Biografía

Julio Medem Lafont nació el 21 de octubre de 1958 en San Sebastián en una família de raíces alemanas, valencianas y vascas. Residió en su ciudad natal hasta que, tras el nacimiento de su hermano Alberto, su familia se trasladó a vivir a Madrid e ingresó en el colegio El Pilar.

La cámara de superocho que su padre utilizaba para filmar las escenas familiares despertó en él una gran fascinación desde bien temprana edad. Comenzó a utilizarla a escondidas, familiarizándose con ella al poco tiempo, haciendo de ese aparato su juguete favorito y despertando así la que luego sería su verdadera vocación.

Aunque en la adolescencia dedicó gran parte de su tiempo libre al atletismo, (llegó a ser toda una promesa y estuvo a punto de ser becado para las olimpiadas) optó por irse a Soria a convertirse en psiquiatra, pero finalmente ingresó en la Universidad del País Vasco para estudiar Medicina y Cirugía, regresando así a su ciudad natal, Donosti. Una vez obtuvo la licenciatura como médico, volvió a dar rienda suelta a su vocación cinematográfica y consiguió su primer trabajo como crítico de cine para el diario La voz de Euskadi y más tarde en otras publicaciones.

Su aprendizaje como director fue totalmente autodidacta. En la segunda mitad de los setenta comenzó a rodar sus primeros cortos en superocho para experimentar las ideas que le bullían en la cabeza. Luego, a mediados de los ochenta, se pasó a los 35mm, para filmar "Patas en la cabeza" (1985), que consiguió ganar el Premio de Cine Vasco y el Certamen Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao, continuando luego con "Las seis en punta" (1987), que también ganó por segundo año consecutivo el Certamen Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao.

Desde ese año, Médem trabajó como ayudante de dirección, montador y guionista, y se dedicó por completo al cine. En 1988 escribió y dirigió el mediometraje Martín (1988), producido por Elías Querejeta, al que le sigue otra película sobre la Segunda Guerra Carlista.

Con el guión de "Vacas" bajo el brazo viajó a Madrid para intentar dar a luz a su primer largometraje, pero la historia resultó ser demasiado localista para todas las productoras en las que presentó el guión y en ese momento nadie se interesó por esa extraña historia. De vuelta en San Sebastián empezó a trabajar en otra historia que encajara mejor en el marco de la industria cinematográfica. Justo entonces, en pleno proceso de redactado de La Ardilla Roja, la por entonces recién nacida productora Sogetel le llama para dar luz verde a Vacas (1992).

Su estreno en el largometraje sentó las bases de una de las visiones más originales del cine español y europeo, un cine de inspiración onírica e íntima con un marcado talante visual. Vacas fue galardonada con el Goya a la Mejor Dirección Novel, además de diversos galardones en los festivales de Tokio, Turín y Alejandría y le allanó notablemente el terreno para que posteriormente pudiera realizar también La Ardilla Roja (1993).

Con su segundo largometraje consiguió el premio de las juventudes en Cannes y captó la atención de grandes cineastas como Stanley Kubrick y también de Steven Spielberg, quien llamó a Medem para proponerle la dirección de La máscara del Zorro, la cual se iba a producir a través de su compañía, Dreamworks. Medem no quedó convencido y prefirió rechazar la oferta para poder seguir desarrollando proyectos más personales en España.

"Tierra" (1996) fue su tercer trabajo y también cosechó excelentes críticas, optando incluso a la Palma de Oro en el festival de Cannes. Este éxito le permite poder crear en 1997 su propia productora, Alicia Produce.

Con el estreno de "Los amantes del Círculo Polar" (1998) consiguió también el reconocimiento del público y de paso le consolidó como uno de los valores más sólidos del cine nacional, no ven vano llegó a competir por el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia. En ese filme se adentra aún más en ese universo visual tan particular característico de Medem, además de la recreación de otras de sus constantes temáticas como son las casualidades y los extraños vínculos afectivos entre familias, valores que también se encuentran en "Lucía y el sexo" (2001), otra película que constata su gran dominio de la filmación de las escenas íntimas de pareja. Éste fue hasta la fecha (2006) su éxito comercial más importante, llegando a superar el millón de espectadores sólo en España.

En el 2003, Julio Medem decide realizar un documental para tratar el conflicto del nacionalismo vasco e intentar abrir una vía de comunicación que pudiera facilitar el terreno hacia una pacificación de dicho problema. La película se estrenó en la sección de Especiales Zabaltegui del Festival Internacional de Cine de San Sebastián bajo el título "La pelota vasca. La piel contra la piedra". A pesar de que la película da voz a todos los que quisieron participar en él, las críticas hacia la persona (y no hacia el trabajo) de Medem se realizan de manera encarnizada desde sectores de derechas y se generó una polémica que consiguió nublar el objetivo del film.

En el verano de 2007 se estrena su sexto largometraje de ficción, "Caótica Ana", con la cual retoma su particular universo narrativo contando la historia de una joven pintora cuya historia nació en tributo a la hermana fallecida del director vasco.