momento de su carrera. Lars von Trier, experimental él, probará con Melancholia a dar su visión personal del cine de catástrofes, y la cosa le puede salir por cualquier lado. Ken Loach, por su parte, dará su particular y feísta visión de la posguerra en Irak con Route Irish, mientras que Todd Solondz volverá a analizar las relaciones familiares y de pareja desde un punto de vista incómodo en Dark Horse, y Restless supondrá el regreso al cine más personal e íntimo de Gus Van Sant, con el amor y la muerte como temas centrales. Por otro lado, Drive tiene potencial para ser la Buried del año, una película que aúne la sensibilidad indie con el thriller tenso y estilístico de la mano del siempre interesante Nicolas Winding Refn. Y por supuesto, a Pedro Almodóvar hay que reservarle un hueco en varias categorías si le sale bien La Piel que Habito.


Pero hablar de cine indie sin echar un ojo al pasado festival de Sundance es tontería. De allí salieron películas con posibilidades comerciales y calidad a partes iguales, como la bonita historia de superación personal The Music Never Stopped, la dramedia romántica Ceremony, la comedia disparatada My Idiot Brother y el thriller cómico The Guard, así como productos más personales y arriesgados, pero que pueden conseguir una audiencia suficiente para mantener opciones en algunas categorías. Entre estas últimas, las principales sensaciones del festival fueron Little Birds, drama de dos muchachas que escapan de casa para buscarse la vida en Los Angeles; Like Crazy, drama romántico sobre una relación a distancia que se alzó con un par de premios; y The Convincer, una sátira sobre el mundo de las aseguradoras.

Entre las películas independientes que esperarán a otros festivales para comenzar su recorrido (en teoría) triunfal por los precursores, destacan principalmente (en orden de menos a más prometedora): A Better Life, drama sobre inmigrantes con el que Chris Weitz quiere demostrar que puede hacer otra película al nivel de Un Niño Grande; The Oranges, una comedia en la que Hugh Laurie se enamora de la hija de unos amigos de toda la vida; Butter, una dramedia sobre una chica con un talento especial para hacer mantequilla cuyo guion ha despertado comparaciones con Pequeña Miss Sunshine; Jeff Who Lives at Home, la nueva comedia generacional de los hermanos Duplass; The Loneliest Planet, thriller minimalista en donde una familia realiza un peligroso viaje a través de la devastada planicie de la ex provincia rusa de Georgia; Blackthorn, del español Mateo Gil, western que postula que Butch Cassidy vivió hasta viejo en una aldea de Sudamérica; y Sleeping Beauty, visión adulta, actual y de alto componente erótico del cuento de la Bella Durmiente.


Así las cosas, el año parece propicio para que sean dos las películas que más destaquen en el panorama indie (con permiso de algunas otras que veremos en siguientes apartados). La que ya se ha visto es Meek's Cutoff, de Kelly Reichardt, un western con Michelle Williams que fue recibido como una obra maestra en Venecia y Toronto, y que trata de la peripecia de un grupo de colonos que se perdieron en el desierto de Oregón. Si no consigue arañar ninguna nominación será porque sea un plato demasiado seco y contemplativo para el paladar de los votantes, pero en los precursores de la crítica sin duda tendrá cierta presencia. La incógnita, por otro lado, es Damsels in Distress, regreso a la dirección de Whit Stillman trece años después de su último filme. La cinta es una crítica de la sociedad contemporánea centrada en un grupo de adolescentes malcriadas y ricas, lo cual puede ser bueno comercialmente para el filme, pero malo de cara a ser tomada en serio por los premios más importantes.

Eso es todo en esta primera entrega. Mañana será el turno de las primeras pistolas, las películas que en realidad deberían definir la próxima temporada de premios con su éxito... o su fracaso.

 

Fuente: CINeol | Visitada: 6716 veces


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Comentarios (5)

13:21 - 13/03/2011

Graham Hess

- Wowh, articulazo! Me ha encantado. Directo a favoritos para ir recordando pelis a las que tener en cuenta :-D




[oki] [qmparto] [oki]

14:15 - 13/03/2011

el predicador

...y Sleeping Beauty, visión adulta, actual y de alto componente erótico del cuento de la Bella Durmiente.

Esperemos que esté a la altura de Blancanieves X [austin]

Grandísimo trabajo, damned. Esperando el próximo artículo con ansias... [beer]

22:26 - 13/03/2011

Dorengord

Buenas

Pedazo de artículo. Enorme curro. Ahora habrá que dejarlo bien a mano para rescatarlo cuando llegue la temporada de premios para comprobar cómo está el asunto jeje.

Salu2

18:16 - 14/03/2011

NormanBates

Excelente articulo Damned

1.- Los primeros Descartes
Marte Necesita Mamas se estrenó con criticas terribles, asi que creo que la categoria que le corresponde es esta, ademas creo que la tecnica utilizada no es considerada animación.
2.-Candidatas Animadas
Lo unico bueno de que exista un aparente bajo nivel en las peliculas animadas de este año, es que puede ser la oportunidad de peliculas como Hoshi o Ou Kodomo de Makoto Shinkai o de Un monstre à Paris de Bibo Bergeron (siempre y cuando consigan estreno en el 2011 en USA)
3.-Below The Line
¿Crees que nominen a a Kevin O’Connell por Esta Abuela es un peligro 3? XD

00:57 - 15/03/2011

Damned Martian

NormanBates escribió:Excelente articulo Damned

1.- Los primeros Descartes
Marte Necesita Mamas se estrenó con criticas terribles, asi que creo que la categoria que le corresponde es esta, ademas creo que la tecnica utilizada no es considerada animación.

Y Gnomeo y Julieta también, pero he puesto una categoría específica de animadas para discutir de ellas, ya que tienen su categoría específica (y además creo que este año no vamos a tener peli animada entre las 10).

2.-Candidatas Animadas
Lo unico bueno de que exista un aparente bajo nivel en las peliculas animadas de este año, es que puede ser la oportunidad de peliculas como Hoshi o Ou Kodomo de Makoto Shinkai o de Un monstre à Paris de Bibo Bergeron (siempre y cuando consigan estreno en el 2011 en USA)

Siempre hay entre las preseleccionadas un par de animes y alguna cinta europea que se estrena de tapado. El problema es que no suelen tener repercusión a no ser que sean de nombres contrastados, paradójico en una categoría donde deben verlas todas para votar.

3.-Below The Line
¿Crees que nominen a a Kevin O’Connell por Esta Abuela es un peligro 3? XD

Creo que este año le toca descansar y planear su asalto definitivo a la estatuilla XD


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