Robert Zemeckis pretendía que sin copiar, el personaje de la bruja (Angelina Jolie) se pareciese lo más posible al de La bella durmiente.

La película está basada en el poema más antiguo que se conserva en lengua inglesa. Su fecha estimada de escritura se sitúa entre el siglo VII y el XII, aunque la leyenda se estima anterior a esas fechas, siendo trasladada de pueblo en pueblo por trovadores antes de que un autor anónimo la plasmase sobre el papel.

Todos los actores terminaron muy satisfechos del proceso de rodaje, sobre todo por el tiempo empleado en la filmación, ya que escenas que normalmente requerirían unas doce horas de trabajo, se filmaban en apenas 15 minutos. Especialmente sorprendido quedó Anthony Hopkins, cuyo personaje aparece durante gran parte del metraje, ya que su trabajo duró tan solo 8 días, algo impensable en un film tradicional.

Para Robert Zemeckis, Beowulf es el icono del cual nacieron todos los héroes modernos, desde Conan hasta el increíble Hulk, pasando por Superman.

Ray Winstone fue contratado para interpretar a Beowulf mientras rodaba Infiltrados. Se sorprendió mucho de que le ofrecieran el papel a pesar de sus 51 años, pero gracias a la técnica de la captura de movimiento, aparenta 25. Lo mismo sucede con Robin Wright Penn, que con 41 años interpreta a una muchacha de 16, o John Malkovich, que interpreta dos personajes, Unferth y su hijo.

El presupuesto se estima en alrededor de 150 millones de dólares, sin contar ahí gastos de publicidad, distribución y copias (que podría ascender a otros 80-100 millones).

Neil Gaiman y Roger Avary fueron los principales impulsores del proyecto, aunque en un principio Gaiman se puso en contacto con el co-guionista de Pulp Fiction para ofrecerle una adaptación de su más famoso personaje, Sandman.