Especial: Cinderella Man

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“Hollywood en el ring”

El boxeo es seguramente el deporte que mejor encaja en una pantalla de cine, siendo un filón interminable de grandes películas donde el componente dramático la mayoría de veces se imponía, dejándonos retratos de personas, la mayor parte hombres, que aspiran a ser los mejores en un cuadrilátero, con vidas marcadas por este deporte y son historias que al público le interesan, ya que en ocasiones son relatos de gente normal, de la cual compartimos muchas veces sus vivencias y aspiraciones, ya que no sólo aspiran a triunfar entre las doce cuerdas, quieren también triunfar en su vida. Desde las primeras películas de boxeo, como “There´s life in the Old Dog Yet” o el corto de Chaplin “Charlot Boxeador” o las últimas “Million Dollar Baby” o “Alí”, el cine nos ha mostrado las distintas caras de este deporte.

Ya en 1926, Buster Keaton dirigió e interpretó “El último round”, en un argumento curioso donde un multimillonario se hace incomprensiblemente boxeador profesional. Por esa época también llegó un título de un director que fue el genio indiscutible del suspense, Alfred Hitchcock. Fue “The ring”, que nos cuenta la historia sobre un triángulo amoroso entre el cual se encuentra un campeón de boxeo. De 1931 cabe destacar “El campeón”, protagonizada por un magnífico Wallace Berry, encarnando a un boxeador retirado, a quien su hijo intenta llevar de nuevo a los rings, intentando que deje el alcohol. En 1942 con “Gentleman Jim” ya se empiezan a realizar película sobre hechos reales. Dirigida por Raoul Walsh, para Errol Flynn supuso una nominación al Oscar. A partir de los años que sucedieron a las posguerra, el enfoque de las películas varió hacia la denominación “Noir”, con películas como “Cuerpo y alma”, dirigida por Robert Rossen y protagonizada por John Garfield, con un argumento ya algo redundante de campeón manipulado, con la consecuente degradación de su persona. Poco después llegaba una de las joyas de este subgénero, “Nadie puede vencerme”, dirigida por Robert Wise en 1949, condensando en setenta minutos una estupenda película. Ese mismo año, Un joven Kirk Douglas protagonizaba “El Idolo de Barro”, que narra la historia de un joven violento, con su llegada y encuentro de un lugar en el mundo por medio del boxeo.

Llegando ya a los 50 y aunque no siendo totalmente una película sobre boxeo, no podemos obviar “El hombre tranquilo”, dirigida por John Ford y protagonizada por su casi inseparable John Wayne. Pero ya en el año 1956 disfrutamos de la que posiblemente una de las mejores películas de boxeo, “Marcado por el odio”, dirigida por Robert Wise, donde asistimos a la biografía de Rocky Graziano, interpretado soberbiamente por un magnífico Paul Newman. Es una película donde no sólo encontramos los habituales tintes dramáticos dentro del subgénero, ya que incluso tiene su tono de humor en ciertos momentos. Una obra imprescindible. Ese mismo año, otra buena película, “Más dura será la caída”, un clásico del cine negro interpretado por Bogart, donde vemos la manipulación constante de los boxeadores, las extorsiones y demás.

En los 60 hubo una curiosidad llamada “Kid Galahad” protagonizada por Elvis Presley y llegando ya a los 70, “La gran esperanza blanca” de Martin Ritt, que nos cuenta la biografía del campeón de boxeo más odiado de todos los tiempos y nos muestras y denuncia el racismo existente en el boxeo, como era en todos los ámbitos de la sociedad de aquella época. Una de las películas más especiales del subgénero del drama pugilístico sea “Fat City” de 1971 y dirigida por John Huston, que fue un gran aficionado, amante y defensor del boxeo e hizo un enfoque distinto, mostrando al boxeo como una manera de integrarse, rehacerse y convertirse en una persona de bien, además de esa gama cromática de los duelos sobre el ring. Y llegamos a la que quizá sea la película de boxeo por antonomasia, “Rocky”. Un fenómeno mundial, récord de taquilla, con tres premios Oscar: Mejor Película, Director y Montaje. Fue protagonizada por Silvester Stallone e incluso escribió el guión. Posteriormente protagonizó cuatro secuelas, pero no llegando al nivel de la primera. En 1979 Franco Zefirelli dirigió la dura y dramática “Campeón”, con John Voight.

La década de los 80 se inició con la magnífica “Toro Salvaje”, dirigida por Martin Scorsese y con un insuperable Robert De Niro. Quizá la mejor película sobre boxeo, en la cual De Niro da vida a Jack Lamotta, ganado un merecido Oscar por su intepretación, pero más allá del tema que trata, “Toro Salvaje” es una película de gran calidad en todos los aspectos. A pesar del éxito de “Rocky” y “Toro Salvaje”, los años 80 no fueron muy propicios en películas de este subgénero y el renacer comienza a gestarse en 1997 con “The Boxer” de Jim Sheridan, aunque el boxeo en esta película no es más que un trámite y metáfora en la vida del protagonista, en este caso Daniel Day Lewis. Pero en cambio en 1999 con “Huracán Carter” asistimos a una buena película del subgénero. Protagonizada por Denzel Washington, cuenta la historia real de Rubin Carter, un boxeador de peso medio que a un paso de convertirse en campeón es injustamente encarcelado por unos crímenes que no había cometido, víctima del racismo.

En el 2001, “Alí” de Michael Mann, protagonizada por Will Smith, narra la vida de Muhammad Alí/Cassius Clay desde sus inicios hasta el mítico combate en Zaire contra Foreman: Rumble in the jungle Y bueno, llegamos a la que tal vez sea una de las obras cumbres del cine pugilístico, “Million Dollar Baby”, que aunque siendo un argumento algo habitual en el género, nos aporta un detalle más que interesante: el boxeo femenino, pero no dándole un carácter de reivindicación. Además es más una historia sobre personas que del boxeo en si. La última que nos ha llegado es “Cinderella Man” de Ron Howard y protagonizada por Russell Crowe, pero seguramente en un futuro asistiremos a más combates en la gran pantalla.

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