Algunos tenían familias esperando, pero para otros sus únicas familias eran los hombres con los que se habían desangrado. No hubo música, ni banderas, ni guardias de honor para darles la bienvenida. Fueron a la guerra porque su país se lo ordenó, pero al final no lucharon por su país ni por su bandera, lucharon el uno por el otro.

Coronel- ¿Por qué no eres soldado?, tienes valor para ello.
Jou- Mi padre fue militar, como mi abuelo, mis dos bisabuelos también lo fueron. Gracias a eso he nacido yo, cada uno de ellos perdió una pierna en la guerra civil. Mi bisabuelo Gallaway perdió la izquierda y mi bisabuelo Ray la derecha, se conocieron en una zapateria de Galvestom. Cada año desde entonces en la misma fecha se veían ahí y se compraban un par de zapatos nuevos para los dos.
Coronel- jejeje ¡Me tomas el pelo!
Jou- En absoluto, se lo juro.
Coronel- Vaya.
Jou- Uno tuvo una hija y el otro un hijo, mis abuelos
Coronel- ¿Y cuáles eran las posibilidades de que ambos tuvieran el mismo número?
Jou- No lo sé coronel, el destino supongo.

Coronel- Jamás me lo perdonaré.
Jou- ¿El qué, señor?
Coronel- Que mis hombres mueran y yo no.

Soldado- ¿Menudo día, eh?
Serpiente- Mañana será peor…… si llegan a mañana.
(A la noche del primer día de combate).

Me alegro de morir por mi país (primer teniente muerto en combate).