El estudio quiso promocionar a Rosalind Russell para el Oscar a la mejor actriz secundaria. Pero Russell que tenía mucho carácter rechazó tal posiblidad.
Para la escena del baile William Holden retó a la productora diciendo que solo bailaría en condición ebria y si le pagaban más dinero. Para su sorpresa, Columbia aceptó.
William Holden tuvo que afeitarse el pecho para interpretar una escena, por aquel entonces era todo un escándalo sexual a lo que pocos intérpretes se atrevían.
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