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ESPECIAL Phantasma: Esferas, enanos y un inquietante Hombre Alto

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Sergio Roma, 30/07/2019

Tal día como hoy, 30 de Julio de 1979, hace 40 años, se estrenaba en nuestro país una de las películas más icónicas del cine de terror, que posteriormente dio lugar a varias secuelas a lo largo de los años. Probablemente no estemos ante una de las sagas de terror más populares ni conocidas, y en cuanto a su calidad, tampoco podemos hablar, en conjunto, de obras maestras del cine de terror, pero sí se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que estamos ante una de las sagas más interesantes en muchos aspectos, con un estilo muy personal y reconocible, y que ha arrastrado a un gran número de seguidores con ganas de conocer sus diversas aventuras.
Ahora que se cumplen 40 años del estreno de la primera película que inicia la serie, se nos ofrece una ocasión excelente para realizar un repaso/homenaje sobre esta curiosa y extraña Saga de terror.
La saga Phantasma (“Phantasm”, término adoptado de novelas de Edgar Allan Poe) comienza en el año, 1979, con la película Phantasma, de la mano de Don Coscarelli y supone todo un acontecimiento. Con un presupuesto de tan sólo 300.000 euros consigue recaudar 12.000.000de euros, un éxito de crítica y público y toda una legión de seguidores que se mantendrá expectante ante la perspectiva de nuevas aventuras. El conjunto de películas abarca desde el año 1979 hasta 2016, año en la que finaliza con la película Phantasma: Desolación cerrando la Saga de manera bastante digna.

Toda la historia gira en torno a un extraño sepulturero, que aparece a lo lejos en el entierro de un joven que acaba de suicidarse y que tras algún también extraño comportamiento, el chico (Mike) decide seguirle, observar sus movimientos y también su vida privada. A partir de ahí, se irá creando un juego de persecuciones, desconfianzas y finalmente odio, que llevará a una batalla fratricida en torno al sepulturero y el grupo creado por Mike, su hermano Jody y un amigo de ellos (Reggie) en su intención de averiguar la verdad y acabar con la maldad inherente en todo el extraño asunto. En un principio parece un guión sencillo, que se va desarrollando poco a poco como una especie de road movie global. Pero lo cierto es que poco a poco va adquiriendo más complejidad tanto en la forma como en el desarrollo de la historia conforme van pasando los años.
El creador de la historia es un director libio Don Coscarelli, que dirigirá todas las películas menos la última. Considerado ya un cineasta de culto, comenzó su carrera con pequeños cortometrajes que iban obteniendo algún premio. Posteriormente dirigió su primera película "Jim, the World’s Greatest", y en el mismo año "Kenny & Company", para tres años después embarcarse de lleno en el proyecto “Phantasma”. Paralelamente a esta saga, Coscarelli ha realizado proyectos menos exitosos como El Señor de las bestias, "Escuela de supervivencia" , Bubba Ho-tep o John Muere al Final, además de participar en series de terror para TV como "Maestros del horror" y Esculturas humanas.
Una de las claves del éxito de la Saga Phantasma es sin duda alguna el sepulturero que aparece desde un primer momento y del que resulta tarea muy complicada deshacerse. El llamado “Hombre Alto”, una encarnación del mal que resulta realmente inquietante, y uno de los personajes malvados más interesantes del cine de terror. Sin llegar a ser un personaje especialmente terrorífico, al menos en apariencia, su imagen siniestra en cuanto a la sobriedad de su aspecto (incluso se potenció su altura a través de alzadores), su mirada desafiante y a veces irónica y su aspecto desgarrador, le convierten en un malvado inquietante, en un extraño ser que parece convivir más en el mundo de los muertos que de los vivos y que se mueve con sencillez y comodidad en el temeroso mundo de lo oculto. Un sombrío testigo del pasaje humano de la vida hacia la muerte.

El tema principal, es sin duda la muerte, y todo gira en torno a ella desde el mismo comienzo. Un entierro, un sepulturero, tumbas, rezos, llantos…toda una serie de símbolos que buscan ese epicentro dramático y su contrapunto en un enigmático más allá. En torno a la muerte se perfila como líder el Hombre Alto, y todo un ejército de muertos vivientes y de armas surrealistas. La persecución del mal, por parte del grupo de improvisados héroes se antoja imprescindible para salvar a la humanidad, y se enmarca dentro del concepto de redención en lo que supone la asunción de un mundo podrido pero con ligeras esperanzas. En este sentido tendrá especial interés una lucha espacio-temporal que añadirá complejidad a la trama.
La Saga está cargada de siniestros símbolos que la hacen más interesante si cabe. En torno al Hombre Alto giran unas extrañas esferas metálicas y magnéticas con una macabra sorpresa en su interior. Actúan como una especie de extensión del Hombre Alto. Allá donde no llegan sus largos brazos aparecen las esferas amenazadoras y prometen pasar un mal rato a quién señalan.
Igual de macabros se presentan unos extraños seres, hombres enanos encapuchados (con cierta similitud a los jawas de Star Wars, aunque anteriores a aquellos), que del mismo modo suponen una nueva extensión de la maldad del Hombre Alto, y un ejército de mercenarios al servicio del mal. Unos seres que contienen una extraña e inquietante sangre amarilla en su interior como símbolo de su no pertenencia al mundo de los mortales y como viscosa seña de identidad. Suponen todo un revolucionario concepto de almas en pena. Muertos que no mueren, que vagan por el mundo esclavizados y con hambre de mal.
Por otro lado, tenemos portales a otras dimensiones, un enigmático paso al más allá, o al espacio atemporal representado por dos pivotes metálicos y una invitación a adentrarse a través de ellos.
Los escenarios que acompañan las películas y que suponen un marco perfecto en torno al mundo de la sepultura, son igualmente fríos y terroríficos. El mármol domina el entorno de la funeraria, los pasillos son largos, oscuros sótanos, desiertos silenciosos, funerarias, pueblos abandonados, bosques alejados...Unos escenarios que invitan al terror más ahogado, al miedo más siniestro.
Don Coscarelli, que rodó la primera película en un aspecto de Serie B, en un tono amateur, ha querido y sabido mantener ese mismo aspecto, a pesar de las interferencias en producción y el aumento de presupuesto. En cierto modo, el estilo y la forma rompen algunos esquemas que venían prefijados en el cine de terror de la época, rompe algunas ataduras, y la introducción de elementos fantásticos, que se alejan de la comprensión realista, le añade ese punto de originalidad siempre necesaria. Así mismo, nos encontramos con ligeros elementos gore, atmósferas oscuras y tenebrosas y todo en torno a una fotografía certera, que sabe apuntar y señalar lo importante y que acompaña las aventuras con emoción e intriga.
Otro aspecto sumamente brillante es la música, y esa melodía que al igual que ocurre con sagas como “Pesadilla en Elm Street”, acompaña de forma terrorífica a todas las películas y las convierten en un elemento más que además de ser icónico mismo, se transforman en seña de identidad de toda la Saga. Una melodía creada por Fred Myrow con piano y sintetizadores que se introduce en el cerebro, creando sensaciones de miedo y ansiedad. Del mismo modo, la música a través de canciones y de guitarras tendrá importancia como mero homenaje y en cierto modo como pasión.
El plano interpretativo es especialmente interesante, dado que prácticamente en todas las películas aparecen todos los actores principales a pesar de los años que transcurren (actores que también habían aparecido en trabajos anteriores de Coscarelli). El Hombre Alto, está interpretado por Angus Scrimm (recientemente fallecido). Un actor perfecto para el papel. Una expresión única y un aspecto siniestro que Scrimm va perfeccionando a lo largo de las películas.
En el “eje del bien”, tenemos al chico Mike, “The Boy” (A. Michael Baldwin), que hace un paréntesis en la segunda película, pero aparece en el resto de películas de la saga. Un papel complicado el diseñado para él, sobre todo conforme va avanzando la Saga. Al igual que el de su hermano Jody, interpretado por Bill Thornbury. Pero sin duda alguna el papel más importante recae en Reggie Bannister. Curiosamente en la primera película parece que no vaya a tener protagonismo y que pudiera ser un secundario sin importancia, pero a partir de la segunda va cobrando más importancia, hasta convertirse en uno de los personajes más carismáticos, y auténtico azote del Hombre Alto, al que perseguirá a lo largo de todas las películas convirtiéndose en un auténtico maestro en el manejo de las armas y en el mundo privado del mal.

Aparte de la pura acción terrorífica, que ya de por sí resulta atractiva, las películas contienen algún que otro detalle dramático o con cierta profundidad que no es ajeno a la trama. Evidentemente todo el mecanismo que rodea al Hombre Alto va encaminado a crear una sensación de apocalipsis. La humanidad al borde de la lenta extinción o al menos del castigo del inframundo por los excesos cometidos en la vida. Así mismo resulta muy interesante conocer el origen del Hombre Alto, y cómo ha llegado a esa situación de sepulturero mortal. Diversas pinceladas a lo largo de varias películas nos irán dando alguna que otra pista sobre su pasado y también sobre los planes futuros. El propio personaje de Reggie también tendrá en el tramo final un complejo viaje entre la lucidez y la locura, jugando el director incluso con la posibilidad de que un sueño haya sido el detonante de todo el mundo fantasmagórico que se haya podido crear en torno al Hombre Alto.

Aunque el conjunto de las cinco películas se pueden interpretar como un todo, resulta particularmente interesante analizar cada una de ellas y comprobar los cambios o la continuidad, las mejoras o no en cuanto a calidad y el resultado final de esta curiosa Saga de terror.
PELICULAS
Phantasma
La película original. El comienzo de todo, y las claves que irán manteniéndose a lo largo de todas las demás películas.
En esta primera película aparecen los personajes principales, inocentes y sencillos habitantes de un humilde pueblo, que no saben que van a estar marcados el resto de su vida por la presencia fantasmal de un sepulturero que ellos mismos apodarán como el Hombre Alto.
Don Coscarelli dirige esta película nacida, según cuenta en alguna ocasión de un sueño (huyendo a través de largos corredores de mármol perseguido por una esfera), y lo transforma en una experiencia realmente terrorífica y en una aventura fantasmal. Todo funciona medianamente bien, y pese a ser una película de bajo presupuesto, técnicamente es precisa, ágil y con carisma.
El lugar donde se producen los hechos es una Funeraria llamada Morningside. Jody y Reggie están perplejos ante el suicidio de su amigo Tommy, al que previamente al comienzo de la película ya podemos saber que no se ha suicidado. En realidad se ha tratado de la primera víctima del Hombre Alto que a través de una explosiva rubia ha llevado a Tommy hacia la muerte. Posteriormente también conoceremos a Mike un niño adolescente que pese a su juventud es valiente, inquieto y curioso y que también será una pieza clave en toda la saga. Un trío de héroes para salvar a la humanidad. Mike será testigo de sucesos extraños desde un primer momento y su hermano a su vez será el primero en conocer, de manera brusca, al Hombre Alto. Posteriormente las visitas a la funeraria irán acompañadas de encuentros con ejércitos de enanos, y esferas metálicas aterradoras donde los efectos especiales funcionan con eficacia e incluso tendremos algún momento gore en forma de dedo viviente que se transforma en un extraño bicho y que termina por ser la llama que encienda la vena heroica del trío protagonista.
En el transcurso de los acontecimientos irán averiguando que los enanos son personas fallecidas, convertidas y esclavizadas, incluso descubrirán que sus propios padres o el fallecido Tommy forman parte de este terrorífico séquito. El buen montaje y el dinamismo narrativo consiguen que la película se desarrolle con mucha fluidez y con especial interés.
En el tramo final de esta película se nos muestra también un elemento que acompañará toda la saga, unos extraños pivotes que ejercen la función de puerta hacia el otro lado, hacia un abismo desconocido donde parecen acudir las almas en pena y de la cuál intentarán evitar a toda cosa acceder.
En esta primera película pudiera parecer que el Hombre Alto es vencido, e incluso que Reggie cae rendido en manos del mal, pero Don Coscarelli nos prepara un giro de guión algo inquietante que tendrá su continuidad en la segunda película.
Aunque el metraje de la película era de más de tres horas, no hubo más remedio que recortarla, y ese material sobrante lo encontraremos posteriormente en la cuarta película a modos de recurrentes flash backs.
Coscarelli se tomó muy en serio este proyecto e incluso se aisló en una cabaña para preparar bien el guión y conseguir un resultado satisfactorio.
Phantasma II
Tras el éxito de la primera película, esta continuación supuso un fracaso en taquilla, en base quizás a la precipitación o quizás por interferencias de la nueva productora. Aunque producida esta vez por la Universal, siguió siendo de bajo presupuesto para la época, aunque muy superior a la primera. En cualquier caso contiene elementos suficientes para que la saga se siga desarrollando con el mismo espíritu que acompañaba a la primera.
La historia se desarrolla ocho años después de los sucesos de la primera película y con un personaje nuevo, Elizabeth (una de las imposiciones de Universal). Una joven que parece vivir una conexión extrasensorial con Mike (que esta vez lo interpreta James LeGros, (después de rechazarlo un joven Brad Pitt) que ha estado estos años en un sanatorio mental. En cambio, el hermano de Mike, Jody parece haber muerto en un accidente de coche, aunque no sabemos muy bien ni las razones ni el suceso concreto, pero todo apunta a la participación directa o indirecta del Hombre Alto.
La película se centra principalmente en la búsqueda del Hombre Alto a lo largo de los pueblos donde va dejando su rastro de muerte y profanación de tumbas. En este sentido, esta segunda entrega es una road movie en toda regla. Lo curioso del tema es que en esta segunda aventura, se confirma algo que más o menos se suponía en la primera: el Hombre Alto busca algo en concreto de Mike, no parece querer matarle. Sabe perfectamente que le siguen y va dejando pistas para que le encuentren, como si en el fondo anhelase que le encuentren para a su vez atrapar a Mike, o simplemente para que se admire su obra u ofrezca una supuesta redención humana. Para ello, no dudará tampoco en emplear esclavos con apariencia de humanos, aprovechándose del punto débil de Reggie…También encontraremos un nuevo personaje como es la figura del sacerdote, confuso, temeroso e incluso arrepentido, añadiendo un matiz religioso (siempre tan socorrido en películas de este tipo) a la trama y a su vez un halo de misterio adicional. Además, con símbolos como la cruz invertida, se le da una apariencia demoniaca al Hombre Alto y se recurre a elementos clásicos del cine de terror en cuanto a las raíces del bien y del mal, el cielo y el infierno. Una novedad que tuvo su polémica y que provocó que la película fuese tachada por la Iglesia como “moralmente ofensiva”.
La producción parece mejorada, y aunque el guión es sencillo está bien estructurado, con algún que otro aire a novelas de Stephen King.
Nuevamente un buen trabajo de montaje nos permite seguir en paralelo la historia de Liz y Mike hasta su inevitable encuentro en ultratumba. Tenemos buenos efectos especiales, y por primera vez en versión digital, lo que le permitió a Coscarelli, por ejemplo reducir a Jody a una esfera en un plano bastante efectivo.
Por lo demás, volvemos a contar con las esferas metálicas perforadoras (y también una aterradora esfera dorada), con espectaculares escenas incluidas, y su punto gore. Las mismas esferas que parecen tener vida propia y que a estas alturas de la Saga ya se han convertido en un elemento imprescindible. Así mismo volvemos a tener la sala blanca y los inquietantes pivotes de traslado a otra dimensión.
En cuanto a los personaje, Reggie es sin duda el que más protagonismo va desarrollando y el que a su vez más icónico se nos presenta, con su sierra eléctrica en mano, se ha convertido ya en el azote del Hombre Alto, y su búsqueda y muerte en el objetivo de su vida. Una muerte que parece hacerse efectiva esta vez (inyectándole ácido clorhídrico dentro de su cuerpo en una arrebatadora escena) pero de la cual nunca vamos a poder estar seguros en base a la aparente inmortalidad de la que parece disfrutar nuestro terrorífico personaje. Coscarelli, nuevamente por imposición de producción no pudo utilizar a su trío de actores inicial y sólo pudo elegir a Reggie Bannister, aunque posteriormente los recuperaría para las siguientes películas.
Aunque se ha mantenido en cierto modo la esencia, lo cierto es que esta segunda película ha perdido en muchos aspectos y resulta inferior a la primera. Aún así, resulta lo suficientemente interesante para que la Saga continúe.
Phantasma III, el pasaje del horror
Con esta tercera película recuperamos al actor A. Michael Baldwin en el papel de Mike, después de casi dieciséis años, lo cual se agradece y le devuelve un plus de autenticidad a la Saga. En la anterior película teníamos a Elizabeth y Mike como el dúo con cierto magnetismo o atracción hacia el Hombre Alto. En esta ocasión y a raíz de un accidente de coche, como continuación del anterior capítulo, Elizabeth muere y vuelve a quedar solo Mike junto a su fiel escudero, Reggie. En este comienzo y con Mike inconsciente, se produce una conversación entre Reggie y el Hombre Alto trascendental. En base a ella, el Hombre Alto le confiesa que quiere a Mike, y que le quiere entero, por lo que esperará lo que haga falta. Se confirma la atracción que supone Mike para el Hombre Alto (aún sin saber las razones) y el porqué de muchas de sus actuaciones. Por esta razón deja a Reggie con vida, el cuál continuará con su particular cruzada.
En esta tercera película también tendremos el regreso de Jody (Bill Thornbury), el hermano mayor de Mike que murió a manos del Hombre Alto. Se presenta en forma de sueño y más tarde lo hará en forma de esfera, confirmándose que forma parte del siniestro ejército de esclavos, a pesar de su resistencia aparente. La esfera les acompañará en todo el viaje siendo un elemento fundamental a la vez que inquietante, con frases tan misteriosas como “No creas todo lo que ves”…
El Hombre Alto se presenta en esta película ya como un semi dios, ya que puede observar a Mike a través de una de sus esferas, y esperará pacientemente hasta tenerle cerca. En una escena posterior, el Hombre Alto conseguirá llevarse a Mike al inframundo, pero Reggie logrará rescatarle. Las esferas adquieren un nuevo significado y se convierten en ojos espía al servicio del Hombre Alto.
Además de los habituales villanos, tendremos también a tres zombies, que el Hombre Alto ha transformado, con posterioridad a que asaltasen a Reggie en un pueblo abandonado.
A su vez tendremos otro personaje infantil o adolescente (Tim), que en cierto modo nos recordará en su valentía y curiosidad al Mike de la primera entrega y que acompañará a Reggie en la búsqueda y captura del Hombre Alto en un viaje con futuro incierto.
A lo largo de la película aparecerá también otro nuevo personaje (Rocky) una mujer de armas tomar a la que Regie admirará y, cómo no, intentará seducir. Rocky formará junto con Regie y Tim el trío principal de guerreros de esta película. Una guerra que consistirá esta vez en rescatar a Mike de las fauces del Hombre Alto y de paso, intentar de nuevo su destrucción.
Esta tercera película contiene mucha acción, además de persecuciones en coche (contra zombies) disparos y golpes. Centrada en el terror más directo, habrá pocas ocasiones para buscar respuestas y más para buscar las escenas más impactantes o los pasajes más terroríficos. El tramo final de la película, en un frío mausoleo, es un compendio de todo este derroche de acción, con los tres zombies al servicio del Hombre Alto y con mucha sed de venganza. En este importante tramo se descubrirá un posible punto débil del Hombra Alto: el frío, el hielo (curiosa paradoja con el trabajo inicial de Reggie, vendedor de helados). En este sentido intentarán su congelación como medida desesperada hacia su destrucción final.
También tendremos algo de explicación sobre el proceso del Hombre Alto, su reclutamiento del terrible ejército para conquistar otra dimensión, el apoderamiento del cerebro de los muertos, su posterior introducción en esferas, y el proceso final de comprensión para dejarles como enanos con instintos primarios.
Además se volverán a plantear dudas sobre Mike. Se marcha con su hermano Jody en una aparente transformación, donde incluso se llega a apreciar ya su sangre amarilla, pero ¿realmente ha sido transformado? y, Reg ¿ha sido atrapado finalmente por las esferas?. Por otro lado, ¿qué pasa con Tim tras ser atrapado en la ya clásica rotura de cristal trasero?
Todas estas dudas serán despejadas en la siguiente película.
Este tercera entrega supone recuperar un poco la esencia primigenia de la primera, así como los actores principales, aunque no llega a su altura. Hay muchas respuestas pero a su vez se multiplican las dudas y las cuestiones, por lo que una cuarta entrega se antojaba necesaria.
Phantasma: Apocalipsis
Don Coscarelli llegó a afirmar en tono jocoso, que se había quedado sin ideas sobre la saga, y que si alguna vez llegaba a filmar una cuarta entrega sería sólo para ganar dinero…
Apocalipsis es una película de claroscuros. Muy interesante en algunos aspectos, pero decepcionante en otros, lo que invita a pensar que Coscarelli no andaba muy descaminado cuando realizó aquella predicción. En un principio la película estaba pensada con un guión más ambicioso, en un futuro apocalíptico, pero la falta de recursos y presupuesto cancelaron la idea y se tuvo que filmar con un guión alternativo y bastante más sencillo.
Todo comienza con dos primeros planos: El Hombre Alto caminando (siempre con determinación) sobre un frío pasillo de otro mausoleo, custodiado por dos esferas a los lados, y un segundo plano con Mike recordando, mientras conduce, ausente en sus cavilaciones, intentando encontrar respuestas, y la desafiante voz en off de Reggie: “antes era vendedor de helados, ahora soy un soldado en una guerra, una guerra contra un ejército de muertos vivientes”.
Si el final de la anterior película quedaba muy abierto, en esta se intentan dar todas las explicaciones posibles. Mike huyó en el coche fúnebre (donde tendrá una inquietante conversación con el Hombre Alto) , y a Reggie el Hombre Alto le perdona (otra vez) la vida: “aún no…”. En esta huida de Mike nos planteamos ya en qué se ha convertido, quién es Mike en estos momentos en el que de vez en cuando se le observa sangre amarilla…¿es uno de ellos? ¿Por qué le mantiene con vida en tantas ocasiones? ¿Habrá lazos familiares entre ellos o simplemente le considera un digno sucesor? Todas estas dudas le llevan a Mike a intentar suicidarse colgándose de un solitario árbol en el desierto (en una escena impactante) en un último intento por descubrir quién es, pero termina entendiendo que ni con su propia muerte podría huir del Hombre Alto.
En esta cuarta película tendremos la curiosidad de contemplar varias imágenes de archivo de la primera película que Coscarelli utilizará a modo de flasbacks, acertados unos, irrelevantes otros pero que compondrán un continuo viaje entre pasado y presente.
Por otro lado, seguiremos disfrutando de acción, como la lucha de Reggie con el zombie policía, pero la película se centrará más en dar respuestas, en intentar explicar todo. Estamos ante la película más reflexiva, llena de símbolos, donde la acción se aparca a un segundo plano, para darle más importancia a la historia del Hombre Alto y sus extrañas motivaciones.
En este sentido, Mike traspasará los postes, o como los llama el Hombre Alto del pasado “bifurcación dimensional” y al otro lado irá encontrando poco a poco algunas respuestas. En esta película por primera vez descubriremos algo del pasado del Hombre Alto, un aparente científico obsesionado por razones que no conocemos con traspasar dimensiones, tiempos o lugares. Observaremos, a través del viaje de Mike, que consigue inventar esa singular máquina de viajes dimensionales, y al seguir observando la casa se encuentra directamente con el Hombre Alto, en esta época llamado Jeremiah Morningside (como el cementerio de la primera película) el cuál le pregunta de dónde viene y que estaba esperando al alguien como él. Todo esto parece hacer encajar algunas piezas, aunque sigue dejando enigmas. En otro viaje, Mike y Jody viajarán a la noche donde empezó todo, donde Jeremiah inventa el aparato, intentando cambiar la historia.
Mike cree que pudo conocer al Hombre Alto en otra vida y llega a la conclusión de que no puede matarlo, pero que quizás pueda impedir que llegue a existir.
Por otro lado, (lo que le ocurre a Mike y a Reggie se desarrolla en paralelo en casi todo el tramo de la película) Reggie seguirá encontrando mujeres a su paso (en esta ocasión Jennifer, una joven a la que salva la vida y que posteriormente descubrirá que es otra muerta viviente al servicio del Hombre Alto con esferas incluidas).
Como en otras ocasiones, se intentará dar muerte al Hombre Alto, en esta ocasión con la explosión de un coche, pero será complicado acabar definitivamente con él. Reggie viajará a través de los famosos postes dimensionales para intentar atraparle nuevamente. El final de la esta película nos vuelve a traer imágenes de archivo, inquietantes voces en off, y nuevas dudas que tendremos que intentar descifrar en el último capítulo de la saga.
Una cuarta película que recupera, mejor que en la anterior el espíritu de la saga y aunque a veces parezca que adolece de ideas, suele salir al paso de situaciones complicadas. Las imágenes de archivo le dan un aire nostálgico a la película aunque algunas sean prescindibles, y en general todos los elementos de la saga están presentes, incluido un Reggie completamente guerrillero. Es una película reflexiva, menos gore y con menos elementos de acción. Más prudente y con tramos lentos, pero interesantes, sin olvidar nunca el suspense y el terror que siempre han acompañado a todas las películas.
Phantasma: Desolación
Y dieciocho años después, nos llegó la última entrega de Phantasma, y la que más cambia su estilo. No en vano, es la única que no está dirigida por Coscarelli, sino por David Hartman, aunque Coscarelli produce y participa en el guión junto al propio Hartman. Es una película apocalíptica, que comienza con un Reggie ya muy cansado, en medio del desierto, pero con ánimo de acabar de una vez por todas con la pesadilla que le persigue durante tantos años. La soledad del desierto refleja también la propia soledad de Reggie y nada más comenzar la película ya se verá envuelto en una nueva batalla de carretera contra las famosas y casi invencibles esferas metálicas.
La sorpresa esta vez nos la llevaremos cuando de repente y sin causa aparente, Reggie aparece en lo que parece un sanatorio mental llevado en una silla de ruedas por un elegante Mike. A partir de este momento se empieza a jugar con la idea de que todo haya sido un sueño, o una paranoia nacida de la mente cansada o enferma de Reggie. El propio Reggie también empieza a dudar y aunque está muy seguro de lo que le ha ido sucediendo, los continuos viajes mentales a los que está expuesto le confunden a cada rato. Mike le confirma que tiene demencia, pero es algo a lo que Reggie no se quiere resignar, y la película avanza en dos planos paralelos entre la posible demencia de Reggie y su batalla contra el Hombre Alto sin saber en qué momento estamos ante la verdadera realidad. Como no podía ser de otra forma, volvemos a tener “chica de carretera” y esta vez, al igual que sucedió con Rocky, no pertenece al mundo del mal, aunque le espera un destino algo desafortunado.
Tendremos por tanto, en este conflicto entre lo real y lo imaginario, momentos de puro surrealismo, mundos paralelos y completamente distintos donde habitan los mismos personajes jugando roles distintos, con dimensiones que se llegan incluso a fusionar. Tan pronto mantiene una interesante y desafiante conversación con el Hombre Alto, en un plano ya casi de admiración, como vuelve al sanatorio, o aparece en una cama de laboratorio, o nuevamente con el Hombre Alto sobre inquietante fondo blanco y negociando la recuperación de sus seres queridos.
En esta dinámica, el mundo de la lucha contra el Hombre Alto se vuelve interesante y se acerca al plano apocalíptico, donde la humanidad ya ha caído en sus redes, donde las esferas, ya gigantes, dominan buena parte del Planeta y donde existe una resistencia formada por gente valiente entre la que se encuentra el propio Mike y su hermano Jody, rescatando a Reggie que ha estado dormido durante una década. Los efectos especiales en este sentido adquieren importancia y mayor proporción, destacando un plano en rojo donde al apocalipsis se observa de manera más nítida a modo de infierno dantesco.
La película va aumentando de revoluciones, se centra bastante en la acción, e incluso el sonido adquiere también su importancia, bailando entre los géneros del terror y la acción.
Con toda esta aparente complejidad, el final no podía ser más interesante si cabe, donde inevitablemente se deja a interpretación del espectador, principalmente el espectador aficionado de la Saga, que conoce claves y que quizás pueda encontrar con mayor sencillez respuestas, porque…¿qué es lo que realmente ha pasado en todo este tiempo?
Uno de los momentos finales nos regala un plano del interior del coche con Jody, Mike y Reggie en calma y tranquilidad y en un momento de profunda nostalgia tanto para los aficionados a la Saga, como previsiblemente también para los propios actores. Los créditos del final también nos devuelven a Rocky (miembro también de la resistencia) que se une al trío protagonista en el coche.
Final ambiguo y digno broche final a cinco películas de una más que aceptable franquicia de terror.

Con todo, no cabe duda de que se trata de una interesantísima Saga, que nos deja una primera película de culto, y que ha sabido mantenerse con muy buena salud a lo largo de los 37 años que transcurren desde la primera hasta la última y ello gracias a un profundo respeto al clima de la película primigenia, y a la autoría de la misma. También cabe señalar cuidado muy selecto de las siguientes películas, marcando el tiempo suficiente y manteniendo atmósfera, estilo y espíritu a pesar del paso de los años y de los continuos cambios en el cine y en la sociedad.
Don Coscarelli consigue crear un sello propio y en parte, una renovación de los conceptos del género. En una época donde el terror y el suspense estaban capitaneados por John Carpenter, Stanley Kubrick, Tobe Hopper o Wes Craven con magníficas películas del género, él supo hacerse un hueco con su particular "Phantasma", y supo ir adaptándose a los tiempos sin perder su idea y su forma de crear un mundo propio y personal.
@sergio_roma

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